Madurismo o Chavismo

Hace un par de noches, Maduro dió una conferencia de prensa imitando lo peor de Chávez. Una verborrea dispersa condimentada con la lectura y muestra del minilibro con la constitución tal como hacía Chávez. Ese disperso monólogo donde aprovechó para chismear que el golpista Pedro Carmona había metido el retrato de Bolívar que preside el salón en un baño. Terminó su verborrea con un inesperado sermón donde dió lectura al evangelio de Santo Tomás sobre el Cristo resucitado. Imagino que fue una alusión inconsciente al haber sobrevivido a las elecciones del 28 de julio.

El mundo en que vivió Chávez ya no existe, se fueron él junto con él, Saddam y Gaddafy al mundo de los difuntos heroicos.

Por fortuna el nuevo contexto internacional evoluciona hacia el Mundo Multipolar Entre los cadáveres grotescos de viejas ideas. El neoliberalismo agoniza bajo la imagen hisurta y rechoncha del enajenado Javier Milei que tortura a las clases trabajadoras argentinas, entre los aplausos de la derecha más pertinaz. Destruye el residuo del bienestar que dejaron ideas muy parecidas a las suyas dictadas por el FMI a la sufrida Argentina que las aguantó antes bajo Martinez de Hoz y Domingo Cavallo .Políticas idénticas a las de Milei que culminaron con la fuga de Delarua que abandonó la Casa Rosada en helicóptero, para escapar de la furia popular. Argentina es una bella tierra a la que una vez emigré y cuyos paisajes de clima templado que siempre han despertado la codicia de los Anglosionistas desde las invasiones del 1810.

El otro cadáver insepulto visible en el decorado del actual escenario internacional es el del comunismo versión tropical de Cuba donde la gente está padeciendo el hambre que ya conocieron en lo que a su gobierno le dió por llamar el Período Especial, para esconder su fracaso a fines del siglo XX. Una situación que ahora se repite. Se repite por su adherencia al marxismo leninismo clásico, con riesgo de perecer de hambre; mientras la versión china del victorioso comunismo revisionista de Deng y Xi es exitosa exportadora de alimentos procesados al resto del mundo. La Habana debería abandonar su fracasada retórica revolucionaria y copiar los éxitos del socialismo estilo Beijing.

En el plazo que le queda a Maduro en el gobierno hay la posibilidad de crear un Madurismo socialista moderno en lugar de representar la última versión desastrosa del esteril marxismo latinoamericano. Si el Madurismo se reforma con éxito Puede con el apoyo de los BRICS constituirse en algo como un contrabalanceo de los delirios neo liberales que Javier Milei prepara en sus diálogos con un perro muerto hace siete años y que sospecho que amaestró Von Misses en el más allá.

No veo a Maduro creando un Madurismo moderno rodeado de intelectuales cosmopolitas, porque en su entorno no se distingue ninguno.

Basta con mirar las luminarias que puso en el Ministerio de Industrias, donde ninguno tiene antecedentes de haber trabajado o administrado alguna industria. Son Cuatro viceministros que resultaron estériles en ideas o creación de puestos de trabajo.

Un socialismo sin obreros industriales.La sola idea es antimarxista.. La versión Madurista del socialismo más parece orientada a tener burócratas en lugar de obreros industriales. El madurismo ha generado Proletarios, Una clase destinada a tener muchos hijos (prole ) que es el sentido romano del término (clase proletaria, llamada así en la Antigua Roma porque era la clase destinada a generar prole en el sentido de crecimiento demográfico que necesitaba la intensa actividad de las legiones romanas.

Prole venezolana cuyo futuro parece ser la emigración ,porque en su propio país no tiene oportunidad de enarbolar ni el martillo de los obreros ni la hoz de los campesinos. Una Prole cuyo destino no está en su país sino en emigrar hacia países de lengua española a ejercer empleos serviles.

Vadimir Putin señaló durante una conferencia que dio en el Club Valdai, que los chinos para expresar la idea de crisis con dos ideogramas combinados: el ideograma de peligro y el ideograma de oportunidad.

Se me ocurre que la crisis que sufre Venezuela es la coincidencia de las que sufren al mismo tiempo la producción industrial y la producción agrícola. Eso puede remediarse al mediano plazo con una sola medida política: reabrir las escuelas técnicas que Rafael Caldera cerró hace décadas en su primer gobierno. Ese debió ser el primer paso dado por la burocracia inútil instalada en el Ministerio de Industrias; porque sin mano de obra especializada no hay industria posible.

La creación de una masa de obreros capaces de contribuir con sus conocimientos técnicos a crear una soberanía industrial y alimentaria que desafíe airosamente las sanciones impuestas contra Venezuela por el imperialismo Anglosionista.

Eso sería un socialismo moderno al estilo del Socialismo moderno del Partido Comunista de China Ese pudiera ser un primer signo del Madurismo con eco en América Latina como contrapeso político a las desvaídas políticas Neoliberales de Javier Milei que enarbolaba con orgullo, como ejemplo a seguir los seguidores de Maria Corina Machado; como la última esperanza de la derecha Anglosionista en América Latina.

Aún hay espacio para un Socialismo Madurista que no sea ni una grotesca imitación de Chávez ni la imitación del fracasado experimento socialista de Cuba que no ha logrado siquiera la soberanía Alimentaria que era evidente en la Provincia de Pinar del Río. El vergel al que iban antaño a inspirarse los agrónomos de América Latina.

La actual crisis del Socialismo venezolano puede ser, como bien señaló Vladimir Putin, presentar a la vez un peligro y una oportunidad para que Nicolás Maduro Moros cree su propia marca de Socialismo generador de abundancia y seguridad, al estilo del Socialismo de China. Si la dictadura comunista trae prosperidad y seguridad para todos como sucedió en China,bienvenida sea; porque esos son beneficios más tangibles que la facultad de hablar tonterías tomando café con los amigos o la de compartir ideas en la prensa con los lectores. Una libertad que nunca me ha negado Aporrea, un diario que tiene reputación de ser chavista. Sin que en alguno de mis muchos artículos yo haya alabado al régimen de Nicolás Maduro del cual he criticado con frecuencia la falta de cuadros bien formados y la tendencia a nombramientos por amiguismo en lugar de méritos profesionales como señalé muchas veces cuando Maduro era Canciller y yo asesoraba, por benevolencia, misiones diplomáticas del Sur Global en sus negociaciones en el seno de la OMC en Ginebra. Solo la Misión de Venezuela se abstuvo de requerir mi asesoría:Nemo profeta en la Patria. Tal vez, celos de personas mediocres, porque yo era un profesional académico, formado en Europa que hablaba 5 idiomas.



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Umberto Mazzei

Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Florencia (Italia ) y Profesor Emérito de Relaciones Económicas Internacionales del Instituto Sismondi de Ginebra (Suiza)

 umbertomazzei2@mail.com

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