BINÓCULO Nº 533

El derecho siempre ha sido torcido

Recuerdo que mientras hacía mi doctorado en Ciencias para el Desarrollo en la Universidad Bolivariana, por cierto, uno de los mejores del continente y totalmente gratis; y que por cierto lo dejé por la mitad, varias veces tuvimos serías e interesantísimas discusiones. Confieso que fue el periodo de aprendizaje más emocionante, pues teníamos profesores brillantes, investigadores con muchos libros publicados, que estimulaban la discusión, cualquiera fuera el tema. Mi compañero de juerga, Miguel Baloa y yo, presentamos una performance superinteresante sobre la contra cultura, que fue muy aplaudida y debatida al mismo tiempo. Habíamos egresados de diferentes áreas: periodistas, abogados, sociólogos, arte, historiadores y muchos educadores.

Recuerdo que uno de los puntos que yo más expuse, fue la tesis de que el derecho es uno de los principales problemas de la sociedad. Porque en su esencia, el derecho no imparte justicia, sino injusticia.

El derecho surge de la necesidad de conducir a las sociedades agrícolas de la humanidad antigua, hacia un objetivo común, garantizándole la paz social y algún tipo de orden productivo. Y surge de las primeras formas primitivas en los intentos para construir el Estado, y se hizo necesario delegar en algunas autoridades (caciques, reyes, chamanes, sacerdotes) el poder, se hizo también necesario determinar cuáles serían las reglas de sucesión de dicho poder, cuáles serían sus alcances, sus formas, sus métodos. De esa manera, se fue estableciendo una costumbre, una manera de hacer las cosas, que fue fundamental para el nacimiento del derecho.

Las primeras normas y leyes se ejercieron y preservaron oralmente, y eran sólo fórmulas breves que regían el intercambio, o que solventaban posibles disputas en torno a la propiedad o la violencia. Pero a medida que la sociedad se hizo más compleja, también se complejizaron las leyes, y surgió así la necesidad de tenerlas por escrito para conservarlas, o siendo ya demasiado complicadas para memorizarlas.

Hasta allí todo muy bien, hasta que los poderosos y los ricos, torcieron el derecho. Nunca se pensó en los pobres, ni en su defensa, porque de hecho los pobres no eran seres humanos, valían menos que una vaca o un caballo, mucho antes de que existiera la esclavitud. Imagine en tiempos de la esclavitud. Fue así cuando los griegos, fue así cuando el imperio romano, y después en el mal llamado mundo moderno, que era, básicamente, Europa, propietarios de África y Asia, cuya población sometieron con carácter de esclavitud, que aún ocurre en algunos países.

Todo es mercancía en el capitalismo, y de todo se hace una mercancía. El Sistema judicial en Estados Unidos, es una mercancía, porque quien no puede pagar es vendido a empresas que los administran mientras pague su condena, como una mercancía. Luego, es una ilusión creer que el derecho sería de otra manera. Sabemos que hay prisiones privadas a 100 metros de profundidad de la tierra, de la que es, literalmente, imposible escapar. También son comunes el uso de tobilleras o muñequeras que ordena poner un tribunal y que no permite al detenido moverse hasta determinada distancia. Además, para todo se requiere un abogado en la sociedad moderna, y todo genera una demanda, razón por la que proliferan los bufetes y las universidades están llenas de estudiantes que se convertirán en buenos abogados, pero jamás para defender a un pobre. Es una de las profesiones mejor cotizadas… Al servicio de los ricos. Es casi imposible, tanto en Estados Unidos como en cualquier país del mundo, ver a un poderoso condenado tras las rejas. El derecho, tal como existe, es profundamente contrarrevolucionario y enemigo del pueblo. Es el mismo sistema judicial que está presto a juzgar a un presidente porque le pagó a una prostituta por sus servicios sexuales, pero incapaz de sancionar a algún mandatario o exmandatario, por haber asesinado a cientos de miles de personas en sus aventuras por el mundo. El mismo sistema judicial que es incapaz de advertir que tal acción militar, aunque dejó víctimas lamentables consideradas como "error de cálculo", no fue intencional. Es el mismo sistema judicial que dijo que el teniente William Calley, autor de la matanza de My Lai en Vietnam, no era culpable porque estaba en una acción contra el vietcong, a pesar de que solo encontraron tres fusiles, pero Calley y sus hombres, violaron, torturaron y asesinaron a 504 personas, todos ancianos, mujeres y niños. Incluso el último grupo de personas, primero les tomaron fotos y luego los asesinaron. No había ni un solo vietcong en esa foto. Solo mujeres aterradas y niños llorando.

En el derecho romano las reglas valen no por la fuerza de quien las impone (un rey, un legislador) sino por el valor del conjunto. Los juristas romanos dicen que la fuente específica, primaria y paradigmática del derecho es el pueblo, que puede producirlo, pero no puede ir en contra de él.

Todo eso fue tergiversado a lo largo de los años, y el derecho hoy es la barbarie que conocemos, por ello, la vieja discusión en torno a que "la justicia es la virtud de cumplir y respetar el derecho, no la virtud de crearlo". Si claro, no se retroalimentan. ¿Han visto algo más contrarrevolucionario que eso?

Por eso el derecho es una descomposición moral, porque es una contradicción en sí misma. Es totalmente moldeable, pero siempre a los intereses de quienes detentan el poder, nunca a favor de los más necesitados. Junto con la religión y la banca, conforma uno de los tres peores males de la sociedad. Y nunca habrá revolución, mientras esos males estén presentes en la sociedad, peor aún, detenten el poder.

Es el mismo derecho que presencia el genocidio de mujeres y niños que se produce en Gaza y Rafat y se calla la boca, el mismo derecho que conspiró con el poder para quitarles a los trabajadores sus reivindicaciones que les había costado 100 años de lucha, perdidos en tan solo 10 años. Es uno de los más acabados instrumentos de la burguesía: la actualización del derecho, el "perfeccionamiento" de las leyes, elaboradas cada vez más a favor de los poderosos y en contra de los desposeídos.

Caminito de hormigas…

"No hermano, la gente de la oposición está muy arrecha, por lo menos aquí en Carabobo, porque no las han tomado en cuenta para un coño. Les han ofrecido recursos, pero los tienen engañados con eso. Ya varios han dicho que no los convoquen para un coño. Y algunos son gente que mueve masa, pero no les han dado ni para la gasolina", este fue el cuento que me echó un gran amigo opositor.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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