¡Sant Roz, deja tu enojo y no contribuyas con más fama a María Corina!

Desperté metido en Aporrea en busca de captar y leer información que borrara quizás, la intrusa como fabulosa invasión de porquería informática que me metió Instagram a media noche acá en Barcelona sobre las marchas de ese día sábado de la oposición en Venezuela y, me consigo con tu artículo -y vaya artículo sobre María Corina- donde se te fueron los frenos de tu capacidad creativa y caíste en más de lo mismo sobre lo que es capaz esa "señora", de la que tú mismo dices en tu artículo, te enviaron ese Tiktok desde los EEUU y, te pusieron a vomitar como el mismo "pendejo" que crees no eres, de sacar a flote todo lo que ella manipula para que tú se lo refriegues a los chavistas-maduristas como un ronroneo de artimañas con las que María Corina tiene acostumbrado al pueblo venezolano como la "líder" ordinaria y flatulenta cuestionadora, a la que se le puede decir de todo como la desestabilizadora antidemocrática que siempre ha sido y -ahora más perversa que nunca- como la Doña Isidora de los gringos.

Ella que es ciega y obtusa y los gringos que le dan el garrote y, ¿entonces qué? Y Maduro que se la pone bombita.

Y además sigue tan engreída que se cree la gran "líder" que nunca será ni podrá ser por lo flojo y engañoso sobre su actuación política y si la oposición se la consiguió y con ella se arropa van a pasar el frío pendejo, porque no da más para llegar a ser la Juana Arcos que tú crees que que puede ser, pero quizás en otra Roma bien lejos de la pasada y de la actual. Quizás sea la Julieta de los gringos.

Jamás he asistido a una marcha -ni de viejos, ni de pobres- y por María Corina jamás lo haría, mierda me moría de rabia. Entonces imagínate -Sant Roz- quienes asisten a esas marchas, gente de bajo pudor, rencorosa, imberbes como inmaduros, hediondas de rabias y maldades, gente pobres de ideas, pero que quieren el poder y sobre todo ella siempre lo ha querido y después que Chávez entró en la vida política de los venezolanos más y, quién la ha apoyado a ella, los gringos, siempre ha sido una "líder" de bajo perfil que las veces que ha salido fuera del país ha sido a denigrar de él y, hoy día la gente y vaya gente se la comen como si fuera un pabellón criollo de otro mundo.

Tengo en Aporrea cantidades de artículos sobre María Corina, la he amado como se ama a una venezolana indigna de mis sueños porque no me trasnocha que persigo la inocencia que no tiene, y la perdí como la estrella fugaz que no consigue el firmamento donde alumbrar y cada día menos.

Con María en el poder que desastre sería para Venezuela y como el pendejo que soy dejaría de ser venezolano por no compartir el oprobio como ignominia que degenere mi ser sin honor ni luces de mi esperanza bajo la tutela de esa arpía, apátrida por demás -¡dios me libre como agnóstico!

María Corina ilumina la antorcha de las desigualdades que corroen el alma, el alma llanera de nuestra integración y, dejad que los tontos pensad en los tontos, pero con María Corina ni al infierno, tremendo aburrimiento y a los pobres seguid sufriendo que el alma no muere, pero María Corina nos mató hace años y ella sigue como sino tuviera paz, porque su paz no es nuestra paz.

Entonces Sant Roz, amanecerá y veremos, pero con María Corina que nos odia no seremos su recetario de rencillas tercermundistas, aunque la anarquía esté de parranda.

No dejemos de recordar lo que una vez soltó nuestro libertador Simón Bolívar y que ahora como que María Corina quiere imponer con sus marchas de moda allá en Venezuela que: "Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción". Y no olvidar lo que ella más quiere y desea, como es: "Chavistas contad con su muerte".



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Esteban Rojas


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