Con la misma pasión y fervor con que defendemos al Esequibo, así como nos hemos puesto de lado del gobierno, sin vacilaciones, por la defensa de nuestro territorio, con el mismo ímpetu que hemos defendido y seguiremos defendiendo la Guayana Esequiba porque nos pertenece como herencia de nuestros libertadores, así seguiremos defendiendo también el derecho de los trabajadores a recibir salarios dignos como manda la CRBV y otras leyes vigentes.
Ante la disputa territorial es claro que deponemos nuestras críticas al gobierno que dirige el Presidente Nicolas Maduro Moros, colocándonos del lado de los patriotas y de quienes el 3D en el Referéndum Consultivo expresamos nuestro respaldo a la Patria venezolana, en contra de la canalla, interna y externa, que apuestan a desmembrarnos.
Defender un salario digno para los trabajadores y un modelo de reparto justo de la riqueza nacional, es un deber de quienes en estos 24 años de historia nacional hemos creímos en Chávez y en sus ideales de justicia social.
Ninguna de las "explicaciones" sobre la situación laboral impuesta a los trabajadores, y al pueblo en general, desde 2018 son satisfactorias.
Estamos claros que desde 2014 con la imposición de sanciones económicas, hemos sido víctimas de una brutal y sostenida agresión imperial como nunca antes en la Historia de nuestra República. Reconocemos muchas de las medidas y acciones del gobierno como respuesta a la agresión imperial, pero insistimos que no es sostenible que la crisis descanse sobre las espaladas de trabajadores y de las mayorías, mientras minorías se benefician.
¿Acaso alguien puede negar que sectores minoritarios de nuestra sociedad están siendo beneficiarios de un reparto injusto de la renta mientas vastas mayorías padecen exclusión?.
Es comprensible que los responsables de la política económica, ante la caída brutal de nuestros ingresos petroleros, así como ante el cerco económico (derivado de las sanciones) que no tenía otro propósito que implosionar nuestra sociedad, hayan impuesto una especie de "economía de guerra"; pero no se justifica eternizar medidas que afectan solo a mayorías, mientras minorías se enriquecen y reciben la mayor tajada en el reparto.
El levantamiento progresivo de las sanciones económicas y la superación progresiva de la situación crítica de la economía petrolera debe traducirse en mejoría progresiva de las condiciones de vida de las mayorías.
El gobierno nacional debe imponer políticas serias y sostenidas dirigidas a confrontar a quienes desvían el erario publico con fines particulares, no hacerlo es amparar las mafias que como los que desfalcaron PDVSA con la trama de los cripto activos y hoy gozan de impunidad.
Los recortes y ajustes que se hagan, en el marco de lo necesario y de lo imprescindible, deben ser amplia y suficientemente explicados a la gente. No hacerlo es desconfiar de quienes sufrirán las consecuencias de las medidas y, en última instancia, deberían respaldarlas por dolorosas y difíciles que sean.
El pueblo mayoritario ha dado respaldo mas que suficiente al gobierno, es el gobierno actual quien actuando, en muchos casos a espaldas del pueblo, ha dejado de respaldarlo.
Millones de trabajadores y jubilados que hoy reciben ingresos que no cubren lo mínimo requerido obligan a que el gobierno revise concienzudamente la política de reparto de la riqueza que se esta imponiendo y se plantee los cambios y rectificaciones necesarias.
El tiempo del neoliberalismo que impuso la cuarta republica fue enterrado a finales de los años 90. Hay que insistir en lo que durante mucho tiempo se dijo dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada.
Aplicación de la CRBV, de la LOTTT y un modelo de reparto justo de las riquezas de nuestra Patria, cualquier cosa distinta es transigir con los enemigos del pueblo y de las causas de las mayorías.
El Esequibo es nuestro y lo defenderemos, pero también el derecho a que la renta se reparta incluyendo a las mayorías.