El periodista Juancho Marcano miraba, desde su jardín, a través del cristal de la alegría, como sonreían las plantas del paisaje por las caricias que les dejó la sutil agua caída del cielo en horas de la noche. "Es un espectáculo ver y hasta palpar la emoción de los árboles por los besos que le da la lluvia", pensó.
Estando extasiado ante aquel panorama, vio a su perro Pipo que venía apurado desde la casa hasta donde estaba él y se sorprendió, y por eso le preguntó: ¿Qué te pasa, Pipo?
El perro no respondió, si no le abrazó sus piernas y le dijo: "Felicitaciones, Juancho, pues escuché en la emisora comunitaria que esta semana es el día del periodista y por eso te felicito, porque para mí tú eres el mejor periodista del mundo y no sólo porque haces bien el periodismo, sino por la buena persona que eres, y aparte que siempre tratas de defender a los animales y a las plantas, que en este mundo son los seres vivos mas indefensos de este planeta que marcha de cabeza, por no tener hombres como tú, si no que existen humanos que de humanos no tienen ni una chispa de caridad ni con sus semejantes ni mucho menos con nosotros, los animales y las plantas".
El periodista se sintió abrumado por lo dicho por su perro, pero éste continuó: "No te sientas que te exalto mucho Juancho, pero ese es mi pensado, independientemente de lo que piensen los demás, que de paso hay muchos que no tienen los méritos que tú tienes y tienen la santa voluntad de querer quitarte honras, y eso no es así, aunque todo eso lo hace la mezquindad, el egoísmo y la hipocresía que les carcome el alma y el espíritu".
"Juancho, continuó el perro, por otra parte: ¿Por qué eres periodista?"
- Para defender las causas justas y sobre todo para defender la flora y la fauna.
- Bueno de eso no hay duda, lo apruebo. Pero yo también quería decirte que antes de oír lo del periodismo, escuché en la radio que Beltrand Russell decía que "nunca moriría por sus creencias porque podría estar equivocado". ¿Tú qué opinas al respecto?
- Que tendría sus razones y sus experiencias al respecto. No todo lo que brilla es oro, en cuestión de creencias. Tal vez por eso Rusell emitió esa frase. Aunque hay fanáticos que son capaces hasta de morir por sus credos.
- Exactamente, Juancho, dijo Pipo, y dejó al periodista contemplando el bello paisaje.
