GRIPE Y REVOLUCIÓN
El Presidente, quien no descansa ni porque le dé gripe, aprovechó la Semana Santa para establecer con algunos de sus más allegados, nuevas líneas de funcionamiento de su gobierno, dentro del camino hacia el Socialismo. El y muchos de nosotros, estamos más que convencidos de que no se ha avanzado más y no es posible hacerlo como se quiere, con las gríngolas y la cosmovisión de la burocracia cuarto-republicana y la herencia política heredada de esa era cercana, de la cual tanto nos ha costado deslastrarnos. Dentro de pocos días tendremos anuncios sobre “cómo se batirá el cobre”, en esta nueva y novedosa etapa que será el gobierno y administración de Hugo Chávez, a partir del primer cuatrimestre del año. Ya vienen anuncios derivados de la Ley Habilitante…
CONOZCO AL MONSTRUO POR DENTRO
Ya José Vicente adelantó algo en la sección más esperada de su programa de TV, el domingo pasado. Y pidió que se investigara. Soy de los que pienso que un gobierno que se precie de “revolucionario” no debería permitir que existiesen antros de juego, que -además- producen pérdidas y mala imagen al gobierno, como los hipódromos, comenzando por el de La Rinconada. El INH como institución gubernamental es una de las mayores incongruencias de nuestro experimento revolucionario. De sólo pensar que allí se instalaron Misiones educativas (Róbinson, Ribas y Sucre), al lado de la “escuela del juego de los caballos”, en la que los pobres (jugadores) le dejan el dinero a los ricos (dueños de caballos de carrera), da grima. Es como si el gobierno estuviese de acuerdo con Hood Robin en vez de estar en la línea de Robin Hood (que le quitaba a los ricos para darle a los pobres). Allí tuvo lugar una lucha, durante el gobierno de José Gregorio Zambrano -quien enderezó más de un entuerto-, para acabar con las transmisiones de las carreras por radio, ya que eso magnificaba el juego paralelo facilitando las apuestas (y pérdida de dinero) a los sectores más desposeídos de la población (la que habita en pueblos pequeños y en barrios pobres), y se logró acabarlas. Ahora, el nuevo gobierno hípico, según denunció JV, pretende reanudar esas transmisiones ! Eso lo que hay es que cerrarlo y transformarlo en pista atlética o similar, que agrande el complejo deportivo que debe conformar el campus de la Universidad Bolivariana. Y dejar de creer en pajaritos preñados, y de estar vendiéndole al Presidente la idea de que eso es “un deporte”. Si eso es un deporte, es el que más dinero en apuestas genera y mueve en todo el país. Y si es un deporte, ¿Cuáles son los atletas?: ¿Los caballos? ¿Los jinetes?...Y ¿ quienes se mueven más ? ¿ Los “atletas” o los billetes ? ¿ Cómo es posible que el INH siempre se encuentre técnicamente (y realmente) quebrado mientras el conglomerado de Centros Hípicos (o Banca Paralela que es casi-casi lo mismo), y las organizaciones de propietarios de caballos, manejen estrambóticas cantidades (en millardos) de bolívares ? Que dizque existen maffias, denunció José Vicente… ¡Pero si eso es así desde que el arco iris era en blanco y negro! Lo que pasa es que ahora también las integran sujetos de gorrita y franelita rojas rojitas…
Y A PROPÓSITO DE LEY SECA Y SEMANA SANTA
Pocos frutos rindió la cuestionada Ley Seca, al confrontarla con las cifras de accidentes y muertos del último asueto. En nuestro encuentro anterior escribí: “Pienso que este decreto de Ley Seca es un buen comienzo y debe, en el futuro inmediato y perfectible, endurecerse.” Ahora pienso que en vez de “endurecerse”, deben tomarse medidas en conjunto que contribuyan decisivamente a reducir las muertes en nuestras carreteras. Porque resultó tan drástica la “Ley”, que por ejemplo, usted estaba en un restaurante en una ciudad (no en la carretera) y le negaban la posibilidad de tomarse una inofensiva cerveza con la comida. Y esto cayó muy mal. Lo peor fue que el remedio dispuesto, poco