No serán los últimos como tampoco fueron los primeros que, en su oportunidad de aparecer en la TV, se comportan cual opositores a ultranza, creyendo contribuir a derrocar primero a Hugo Chávez y luego a Nicolás Maduro, acciones de estruendoso fracaso. Episodios de exacerbación por opinadores opositores resteados con todo lo que sea ir en contra del gobierno de izquierda, en altísima capa caída desanimando a los televidentes y autoperjudicándose flagrantemente.
Poco los menciono, a los veteranos porque se meten en su burbuja de intocables y nombrarlos es hacerles promoción, a los nuevos no los destapo para no darles ánimo, los veo, escucho, o los leo, conociendo sus discapacidades exageradas que, los llevan a introducir ambas extremidades inferiores en el barro de la incompetencia y la obvia falta de credibilidad debida a su extremismo expresivo opositor, al que tienen perfecto derecho y nadie se los viola.
Un incidente en el hospital de niños José Manuel de los Ríos en Caracas, da pie a esta opinión naturalmente revolucionaria y que, en el momento de escribirla coincide con 17 años de haberme publicado la primera crítica ácida en APORREA el 30 de Junio de 2006. Diecisiete años desde aquel artículo inicial que próximamente lo traeré, pues no tiene desperdicio al relacionarlo con una situación política actual, referente en 2023 a reiteradas locuras de figuras opositoras al bolivarianismo chavista.
Por una de esas casualidades que nos inspiran escritos, un día antes vi el negativo desempeño de una presentadora de la TV privada, deformando un hecho entre el padre de un paciente llevado de emergencia al hospital J.M de los Ríos en Caracas y personal del nosocomio público infantil. La conducta violenta del angustiado padre contra médicos enfermeras, obreros y personal de seguridad, fue comentada por una joven de un canal privado de TV, manifestando odio, la chica debe verse en las grabaciones y corregir su mal carácter politiquero al transmitir, porque se desprestigia y se antipatiza.
El caso fue objeto de comentario a muy alto nivel político ante la prensa por el Presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, médico desde hace muchos años, quien demostró que, la oposición dislocada no sabe hacer política con P mayúscula, menos si en los medios algunos comunicadores encendidos antiChávez y antiMaduro en comportamiento a ultranza emprenden verborrea inusitada, a riesgo de sus empleos y olvidando el costo laboral con bastante trabajo, esfuerzo e insomnio.
Son comunicadores laborando en empresas privadas a quienes no les desaparece el deseo de tumbar al gobierno como sea. La aclaratoria del médico y dirigente político Jorge Rodríguez fue amplia, el personal del recinto hospitalario cumplía su trabajo, se permite un acompañante por paciente y la madre ya había entrado. En cualquier hospital en Venezuela el paciente ingresa acompañado de un solo familiar al área de emergencia. Hay hospitales donde no se permite nadie que no sea el paciente en la emergencia, no en el J.M. de los Ríos que es para atención a niñas y niños.
Desmintió Jorge Rodríguez Gómez la información de algunos medios pretendiendo por hacer oposición, justificar el comportamiento violento del padre del pequeño paciente. La actitud del angustiado señor contra trabajadores del hospital provocó la reacción, no se le permitió pasar y el hombre lanzó sillas contra personal de seguridad en medio de insultos grabados como testimonio ineludible. Soy padre, abuelo y bisabuelo, entiendo repito, la angustia del señor, no justifico su violencia y vulgaridad expresiva con tinte político, al descalificar el hospital de servicio público.
Piensa mal y acertarás es en algunos casos imprescindible, se nota insisto, al ver con desagrado ese proceder para colmo impulsado por medios donde periodistas exaltan su preferencia política y más grave aún, su odio por encima de la obligación de informar. La imprudencia del comunicador dista muchísimo de su arrebatado proceder, pierde la defensa del deber noticioso. Este aspecto de la comunicación social absorta en el pitiyankysmo servil, es el estilo que repite la oposición de derecha y no solo en Venezuela.
Lo practican últimamente en México periodistas, locutores y animadores de audiciones diversas en radio y tv, denunciados por el propio Presidente de la nación azteca Andrés Manuel López Obrador. La siguiente noticia lo confirma, aunque la misma es minimizada, oculta o manipulada por medios pitiyankys. La derecha maltrecha y cada vez peor en su fórmula estrecha, intenta convencer a sus lectores, oyentes y televidentes y lo que no logran evitar es que, sus trabajos informativos vayan a parar al degredo de la irascibilidad.
El alcalde de la ciudad mexicana San Miguel de Allende en el Estado de Guanajuato, Mauricio Trejo Pureco, informó su decisión de cancelar el concierto del cantante cubano Francisco Céspedes, que debía tener lugar el 7 de julio, porque el artista cubano le deseo la muerte al presidente mejicano López Obrador durante entrevista en Ciudad de México. Ese "gusano" como llaman a los cubiches que, desde Miami van para 70 años tumbando a la revolución antillana, hizo atrevimiento insólito molesto porque López Obrador invitó a su homólogo cubano Díaz Canel a la celebración de este 2023 por el Día de la Independencia de México.
"En San Miguel de Allende hay libertad de expresión y mucha tolerancia" dijo el alcalde agregando "pero termina cuando alguien desea la muerte del presidente nuestro", el alcalde azteca le enmendó la plana al cubano al explicarle que cometió una agresión extranjera a todo el pueblo mexicano y aseguró que, contratarán a un artista de mayor referencia para cubrir los programas dedicados a la fiesta de independencia azteca. Otra evidencia de derechistas trumpistas y bidencistas protegidos por la bipartidocracia gringa.
Los gusanos y su gente ocuparon cargos oficiales en Venezuela y actuaron en gobiernos indignos y cobardones en los años sesenta del siglo XX, aquella democracia representativa permitió jefes cubanos enchufados en nuestra policía política, ayudaron a dos venezolanos a poner una bomba en un avión cubano dando muerte a más de 70 personas; en el vuelo iba un equipo deportivo campeón panamericano. El repudiable acto homicida fue justificado por el antifidelista Luis Posada Carriles, asesino nazifascista de ultra derecha cubiche, protegido por la diplomacia de los U S A.
Sépanlo quienes hoy critican a nuestros amigos antillanos de Barrio Adentro, médicos, entrenadores deportivos y culturales, hay alianza de pueblos rebeldes Venezuela y Cuba. Simón Bolívar y José Martí a quienes reivindicamos con lo expresado tantas veces por Hugo Chávez en certeza ineludible. Al conocer Caracas el poeta cubano padre de la independencia en su país natal, fue directamente a la Plaza Bolívar caraqueña y ante la estatua de El Libertacor expresó lo que recoge la historia, se puso a la orden del padre Bolívar con palabras de admiración y de inmenso respeto.