"Éramos muchos y parió la abuela" refrán que se hace triste realidad para los pitiyankys, en el 2023 donde los capitalistas se quitan la careta de humanistas, avanzando en pactos, sanciones, malignidades generalizadas y perversión histórica, respondiendo con torpezas al repudio que, le propinan los pueblos al sur del Río Grande y le seguirán aplicando en masa al salvajismo gringo.

1ro. de julio, en el estado de Florida entró en vigor una polémica ley sobre inmigración, la más dura de este tipo en todo EEUU, incluye medidas que afectarán a los indocumentados en el ámbito laboral, identificación, educación, transporte y salud, las empresas con más de 25 empleados deberán usar un sistema federal que, determine si sus trabajadores pueden hacerlo legalmente, se establecen sanciones penales para quienes utilicen documentos de identificación falsos o suplanten los de otra persona. Las multas son de 1.000 dólares al día por contratar a indocumentados.

Se invalidan las tarjetas de identificación y determinados carnets de conducir, expedidos en otros estados fuera de Florida, transportar a sabiendas a un inmigrante ilegal hacia La Florida resultará en 5 años de prisión y una multa de 5.000 dólares. El transporte de cinco o más extranjeros indocumentados, un menor de edad no acompañado o un contrabandista convicto, supondrá una multa de 10.000 dólares y hasta 15 años de cárcel.

La ley también exige a los hospitales que acepten Medicaid recopilar información sobre el estado migratorio de los pacientes e informar al Gobierno, en otras palabras, sapeo generalizado en gringolandia, se calcula que dicha ley proporciona 12 mil millones de dólares al Estado de Florida. El Gobernador, Ron DeSantis, anunció la cantidad de indocumentados, afectados 770 mil, se me antoja hay reacciones similares a las que, hicieron las y los chilenos al dictador Augusto Pinochet, los gobernantes gringos reciben la medicina de protesta de los pueblos. La Casa Blanca contacta, contrata y les da pleno apoyo a sus dictadores disimulados bajo la hegemonía comunicacional mundial, en la cual en el 2023 no cree nadie, ni siquiera los de la ultra derecha maltrecha aumentando penalizados o perjudicados.

Al iniciarse las respuestas de los afectados en el propio terreno gringo, una caravana partió el 23 de junio de California transitando también por los estados de Arizona y Texas incluso a través del desierto. Los convocantes han llamado a un paro y que nadie compre artículos elaborados en Florida durante varios días, objetivo, solidarizarse con los inmigrantes afectados por la ley y llamar la atención sobre los efectos de la misma.

Comprobado que los estadounidenses son lerdos para aprender, recalcitrantes en su clasismo, racismo y supremacismo, no se cansan de poner cada torta reprimiendo y utilizando lacrimógenas y otras armas compradas para apoyar gobiernos como el de Francia, en represión y un sinfín de tragadas.

Por estas razones a la vista de los habitantes del globo terráqueo, reflejándonos el desbordamiento constante del salvajismo capitalista y sus reacciones represivas, es cada vez más difícil comprender a nuestros paisanos que no han entendido por qué, los han inducido a deshacerse de pertenencias y enseres, a fin de largarse y dejar atrás esta "dictadura". Por enésima vez y posiblemente habrá más oportunidades de repetirlo, reitero son o se la dan de obtusos quienes aseguran que fuera de Venezuela se vive mejor.

La política contra los indocumentados, no solo en EE UU sino en múltiples países, donde los primeros afectados son los venezolanos de toda edad que, abandonaron su tierra natal, luchadora y cordial en paz sentimos como hermanos a las y los extranjeros y no vamos a cambiar, por el contrario deben aprender como Venezuela aumenta su embelesamiento por nuestra forma y estilo de vida. Lo claman visitantes procedentes de diversas partes del mundo, quienes han dicho que vinieron como turistas un tanto asustados por falsas informaciones de cómo se vive en Venezuela Siglo XXI, quedan atraídos y admirados, aquí no golpeamos, recibimos a quienes quieran quedarse de acuerdo a nuestras leyes catalogadas entre las mejores del mundo.