sirvió de “cura”. Porque al parecer se produjeron más muertes. Un vocero oficial dijo por allí que era que “ahora viajaban más personas por carro…”(!) Creo que en nuestro país debería hacerse como en otros, más serios, en los que se multa a quienes no utilicen el cinturón de seguridad y no se permite que circulen vehículos que no los tengan. Eso ahorraría vidas a montones. Deberían pasarse por la televisión (pública y privada) unos vídeos -que existen- sobre lo útiles que resultan los cinturones de seguridad a la hora de una colisión o un volcamiento. Y eso sí, conductor que pillen borracho debe ser detenido junto con su automóvil, al menos por 72 horas, y multarlo. Y llevar un registro para que a la tercera vez que incurra en esta irregularidad, le sea quitada y no-renovada su licencia de conducir. Lo otro es prohibir, como se hizo en un tiempo (creo que en el primer gobierno de Pérez), el expendio de bebidas alcohólicas a orillas de carretera. Fijo. Y lo otro es relanzar la inspección de vehículos, en cuanto a revisar los cauchos con los que rueda, las luces con las que “mira y se deja ver”, y los frenos, con los que evita chocar, atropellar gente o irse por un barranco... Por lo menos esos tres elementos esenciales. ¡Ah! Y arreglar las carreteras que están en mal estado. Esas atentan principalmente contra los pobres, contra los que no podemos darnos el lujo de viajar en avión, ni podemos comprar camionetotas rústico-lujosas, que son las que aguantan tanto hueco y tanto “policía-acostado”.
SI POR ALGO GANÓ VOTOS BERNAL
Pensé que jamás recuperaríamos Sabana Grande. Y aunque esa sabana no sea tan grande y la veamos como un valle estrecho rodeado de tiendas y cafés, no imaginan la satisfacción que sentí al “caminarla” de nuevo. Fue como descubrir un “nuevo” espacio en Caracas. Parece un sueño que ya no esté aquel laberinto facilitador del atraco impune en que se había convertido esa zona de la ciudad, que en otros tiempos fue tan amable sitio de encuentro. Recuerdo que cuando uno venía del interior del país, iba a Sabana Grande a encontrarse con los paisanos en la capital, para departir y compartir algún café, hablando de lo que muchas veces no se comparte en la ciudad donde se vive, por razones de trabajo o falta de tiempo. Enhorabuena por quienes hicieron posible esta “hazaña”. Y felicitaciones a Caracas por ese rescate.
GUION EN VARIOS ACTOS: AMOR POR INTERNET
Se encontraron a principios del 2004, a través de un portal de Internet. El, llamado José Miguel Ubiz (25 años) y ella, Betsabé Allaín Robles (21 años). El, español de Andalucía. Ella, venezolana del Zulia. Estuvieron tratándose durante dos años a través de relaciones cybernéticas. José Miguel visitó en dos oportunidades Venezuela. Estuvo en El Manzanillo, Municipio San Francisco, del Estado Zulia, visitando a Betsabé. Conociendo “en personas” a ella y a su familia. Luego ella, en Febrero del 2006, abandonó sus estudios de octavo semestre de Ingeniería y se mudó a Cádiz, España. Se casaron el 6 de Mayo del 2006 y se quedaron viviendo en la “madre patria”. Pero la relación con la “sudaquita” no duraría mucho. Algo sucedió en la relación que molestó tanto al José Migué, que decidió asesinar a Betsabé, descuartizándola luego para poder introducirla en una pequeña maleta de apenas 30 por 60 centímetros y dejarla botada y semi-enterrada en una zona rural conocida como Puerto Real. El pasado jueves 12 de Abril (2007), un lugareño se topó con la extraña maletica abandonada y guió a la policía hasta el sitio, donde los gendarmes se encontraron con el macabro hallazgo. Betsabé por supuesto había desaparecido de su lugar de habitación desde octubre del 2006. Su madre, Elizabeth de Allaín, estuvo llamándola por teléfono, como solía hacer todas las semanas, pero al no tener noticias de ella, se fue hasta España a averiguar sobre el paradero de su hija. En vista de la presencia de su suegra y de la preguntadera, José Miguel puso la denuncia de la desaparición de Betsabé en la Comisaría Provincial de Cádiz, el pasado 9 de octubre del 2006 (aproximadamente dos semanas después de su muerte). A los días, su suegra regresó a Venezuela, en vista de que pasaba el tiempo y Betsabé no aparecía. Luego Juan Miguel retiraría la denuncia alegando en la Comisaría que había visto a la que había
