En un mundo globalizado, los medios de comunicación hacen y deshacen. Ya lo decía el gran maestro Noam Chomsky: "la manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros".
Profundamente sorprendidos vemos que los problemas que tenemos a diario, se olvidan con esto del mundial en Qatar. En especial los crímenes que se cometen en Palestina, donde un pueblo sufre al estilo nazista los atropellos del ejército israelí y de los mercenarios gringos; en las Naciones Unidas no se dan cuenta de nada, sus funcionarios están de juerga en el mundial.
Deberíamos estudiar que, de estos 32 países, en el mundial de Qatar, en más de 10 de ellos existen regímenes monárquicos: reyes y reinas que dominan sus países, en el nombre de Dios y, se jactan de gritar los goles, cuando la droga del fútbol viene haciendo el gran daño.
Ya olvidaron que Qatar es país dominado por una inmensa familia, tiene como ciudadanos a cerca de 280 mil habitantes, el resto más de 2.5 millones son seres olvidados, trabajadores de Paquistán, Bangladesh, India y otros países, quienes laboran como esclavos. En estos años de trabajo, los estadios de ese fútbol explotador, tienen más de 7 mil víctimas, trabajadores que murieron cansados y explotados. Sin embargo, eso no importa para los llamados luchadores de derechos humanos, esas cifras no tienen importancia, el juego mundial, es más importante, es la droga que se requiere para callar al mundo.
El negocio de este juego, es típico de monarcas y reyezuelos, de ahí que desde 2010, los jeques de Qatar, que no saben qué hacer con su dinero, decidieron comprar este mundial.
La FIFA, organismo que tiene su sede central, en el país de los negocios crematísticos: Suiza, cayó en sus garras, y la mayor parte de sus miembros fueron comprados, incluyendo un famoso jugador, admirado por los franceses: Michel Platini, quien fue expulsado por ocho años, por violaciones éticas, en el caso conocido como la FIFA gate; así mismo, otros directivos fueron acusados, como: Joseph Blatter y Jerome Valke, quienes sin tomar en consideración, la violación de derechos humanos, que son evidentes en Qatar, sabiendo que es un país sin tradición futbolística, que en Qatar este no es un juego del pueblo, sabían que no existían condiciones para hacer allí el mundial, pero vendieron su conciencia y decidieron, en votaciones trucadas, otorgar a Qatar el mundial 2022.
Como se sabe, ahora la FIFA, tiene una fundación y el nuevo presidente será el gran estafador argentino, Mauricio Macri, así están las cosas en esa maquinadora y estafadora organización, adormecida y callada ante tanta injusticia.
Por el contario, se han pronunciado cantantes internacionales, contra este mundial, por considerar que es un régimen violador de derechos humanos, de ahí que felicitamos la postura de Shakira, Rod Stewart, Dua Lipa, Alicia Keys, quienes sin ser militantes de izquierda, demuestran sensibilidad y respeto por el ser humano.
Países como Arabia Saudita, Inglaterra, Marruecos, Qatar y otros monárquicos, violan los derechos humanos, apoyan los crímenes de los sionistas en Palestina, pero están satisfechos ya que las patadas de sus jugadores están haciendo dinero, los medios de comunicación están centrados en esa gran e importante actividad, de modo que la destrucción del planeta no les importa, los crímenes contra países débiles no son de interés, sigamos con la droga, sigamos uniendo los jugadores pateadores, el mundo así lo clama.
Así como en Estados Unidos cerca de un 60% de la población esta adormecida con la cocaína, ahora el mundo entero, en cerca del 70 %, esta adormecido con la otra droga el fútbol.
No tendría nada de extraño, que nuestro Ministro para el Poder Popular para la Comunicación y la Información, asuma y publicite, un video sobre el tema, donde aparecen Chávez y Maradona, en un vulgar encuentro de fútbol, contra Maduro y Lacava, ganando los muertos contra los vivos. Es deprimente, como aceptan una propaganda tan ridícula, donde insisten en súper héroes, y olvidan la gran hazaña del pueblo unido.
Solo esperamos que ni el Ministro de la Comunicación y la Información, ni la Dra. Delcy Rodríguez estén en Qatar, en otra de sus diligencias, asistiendo claro a uno de esos encuentros tan importantes para el proceso en Venezuela, algo así como un partido de fútbol, entre Estados Unidos e Irán?
Es bueno pensar, analizar, que mientras perdemos el tiempo en estos juegos, gastando nuestras vidas en lo que los poderosos deciden, adormecidos en sus mensajes y en su juego perverso; sigan en el alto poder, pensando que el fútbol es una gran problema, un problema de altura, un caso que requiere de nuestra atención total. No lo olviden, así piensan varios ministros.
El gran problema es que no se dan cuenta que los gringos, aliados con los países de la OTAN y los sionistas de Israel, sigan estudiando que el problema grave es uno solo: como invadir y acabar con Venezuela. Ahí está la jugada.
Por ahora debemos esperar 18 días más, para que se acabe este negocio de juego para ver si los pueblos abren los ojos, y así puedan percibir la verdadera realidad. Es urgente que entendamos que los pateadores de pelotas no pueden ser más importantes que los maestros, ni los médicos, ni los policías honestos, tampoco pueden ser admirados como grandes hacedores de historia.
Ahora es que debemos dar un vuelco total a los valores que estamos construyendo. Aquí es donde los medios de comunicación juegan su rol verdadero. El Estado, Maduro y su equipo, deben entender que tenemos un arma poderosa en los medios, por ello es vital, necesario y urgente asumir el control total de los medios. Necesitamos ideólogos que entiendan lo necesario de la comunicación, de la formación, de la educación en el proceso que llevamos adelante.
El año 2023 debe ser un año de reflexión, un año para comprender la historia, para estudiar nuestro pasado, para generar discusión política y, para seguir luchando por construir la Patria Grande que nos indicó Bolívar.
Con esa droga llamada fútbol no podemos hacer nada. Ahora con estudio, solidaridad, amistad y creatividad si podemos construir la patria. Ese debe ser nuestro legado y a él nos debemos. Sigamos el camino trazado, mantengamos nuestras vidas y esperanzas, asumamos desde ya, el compromiso por construir el socialismo, es el único camino para salvar la Humanidad.