Crítica ácida

La normalidad afecta a los amargados

¿Cómo es posible que se rían y de qué se ríen, son masoquistas?, ¿qué celebran? Previo a los días de la Semana Santa le oí ese mini diálogo a dos caballeros ya septuagenarios, que acostumbrados a leer, ver, oír y gemir culpabilizando de todo absolutamente todo a la parafernalia y el marenagnum creado por medios de oposición, principalmente la televisión intrusa de cada casa, persisten en extasiarse con el cuentazo de la anterior aparente "felicidad representativa", transitada en un ambiente que los hizo creer en esa democracia por un camino de disimulocracia humillante durante 41 años, entre 1958 y 1999.

El sábado anterior a la semana santa o semana mayor, estaba acompañando a mi esposa frente a tres ventas de medicinas auspiciadas por sectores oficiales, organizadas a fin de paliar la excesiva sed de ganancias que obtienen empresas privadas, mediante la necesidad de combatir enfermedades o padecimientos de salud grandes o pequeños, a sabiendas que en las farmacias particulares no tienen paz con la miseria y juegan a la política. Liderados por factores de oposición insensata y mal controlada, nos hacen la vida imposible atentando contra la salud desde el mismo momento de aparecer cualquier percance que obligue a consultas médicas, y adquisición de los respectivos fármacos

Uno de los dos señores con cara amarrada me busca conversación para descalificar el servicio que prestan los vendedores de medicinas a precios accesibles, se auxilió con la frase acomodaticia "esto no pasaba antes". Su sorpresa fue la breve explicación que le di acerca del plan desestabilizador realizado contra las administraciones socialistas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en primer lugar porque a ese señor le aprecio a leguas, no tiene N P I es decir ni pequeña idea, y casi se desploma hacia atrás ¡cataplúm! como el personaje Condorito, cuando le dije que en mis 81 años de edad, nunca voté ni lo haría hoy por ad y copei, en quienes jamás creí y sigo en lo mismo.

Particularmente en esto de las medicinas, pocos estaban enterados que aquellos sensacionales "descuentos de hasta 35 y casi 40 %", con los que llenaban la competencia las farmacias antes de 1999, no solo eran trampas caza bobos para vender otros medicamentos y decir luego de unas horas que la oferta se había terminado…, les recomendaban otras medicinas similares y así trabajaban al necesitado para sacarle provecho a fármacos cercanos a la fecha de vencimiento. Un sistema de ventas del capitalismo salvajísimo y simulador, que hoy no lo pueden hacer, y al denunciarlos se les imponen multas por vividores.

Los empresarios británicos por ejemplo, ultraderechistas y pitiyanquis empedernidos, se enfrentan a un aumento drástico de los precios en medio de la caída de los ingresos de sus ciudadanos. Como trasfondo las sanciones impuestas a Rusia y las especulaciones sobre el cese de las importaciones de combustibles rusos, perjudican los productos básicos que han subido igual a las materias primas, la energía y el combustible. Esto afecta el costo de casi todo lo que llega a las tiendas británicas desde los campos y las fábricas. Al mismo tiempo, "La mala noticia es que la situación empeorará aún más", advirtió el corresponsal Paul Kelso para Sky News.

La normalidad no tiene porque afectarle el comportamiento, vale la felicidad familiar, cuidar y cuidarnos, estimular el estudio, el trabajo, la invectiva de cada quien, y seguir viendo que somos pueblo noble e inteligente. A todos feliz retorno de las vacaciones.



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Luis Sánchez Ibarra


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