El Secretario de Estado Antony Blinken acaba de proclamar a Edmundo Gonzalez Urrutia Presidente Electo de Venezuela. No es la primera vez que en Washington intentan decidir quién debe presidir el gobierno de Venezuela Parece que en Washington ya olvidaron el motivo por el que obligaron a la oposición fantoche de Venezuela a que tirase por la borda a Juan Guaidó un títere a quien Estados Unidos obligó a sus vasallos a reconocer como Presidente Provisional de Venezuela.Los gobiernos se reconocen porque en efecto controlan un territorio en el que hay intereses de otros países. En el caso de Venezuela, Occidente, por las sanciones que él mismo impuso a Rusia como proveedor; para castigar al Presidente Vladimir Putin; como si le compraran antes a Rusia el petróleo por simpatías políticas. Se lo compraban antes, por simpatías y no porque lo necesitaban. Esas compras oscilan en torno al millón de barriles diarios. Cuando los precios del combustible subieron a precios tan elevados que amenazaban la estabilidad política de los gobiernos del Occidente colectivo. Fue entonces que se les ocurrió negociar con el gobierno de Nicolás Maduro quien de modo efectivo controlaba el acceso al petróleo venezolano. Por eso terminaron abruptamente la comedia de Juan >Guaidó Presidente interino de Venezuela. Ahora van a repetir la comedia proclamando a Edmundo González Presidente Electo; pero por mucho que lo proclamen, ese honorable señor no está en grado de dar acceso a las empresas occidentales al petróleo venezolano.
La única otra opción energética del Occidente Colectivo, para comprar la energía que necesitan, es reconocer a Nicolás Maduro como Presidente de Venezuela y continuar los acuerdos actuales. Eso a menos que prefieran quitar las sanciones a Iran en el momento en que se encuentra envuelto en un conflicto con Israel, algo que por la influencia del Lobby sionista en Washington equivale a un suicidio político. Creo que lo más razonable para Washington es reconocer la decisión del ́órgano encargado de proclamar los vencedores de las elecciones en Venezuela; que es el Consejo Supremo Electoral de Venezuela y no el Departamento de Estado de Estados Unidos