Cada vez leo más y más casos de personas denunciando en las redes sociales a la ONAPRE por la cuestión de los salarios. Muchos de estas denuncias vienen de casos de personas que odian al gobierno, a Maduro, por supuesto a la ONAPRE y a cualquier cosa relacionada con el chavismo.
Dejo claro, de entrada, que no escribo intentando que los odiadores del chavismo entiendan nada porque en la mayoría ellos, sino en todos los casos, el sentimiento odio cerval les impide aceptar ningún razonamiento porque su lógica aun no supera el "Chávez vete ya" de los dirigentes opositores que durante 13 años nunca fueron capaces de reiterar una consigna distinta, sin fijarse en el descomunal fracaso político en el que se mantuvieron tantos años.
Por tanto, lo que planteare está más bien dirigido a quienes, a pesar de mantener diferencias razonables con políticas del actual gobierno, asumimos que las esperanzas de los trabajadores y de las grandes mayorías del país, dependen de que el gobierno del Presidente Maduro sea capaz de continuar descifrando las claves para superar la crisis del país.
Dejo claro también que no estoy entre los que han dan cheque en blanco al gobierno y que no son capaces de aceptar errores y deficiencias de los dirigentes y del gobierno en general. Con esto espero tomar distancia también de los propagandistas que repiten como loros que el gobierno de Maduro es el "non plus ultra" y cualquiera que ose elevar criticas es un contrarevolucionario, un tarifado del imperio y cualquier otro de esos descalificativos que solo desvían el debate de las ideas y apuntan a las descalificaciones individuales.
El mejoramiento progresivo de los salarios y las condiciones de vida de los trabajadores y de la población en general sigue siendo materia pendiente del actual gobierno.
Si bien ha sido comprensible que en la difícil época en la que la caída de los precios petroleros, en la que el contexto del bloqueo y las medidas impuestas por los Estados Unidos y sus aliados destruyeron nuestra economía, los trabajadores hayan debido soportar lo peor; no luce razonable que al recuperar precios petroleros y mejorar los ingresos del Estado, se pretenda mantener a los trabajadores y al pueblo en general en condiciones de precariedad insostenible.
Desde el mes de diciembre 2021, cuando se anunció que la producción petrolera alcanzo el millón de barriles diarios, hemos insistido en que es deber del gobierno impulsar una política de mejoramiento sostenido de las condiciones de vida de los trabajadores y en ello juega papel fundamental el salario de los trabajadores.
Si bien los "bonos" que mensualmente otorga el Presidente han jugado un papel importante en la economía de las familias para solventar la crisis que se vive, la verdad es que solo mejorando progresivamente los sueldos y salarios de los trabajadores (con los ingresos petroleros) el pueblo podrá mejorar a largo plazo sus condiciones materiales de existencia.
Apenas en el mes de marzo 2022 cuando se hizo efectivo el primer incremento sustancioso de los salarios, después del 2018 (es decir, tres años después de la caída brutal de sueldos y salarios) los trabajadores sentimos un respiro y señales reales de que la crisis comenzaba a sortearse. Esto fue producto directo del incremento de los ingresos por concepto de exportación petrolera.
Pero ya de esto están por cumplirse cuatro meses y la situación de los salarios parece haberse estancado. No obstante, las noticias del incremento de volúmenes de ventas de petróleo al exterior, así como el incremento de su precio, indican que hay aumento significativo de los ingresos estatales ¿A dónde van a parar esos recursos?, ¿Qué esta priorizando el gobierno?
No es un secreto para nadie las cantidades ingentes de dólares (captados por la venta de petróleo) que mensualmente el gobierno inyecta al sistema para intentar mantener el dólar a un cambio razonable. Siendo este un aspecto determinante de la política económica del gobierno que ha permitido derrotar la hiperinflación que padecíamos de manera sostenida, diremos que parece inevitable que el gobierno la mantenga, ya que de lo contrario volveríamos a tener niveles de inflación que devoran los sueldos, salarios e ingresos de cualquier otra índole.
Dejando de lado los recursos que el gobierno inyecta mensualmente al BCV, es preciso que el gobierno asuma políticas dirigidas a incrementar (por vía de la renta petrolera) el ingreso de los trabajadores.
Desde hace un tiempo viene surgiendo la tesis de que el fin de la era petrolera obliga al país a priorizar a los sectores productivos y a establecer leyes y políticas orientadas a producir mercancías para exportar y así captar ingresos que irían a mejorar las condiciones de vida del pueblo en general. Esto, dicho en abstracto parece tener sentido, pero analizado en detalle, deja de lado que Venezuela sigue poseyendo la mayor reserva petrolera del mundo y que ese cuento de que ya llego el fin de los hidrocarburos y más específicamente del petróleo, no pasa de ser un cuento que nos echaron y muchos se lo están creyendo.
Para los que dudan fíjense como la guerra que los Estados Unidos y sus aliados europeos prepararon entre Rusia y Ucrania está poniendo a temblar a los europeos por la dependencia energética que tiene Europa de Rusia.
¿Acaso el restablecimiento de las relaciones de EE UU con el gobierno de Nicolás Maduro no tiene que ver fundamentalmente con la necesidad que hay de contar con el petróleo venezolano?.
Que el gobierno venezolano, ya disponga de dos buques tanqueros (con tecnología y apoyo iraní ) para el transporte de petróleo (posiblemente con destino a China) y se esperen dos más que están en proceso de construcción, no es un indicador claro de que por los próximos años el país exportara importantes cantidades de crudo que significaran importantes cantidades de recursos al país.
La renta petrolera seguirá siendo, por un buen tiempo, la principal fuente de ingreso de la que dispondrá Venezuela.
Sabemos que en torno al Estado pululan quienes apuestan a salir de la crisis echándonos en brazos del capitalismo, argumentando que el Socialismo implementado en Venezuela fracaso rotundamente. Olvidando que nunca antes, en la historia de nuestro país, las clases populares lograron mejorar sus condiciones de vida como en los tiempos de Hugo Chávez y todo ello, como resultado de una redistribución de la renta petrolera.
En los más de 100 años de historia petrolera ningún otro gobierno llego a implementar políticas sociales como se hizo en los tiempos de Hugo Chávez. Esto no nos lo contaron, lo vimos y lo vivimos, así que quienes tienen responsabilidades en el gobierno que no se dejen confundir por los procapitalistas, los que están creyendo el cuento de que la salvación está en el capitalismo. Chávez no fracaso, su política fue correcta y se correspondió al momento histórico del país que se vivía.
Cerramos estas notas insistiendo en que es deber del gobierno del Presidente Nicolás Maduro mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y del pueblo en general.