Para algunos filósofos por merecimiento y estudios dedicados a desarrollar su pensamiento e incursionar en opiniones políticas, al Presidente Maduro Moros lo señala un filósofo catalogándolo de antuvión caliginoso permanente con escasos cambios de rumbo… Los puntos suspensivos los coloco porque defiendo el proceso de cambios acompañado por millones de compatriotas, negándole razón a este filósofo sin demeritarlo, ni impedirle que dé sus opiniones abiertamente, no vivimos en ninguna dictadura.
Escudarse señalando al Presidente constitucional de presunta conducta nebulosa caliginosa antuviónica, lo combato entendiendo que, los socialistas enfrentamos a EEUU imperio homicida al cual sin dudar debemos exigirle respeto a nuestra independencia patria, descalificar al Presidente de turno electo formalmente por mayoría de votantes es estar al nivel de ciertos vende patria. De mi parte sería hacer el juego a los contrarrevolucionarios enemigos jurados del proyecto venezolano de cambios hacia la izquierda, seguir en la revolución bolivariana es decisión de los votantes, en este caso los contras enfrentarán chavistas mayoritarios y alegres desde hace más de 25 años.
Cabe una pregunta a las y los que tengan opinión similar a quien escribe catalogando de nebuloso y caliginoso al Jefe del Estado, quien es apenas el primer hijo de Hugo Chávez Frías, un presidente electo, Maduro Moros, primero de quienes vendrán, en mi gusto personal con la posibilidad de tener el privilegio de elegir la primera mujer Presidenta de Venezuela y de izquierda socialista bolivariana-chavista para orgullo histórico-político.
La pregunta es ¿se atreven a entregar el Esequibo y con esa errática política oposicionista disociada y ultra adulante alabar a los gringos que, en caso de invadirnos como lo pretenden justificar negociando con Guyana a través de la Exxon Mobil petrolera, van esos opositores a descalificar a la Venezuela que, desde los tiempos de Simón Bolívar registró en sus escritos la soberanía venezolana esequiba y orinoquense, invadida por imperialistas franceses y británicos, hoy junto a EEUU buscando guerra para mantenerse capitalistas?
Una recomendación ávida de paz desde la Venezuela Siglo XXI a los filósofos o de cualquier profesión u oficio es, preocuparse y observar la realidad venezolana, la cordialidad nacional, la forma de enfrentar la vida pacífica en esta tierra de gracia, la normalidad en momentos peligrosos por la guerra provocada por los gringos en la Ucrania del fascista Zelensky, los mismos capitalistas salvajes ahítos de reforzar la venta mundial de armas y encabezados por los estadounidenses, para salvar su economia vuelta un fiasco, es preciso enterarse mas y mejor sobre la situación del mundo en peligro nuclear.
EEUU en la continuidad de sus desaciertos y falsedades hegemónicas comunicacionales mundiales, el 7 de octubre 2023 ha defendido abiertamente a Juan Guaidó pretextando sea ese tipejo "alimaña", su designado Presidente de facto, no lo creen ni sus perversos mentirosos. Venezuela les responde así, Guaidó es investigado por el manejo premeditado y negligente de activos pertenecientes a Petróleos de Venezuela, que generaron cuantiosas pérdidas al país, cualquier intento de minimizar la corrupción con justificaciones políticas es espurio, exigimos al gobierno de los USA, ceñirse al principio universal de no injerencia en los asuntos internos de otros países, entregar al acusado Guaidó a las autoridades nuestras para seguirle proceso judicial con todas las garantías de ley, sería demostración estadounidense de estar verdaderamente comprometido en la lucha contra la corrupción.
Otra prueba de vida en paz, el CNE inicia jornada de Registro Electoral, 500 puntos de inscripción para nuevos votantes en todo el país, actualizando registro total mediante la cédula de identidad. Los malévolos lo ven y en su preferencia política, religiosa, sexual, social, intereses personales, familiares, grupales, solitario o asociado, sus planes en el lógico deseo de un superior porvenir, van con respeto democratico a nuestra abierta democracia cabal.
