Se desinfló María Corina Machado: la mató la Ley Constitucional contra el odio

Cunde en las redes sociales y en los espacios de opinión digital que Nicolás Maduro y su gobierno no se prepararon para repeler lo que, como una crónica de hechos anunciados, se avecinaba después de las elecciones, en las que previsto estaba que el sector extremista de la oposición cantara fraude. Latones de tinta digital se observaron impresos: en general, las expresiones concluyeron que, inepto el candidato y su tren de gobierno, justo es que contra ellos ocurriese lo que ocurrió en las calles el lunes e irresponsable es que se permita que tales hechos ocurran contra la paz de los venezolanos por no prevenir. Por supuesto que hay otros latones que avalan de modo tácito lo que ocurrió, hasta pareciéndole injusto que no haya ocurrido más.

El hecho es que ya se terminó. Se espichó María Corina Machado (MCM) y su candidato "tapa", Edmundo González Urrutia (EGU). No más cauchos expidiendo humo en las calles, trancando avenidas; ni saqueos a los comercios, ni terror guarimbero, eventos acaecidos solamente el día 29 de julio, un día después de las elecciones. De manera que su grito de guerra contra el fraude, lanzado con la idea de incendiar la pradera como en elecciones anteriores, desancló de la tierra venezolana, aunque, como todo grito, se elevó y arrancó en otros seguidores exteriores las pasiones ansiadas.

Un tendencioso medio reseña así su convocatoria para el día sábado 3 de agosto, presumiblemente para opacar con caos la concentración popular que, a su vez, había hecho el líder bolivariano: "A diferencia del cierre de campaña el pasado 25 de julio, en esta ocasión había más espacios vacíos."[i] Notable es resaltarlo, más allá del modo cauteloso de este medio aliado para ocultar las ronchas ("más espacios vacíos" tiene su equivalente en "poca gente"); y enfática fue también la ambición de MCM en su frustrada convocatoria: llamó a los ciudadanos a que salieran en "familia" "en todas las ciudades" para "cobrar" la victoria electoral, mientras, paradójicamente, ella pasaba a la clandestinidad.[ii] [iii] Nótese, además, que tanto en la convocatoria como en la escasa concentración misma no estuvo presente el candidato EGU, siendo el hecho que la chica nunca fue candidata legítima para nada por estar inhabilitada.

La aprobación en 2017 de la Ley Constitucional contra el Odio, por la Convivencia pacífica y la Tolerancia (LCOCT), hizo, en gran medida, mella en el hundimiento del barco ultraderechista opositor y constituyó, a la vista de los resultados, un hecho estratégico por parte del gobierno, hoy complementado con diversas tácticas operativas bastante exitosas. En primer lugar, dígase que dicha ley, que nació al calor de la experiencia en medio del hervideros desestabilizador opositor de 2017, se enfoca penalmente en sancionar a personas jurídicas y naturales que profieran expresiones de incitación al odio tanto en los medios de comunicación (redes sociales) como en la convivencia de facto; en segundo lugar, que demostró alta eficiencia al acompañarse su aplicación con la proyección de imágenes de las personas sancionadas en los mismos medios utilizados para cometer el delito.

Su número mágico y terrorífico en general es diez: diez años de cárcel para los odiadores, con penas que pueden extenderse a veinte. Posee dos artículos centrales, pudiéndoseles denominar causa-efecto:

Se prohíbe toda propaganda y mensajes a favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial, étnico, religioso, político, social, ideológico, de género, orientación sexual, identidad de género, expresión de género y de cualquier otra naturaleza que constituya incitación a la discriminación, la intolerancia o la violencia (Art. 13).

Quien públicamente o mediante cualquier medio apto para su difusión pública fomente, promueva o incite al odio, la discriminación o la violencia contra una persona o conjunto de personas, en razón de su pertenencia real o presunta a determinado grupo social, étnico, religioso, político, de orientación sexual, de identidad de género, de expresión de género o cualquier otro motivo discriminatorio será sancionado con prisión de diez a veinte años, sin perjuicio de la responsabilidad civil y disciplinaria por los daños causados (Art. 20)[iv]

En virtud de esta ley, protagónica desde el acaecimiento de los desórdenes del día lunes 29 de julio, dos eventos notables ocurrieron el día 3 de agosto, día de la "mega convocatoria" hecha por MCM: (1) no hubo la afluencia ciudadana ni tampoco las repercusiones violentas esperadas con su concentración (lo cual es una anomalía ultraderechista) dado que se respiraba un aura de "delito" en el ambiente por los muchos llamados a la violencia y el odio que desde el lunes habían hecho los revoltosos, ausentes, por lo visto, en el acto político de marras, espantados, con toda seguridad, por las imágenes de captura publicadas por la llamada Operación Tun, Tun;[v] [vi] (2) los medios de comunicación, especialmente televisivos (Televen, Venevisión, entre otros), que en otro tiempo jugaron un papel determinante en el propiciamiento de la violencia, guardaron un silencio casi absoluto respecto de la concentración opositora, probablemente porque ella misma no era (ni es) una figura legal y porque, también, de acuerdo con la LCOCT, se contemplan multas y penas de cierre corporativos.

