En la Venezuela madurista podemos darle validez absoluta a aquello de "todo tiempo pasado fue mejor" y es que viendo como año tras año la vida de los venezolanos se va deteriorando y solo la resistencia de ese pueblo es capaz de digerir y hacer chistes de su propia desgracia, al parecer con los cubanos ocurre lo mismo, la picardía no puede ser expropiada.
Lo que viene para el país es francamente duro y doloroso y aun creyendo que lo peor había pasado la percepción o por lo menos la mía es de un gran escepticismo y no veo nada amable el panorama de mi país para el 2023, casi con seguridad el dólar antes de julio de ese año llegara a 100 por billete verde, la escasez de gasolina se disparara y al no poder importarla (antes la producíamos) la situación del transporte público o privado será digna de lastima y claro esto afectará a el sistema eléctrico la distribución de alimentos, sistemas de salud, alumbrado publico y dale que es tarde.
Los salarios seguirán depreciándose y serán millones los que huirán nuevamente del país, buscando oportunidades o un ambiente menos turbio y peligroso para desarrollarse como seres humanos, se podrían crear nuevas leyes para impedir o conculcar aun más la libertad de expresión y se seguirá persiguiendo, pero con mayor ahínco a la disidencia nacional.
La producción nacional imagino que caerá un par de cifras y el producto interno, el panorama social seguirá imperando la visión religiosa en el caso del matrimonio de parejas del mismo sexo y derechos de las minorías, en lo ecológico el bosque de Uverito seguirá en su carrera hacia la extinción y las televisoras y radios del país seguirán siendo censuradas y perseguidos o acosados los portales que no avalen de manera casi absoluta la política madurista.
Con respecto a la seguridad personal preparen billetes pequeños ya que la coima, la matraca y la vacuna estarán al orden del día y se multiplicaran al infinito y más allá, la deserción escolara creo que aumentara, y los expedientes administrativos (llegaran a más allá de más allá), la concentración de la riqueza será grotesca y tendremos poquísimos que tienen todo y muchísimos que no tendrán nada, aparte de (desnutrición, bajos salarios, miedo a la autoridad y un panorama oscuro).
Con respecto al medio ambiente quizás se de un aliento al Arco Minero del Orinoco y los Parques Nacionales sean reducidos en su dimensión para la extracción de minerales, acerca de las visiones personales cientos de miles seguirán viviendo de remesas mientras aplauden a las autoridades.
Los propietarios de algún inmueble que no ocupan sería mejor que lo vendan que, aunque se dice que han construido 4 millones de viviendas nuevas (yo no creo que pase del millón) sus propiedades podrían sufrir aquello de "exprópiese". Las editoriales seguirán viviendo de milagro y los pocos museos que quedan en pie podrían pasar a mejor vida o solo ser unos viejos armatostes de concreto y acero para exponer libros de marxismo leninismo y claro muestras sin cuidado museográfico alguno.
Mientras los mismos que vienen decidiendo nuestro destino sean los mismos nada cambiara para mejor y todo lo malo dará un paso adelante ¿ustedes creen que algún empresario es capaz de invertir en Venezuela, aunque se paguen los salarios mas bajos del mundo, suena bastante difícil.
El número de trabajador@s presos aumentara y también la persecución contra los defensores de los derechos humanos.
Pero mientras todo eso acontece en la vida real podría ver VTV o escuchar RNV o leer los medios del gobierno, todos y cada uno son como libros de autoayuda que le permitirán creer en los perniles del 2023. Yo en el escepticismo o con el realismo mágico latinoamericano, que en Venezuela es ver en cada hambriento no a uno carente de alimentos y si a un héroe que resiste las embestidas del enemigo. En fin el mar.
No creo que sea un año maravilloso.
Notas a pie de página: Si usted desea ver cuál podría ser la situación del país de una vueltica por la Escuela de Teatro Ramón Zapata y podrá percibir lo que nos espera, no se si lo dejen entrar como visitante y es que lo que viene es candanga.