Venezuela no está en el esqueleto, pero se nota mal y muy enferma. El gobierno ha intentado todo para desmoralizar no a la oposición política y si a la población, que se transformen en seres sin voluntad propia y que solo vayan a gritar en algún acto y sigan las consignas de que alguien desde el pulpito de RNV o VTV les dicte.
Los pueblos bajo gobiernos totalitarios dejan de ser pueblos y los jefes casi todos dueños de la marcialidad, comienzan a hablar de "el hombre nuevo" eso lo hizo Stalin y también Hitler y claro en la Cuba de Fidel también se habló del hombre nuevo. Al final cada uno de esos proyectos fueron llevados a la basura de lo cotidiano.
Los cubanos no dejaros de ser santeros y al mismo tiempo que recitaban clases de materialismo dialectico, pensaban en sus santos y minutos después corrían a orar a Babalu Aye, un hombre de la KGB como Putin ese que imponía y espiaba a la disidencia interna era en realidad un fiel ortodoxo, Stalin el que hablaba de humanidad era en realidad un crápula criminal y Hitler un demagogo que hablaba del Reich de los mil años termino suicidándose ante el acoso de las tropas soviéticas.
Las personas se educan en lo político y se activan en lo político, ponen su confianza en un proyecto, pero cuando tales palabras, si las de aquellos que hablaban y gritaban y exponían como sería un mundo mejor no se demuestran en hechos todo se va al estercolero de la memoria. Poco o nada queda de aquellos que hablaron de mejorar al país. El gobierno se sostiene bajo la formula miedo y hambre o sea servicios de inteligencia y escasez de todo dinero, gasolina, comida. Lo mismo en Corea del Norte o en la España de Franco y en la Cuba de los Castro and company.
Poco o nada queda y los adulantes van quedando y el sapo que delata al amigo, inventa una conversación entre agentes del "enemigo interno" y además se siente importante por delatar, porque es un agente al servicio de la patria (aunque sea enemigo de los hombres y mujeres de buena voluntad).
El próximo año será un año preelectoral y solo el ingenio y la unidad nos sacaran de este lago de dolor en que nos viene tocando navegar o flotar los últimos años, No hay salidas fáciles y construir una nación donde quepamos todos, donde valga la pena saludar al amigo y ya no se tenga que murmurar que se podrá hacer, podamos ir a un museo que no sean solo apologías al régimen, caminar por una calle iluminada y leer un periódico impreso donde no solo leamos las falsas proyecciones de un gobierno que a mí por lo menos no me representa aunque lo tenga que soportar.
Nada quedo de "el legado" de Chávez solo ver que fue un golpista, que desde su amigo "el tuerto" Andrade, hasta su enfermera amasaron fortunas y tuvo que ser la justicia internacional que los castigara o por lo menos los exhibiera, de Chávez no queda mucho solo la apología del intento de golpe de Estado como lo es la edificación 4 de febrero.
De Chávez sus textos del arañero, una historia oral y transcrita, de Chávez queda algunos defensores, como hay defensores de otros militares temperamentales. Pero el legado son millones de desplazados, de millones que huyen, de moneda devaluada, de país sin combustible, de muertos de mengua y claro de muchos que comprendimos que no hay mesías que vengan a procurar nuestra salvación y que la democracia no se estructura, profundiza o desarrolla en los cuarteles y si en la vereda y en la calle, y en la plaza y en la iglesia del barrio o la urbanización. Que nos vendieron un sueño y recibimos una pesadilla. Per que estamos a punto de despertar.
Notas a pie de página: La iluminación de la ciudad de Valencia es una realidad, me dicen que plazas y avenidas están bonitas y que la calle está más segura, que se puede transitar, lo mismo en el Zulia y Cojedes. El detalle no está si gritan o no revolución. El detalle está en que deseen hacerlo bien y que hayan leyes que los castiguen si lo hacen mal. Yo saludo lo bueno que ocurre y es imposible, tapar el sol con un manare.