Podría decirse, entonces, con certeza, que ese llenado del vacío legal para castigar un delito de odio en Venezuela que se colmó con la LCOCT en gran medida contuvo la violencia esperada con la convocatoria de MCM en Caracas. Váyase a los hechos, sorprendentemente espectaculares: un funcionario de seguridad de Estado se presenta en una morada y dice; "Por el delito de incitación al odio, está usted detenido, debiendo acompañarnos"; desde el día martes, después de la quema de instituciones del Estado, hospitales, casas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), asesinato de un militar, derribo de estatuas y saqueos a locales afectos a las misiones de alimentación gubernamentales, proliferaron en las redes sociales videos de la Operación Tun Tun mostrando a chavales arrepentidos de sus actos y a madres llorando lastimosamente por el temor de detención de sus hijos, involucrados en los bochinches. Reitérese: las penas pueden alcanzar hasta los veinte años de prisión.

De manera que es falso que no se haya alcanzado un nivel de madurez y previsión políticas tanto en el gobierno como ente responsable de procurar la paz como en la ciudadanía como agente causal (contrato social). Se aprendió sobre la marcha en la oleada de protestas políticas de 2017, se tomaron medidas y hoy hay una recolección del fruto cultivado: relativa paz. Inclusive, tomando en cuenta la amenaza que le hiciera Maduro a los EE. UU. y la UE en el sentido de concederle a los BRICS la explotación de los bloques minerales asignadas a ellos, afírmese que no sólo se previno el gobierno en su misión de mantener la paz en lo interno, sino que se preparó con medidas de contraataque para lo externo.

Se acabó MCM como factor de violencia en el ámbito interior nacional con el ingente apoyo de masas. Véase la calle. Hay normalidad. Los factores comunicacionales de apoyo histórico, al topar con la pauta sancionatoria, se vieron obligados a abandonarla. La gente, los comercios y las instituciones trabajan. Su efecto fue fugaz. La misma ciudadanía opositora comenta en la calle que volver a la violencia es atraso. Ciérrese el punto aclarando que, a pesar del mea culpa de quienes incurrieron en faltas, en verdad están en aprietos debido a que la comisión de un delito de odio constituye una violación a los derechos humanos y es un hecho imprescriptible (Art. 24).

Ahora, que MCM continúe inflada en la esfera exterior, es un asunto que toma vuelo sobre otros espacios de intereses en la galaxia. Para nadie se ocultó que ni la UE ni los EE. UU. reconocerían el triunfo electoral de Nicolás Maduro: ¡si no necesitaron de la existencia de un acta para proclamar a Juan Guaidó como presidente de Venezuela (que no fue a ninguna elección), cabe esperar que con mayor razón proclamen a EGU, que fue a elección y ofrece actas como argumento! A MCM se le expiró su órbita dentro de Venezuela, pero continuará orbitando en el exterior apalancada por los intereses filibusteros de las potencias colonialistas: todavía hay para robar toneladas de oro venezolano en Inglaterra y activos de CITGO que otorgar desde los EE. UU. En ese aspecto ─¡eso sí!─ la historia está claramente escrita: el dúo MCM y EGU serán los baluartes de un nuevo y fantasmagórico gobierno paralelo financiado con los dineros de la república.

NOTAS Y REFERENCIAS

 


 

[i] ‘Miles de Personas Acompañaron a María Corina Machado En Caracas (Fotos) - Efecto Cocuyo’ [accessed 4 August 2024].

 

 

[ii] Ibid.

 

 

[iii] ‘Minuto a Minuto: Así Se Vive La Concentración Convocada Por María Corina Machado’ [accessed 4 August 2024].

 

 

[iv] Asamblea Nacional Constituyente, "ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE." [accessed 4 August 2024].

 

 

[v] ‘Operación Tun Tun - Wikipedia, La Enciclopedia Libre’ [accessed 4 August 2024].

 

 

[vi] ‘Continúa Operación Tun Tun Contra Guarimberos - Radio Miraflores’ [accessed 4 August 2024].

 

 



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Oscar J. Camero

Escritor e investigador. Estudió Literatura en la UCV. Activista de izquierda. Apasionado por la filosofía, fotografía, viajes, ciudad, salud, música llanera y la investigación documental. Animal Político https://zoopolitico.blogspot.com/

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