Sus orígenes, sus luchas, la superación de la concepción gremialista y la realidad actual

15 de enero día del maestro

CONTEXTO

En la República Bolivariana de Venezuela cada 15 de enero se conmemora el Día del Maestro, su origen se remonta al año 1932, con la fundación de la Sociedad Venezolana de Maestro de Instrucción Pública (SVMIP), para en 1936 transformarse en la Federación Venezolana de Maestros (FVM).

Importante analizar el protagonismo social y político de estás organizaciones de lucha que agrupaban los trabajadores de la educación venezolana, dejó una impronta profunda en el alma de la población, fue trascendental a tal punto que aún en nuestro días sentimos y valoramos su influencia y además aportó líderes magisteriales, de la gigante dimensión del honorable maestro, filósofo y humanista Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien -junto a otros maestros- se convirtió en referencia nacional e internacional. En conjunto fueron conductores de grandes luchas por la transformación social y política, el fortalecimiento de los derechos de los trabajadores de la educación, por el cambio del sistema escolar y la protección de los educandos. Veamos los elementos más resaltantes que definieron la estructura de ambas organizaciones.

En el año de 1932, en plena dictadura de Juan Vicente Gómez, sin libertades de ningún tipo, sin posibilidad de hacer saber ni valer las más mínimas exigencias políticas, económicas, sociales y educativa para un pueblo ayuno de conocimientos, saberes, carente de protección social, sin salud, ni viviendas, dentro de un régimen de servidumbre, semifeudal, casi esclavista, atrasado, colonizado o neocolonizado, un país subordinado a los intereses imperiales, a factores de poder extranjeros, en manos del lucro foráneo y de una clase social privilegiada, dentro de una sociedad donde imperaba el oscurantismo, el atraso, y las puntas de las bayonetas, la cárcel y la muerte para el poema y el poeta, para el niño, el joven y el adulto, el silencio. El dominio dictatorial impuesto era total, prohibidas las organizaciones políticas, los movimientos sociales, se vivió bajo un régimen de terror y persecuciones.

En la dictadura de Juan Vicente Gómez, quienes se atrevieran a plantear una reivindicación, la más simple, por muy justa que fuese su causa, les esperaba la cárcel, el destierro o el pico y la pala junto a unos pesados grillos, para demoler cerros y construir carreteras y así encontrar, sin contemplaciones, ni consideraciones de ningún tipo, el sufrimiento, la tortura, el silencio aterrador y la consiguiente muerte, de igual manera, la prisión y la persecución, el rechazo social, la mas absoluta negación de derechos individuales o sociales para todos aquellos que se atrevieran a gestionar algún asomo de organización o agrupamiento social, aun cuando se tratara de ramas de las industrias y el comercio o de la cultura, menos aún, si se trataba de derecho políticos, el de organizarse en sindicatos, gremios o partidos políticos que promovieran la participación de la ciudadanía en la vida pública, el ejercicio de la democracia, lo más simple, como el hecho, que los trabajadores pudieran reunirse y discutir sus intereses laborales, estaba totalmente prohibido, todo, absolutamente todo, estaba bajo el mando y la mano férrea del dictador y marioneta de los intereses extranjeros, quienes le ofrecían y daban toda clase de apoyo para que se mantuviera en el poder.

Dentro de ese ambiente político de terror y falta de libertades absolutas, pensar en una organización o movimiento sindical, en este caso de los maestros y educadores en general, era un desafío grandemente temerario, casi imposible, ilimitadamente riesgoso, donde la libertad personal y la vida estaban en peligro, pero las sociedades humanas no se detienen, avanzan por encima de los obstáculos y los imperios, conquistando mejoras y libertades.

En ese ámbito social-político de represión y falta de libertades, tenebroso, pensar en algún derecho civil, propio, natural de la vida republicana, era suicida. Dentro de esas circunstancias, se levanta la voz de los maestros y se crea la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (SVMIP), con la impronta del MAESTRO DE AMÉRICA, Luis Beltrán Prieto Figueroa y otros dignos docentes. Miguel Suniaga, su primer presidente.

En principio, se crea con el perfil aparente de ser un GREMIO, una sociedad civil, para las mejoras de salarios y condiciones de trabajo de sus afiliados, es decir, de los maestros, era su lineamiento ante el gobernante dictador, era aparentemente una organización reivindicativa, no obstante, ello, en el pensamiento de los maestros no era suficiente, no se alejaron, ni les fue indiferente la LUCHA POLÍTICA (fue lo central y fundamental de su accionar) dentro de ese ambiente de dictadura, no fueron organismo "neutro", "imparcial", ni "apolítico", tampoco fueron apéndice de organizaciones partidistas, (estás para la fecha no existían), así como tampoco los sindicatos ni la Ley del Trabajo. Los partidos a lo sumo eran embriones en lo organizativo, no habían terminado de nacer.