sido su esposa, en Sevilla. “Que estaba bien” y que había dicho no querer saber más de él ni de su familia”. A su suegra la llamó tres meses después para decirle que su hija se había ido con otro hombre, se había mudado a otro poblado de Andalucía, pero que estaba bien de salud “y sin problemas”. Lo malo fue que cuando apareció la maleta con el cadáver de su desparecida esposa, Juan Miguel fue detenido en la Comisaría del Puerto de Santa María, Andalucía, como principal sospechoso, mientras se aclaraban las cosas. En vista del cúmulo de evidencias en su contra, José Miguel se suicidó en su celda el pasado domingo (15) a eso de las tres y media de la madrugada. Ese mismo día esperaban en Maracaibo por el cadáver de Betsabé. Así terminó el último capítulo de esta absurda “historia de amor” -vía chat- entre Juan Miguel y Betsabé. Por cierto que la computadora en España quedó encendida, tal vez en espera de que cayera otra “afortunada”…
LA DECADENCIA GRINGA EN ASCENSO
Tenían tiempo diciendo los especialistas que cuando un país llega a tener el uno por ciento de su población tras las rejas, por los delitos que fuere, eso era un síntoma inequívoco de que las cosas andaban bastante mal. En los Estados Unidos hace tiempo que se superó ese porcentaje y ya casi están en el dos por ciento. Como es un país tan grande, los términos absolutos son impresionantes. Alrededor de 6,5 millones de presos. Y los récords que se “baten”, caen uno tras otro. La última masacre rebasa todos los números contados con anterioridad. Me gustaría escuchar la opinión de Michael Moore en torno a esta última masacre en Virginia (con 32 asesinados), quien ya ha dado bastante de qué hablar con la película que hizo sobre la masacre de Columbine, su pueblo natal, en la que un par de estudiantes masacraron a doce personas, incluyendo a una profesora, y luego se suicidaron. Moore le ha montado una guerra sin cuartel a la posesión y porte de armas en su país (apoyados en la Constitución de los EEUU)… sin éxito.
CREO QUE NOS ADELANTAMOS, PAGANDO
Si nos aguantamos un poquito, tal vez no hubiésemos tenido que pagarle a una institución que cae en barrena hacia la quiebra como lo es el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta organización, formada por 185 países, dizque “para garantizar una cooperación global monetaria, asegurar estabilidad financiera, facilitar el comercio, promover el crecimiento económico y el empleo, y hasta reducir la pobreza”, no ha significado otra cosa en Latinoamérica que miseria, deudas obscenas, y hasta confiscación de riquezas, cobardemente quitadas a los países más pobres. La nueva realidad económica, traducida en devaluación contínua del dólar, gracias a los nuevos destinos que los inversionistas dan a sus dineros, más la disminución de las reservas internacionales que países como China, Rusia, Irán, Singapur y Venezuela hacen en dólares; al mismo déficit de 107 millones de dólares que alcanzará el FMI en el 2007; a la disminución sustancial de las deudas por parte de los países en desarrollo y los mercados emergentes, y al crecimiento sostenido de países como Venezuela y Argentina, liderando a toda una región que no necesita ahora de sus préstamos, pronostica un cierre por inconsistencia en un futuro no muy lejano. A lo mejor, si nos hubiésemos esperado, nuestro dinero hubiese servido exclusivamente para pagar pasivos laborales de la reducida nómina de ese otrora poderoso Fondo.
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