PERFIL

Sus dirigentes hicieron aparentar que la SVMIP era un instrumento de lucha gremial, pero en la realidad de su ejecución, de su práctica era el de un organismo con un claro perfil político y filosófico, no alejado ni aislado de las aspiraciones más sentidas de la sociedad, desde el campo educativo se proponían transformar las condiciones sociales que impedían el avance social y político. El diseño del sistema educativo constituyó una estrategia muy bien pensada y desarrollada. Al inicio de su existencia organizativa y a lo largo de los años, así se evidenció, casi inmediatamente de su constitución estableció como uno de sus propósitos transformar el modelo educativo, cuyo impacto, para la vida de un país entre rejas, fue de suprema importancia para las posteriores luchas creadoras de condiciones que permitieran el nacimiento de organizaciones políticas y de toma de conciencia de los derechos ciudadanos para la tercera década del siglo XX, que aún no se había iniciado en nuestra república cuya característica era el dominio y sometimiento por el terror y el látigo gomecista.

Es de destacar, que en la SVMIP no privó el limitante y castrante criterio gremialista, cuya naturaleza de acción está destinada para el exclusivo beneficio de sus agremiados siendo excluyente para el resto de los integrantes de la sociedad, es decir, bien sabemos que el pensamiento o la concepción gremialista, como tal gremio, no se plantea conquistas ciudadanas para la totalidad de la sociedad, ve con indiferencia y poco le importa el régimen político imperante, sea dictatorial, fascista, monárquico, democrático burgués, o socialista, lo que le interesa al gremio es lograr determinados beneficios para sus miembros afiliados, por tanto su accionar es economicista y de orden reivindicativo, sin importarle absolutamente más nada en cuanto a la estructura sociales y políticas, en una palabra la actuación del gremio es sacar la mejor tajada o provecho al sistema sin condenarlo ni transformarlo.

ACTUACIÓN Y SÍMIL

La SVMIP en su creación y acción no fue concebida ni actuó como un organismo gremial, de haber sido así, no hubiera dado a la sociedad venezolana, los importantes aportes, que contribuyó al avance del modelo educativo y el de su filosofía, aún hoy día están presente. Su máxima, la educación popular, del pueblo y no una educación al servicio de grupos y privilegiados sociales.

El Estado docente se perfila en esas luchas, en el pensamiento de sus líderes y forjadores de patria.

Significativo destacar esto, lo del no encierro de la SVMIP, en la simple concepción ideológica gremialista, tan importante es, (necesario un símil), imaginemos por un momento, si los abogados, Juan Germán Roscio, Miguel Peña, Miguel José Sanz, Cristóbal Mendoza, hubiesen pensado con el sello, con la filosofía, con la ideología gremialista, con un pensamiento grupal, no hubieran aportado a nuestro país brillantes ideas en la construcción de la patria, ni hubieran hecho posible su partida de nacimiento, ni construido el andamiaje jurídico que dio vida a nuestra República, así, con una hipotética concepción gremial, éstos insignes jurisconsultos, en nada hubieran contribuido a la formación ciudadana del pueblo, se lo hubiera impedido el estrecho marco clasista del gremialismo, del grupalismo aldeano, de los privilegios, como expresión de la ideología absolutista dominante, absolutamente imposible que nuestros primeros profesionales del derecho, con un soporte conceptual gremialista, pudieran haber logrado las convicciones, haberse formado como pensadores, creadores de las ideas que fueron soporte de esa trascendental obra, la construcción de nuestra independencia del imperio español, la creación del andamiaje jurídico político de la República.

los abogados, Juan Germán Roscio, Miguel Peña, Miguel José Sanz, Cristóbal Mendoza, no sé limitaron a las luchas para lograr migajas económicas y sociales para sus afiliados o miembros, sino que desde su condición de federados y colegiados abogados o asociados, no fueron indiferentes ni imparciales, ni neutros ni apoliticos ante el emplazamiento de la historia, ante la necesidad de un cambio social, que significó la ruptura de eslabones de la cadena de la opresión, que hay que continuar rompiendo, destrozando en ese avance indetenible de las civilizaciones, de la humanidad en la búsqueda para la felicidad de todos.

De seguro es que bajo los cerrados moldes, bajo el encajonamiento de cuatro paredes, de no ver más allá de las narices, del significado y la consecuencia del peso mediatizador, político, segregador del pensamiento gremial, bajo el yugo de ese esquema de la ideología gremial, de seguro que el centro de las preocupaciones, de tan insignes e ilustres abogados, no hubiera avanzado más allá de ciertas mejoras y reivindicaciones o privilegios para el gremio de abogado, que exigidos a la corona española pudieran haber logrado, sin soñar en la grandeza de la independencia y en los derechos de la ciudadanía propio de la vida republicana, así, con la concepción política gremialista, cualquier beneficio de los miembros agremiados del colegio de abogados o de la sociedad o federación de maestros, sería una pírrica y menuda mejora, sea salarial o de protección social.

Circunstancias parecidas, en cuanto a la concepción de la lucha y el papel como sujeto protagónico del cambio social, no limitado a una simple conducta política gremial institucional, dentro del imperante régimen de terror dictatorial y de falta de libertades, fue el accionar de la SVMIP, fue su ser, su existencia, de manera muy especial, por nacer como un instrumento de lucha política no partidista, que superó la visión y limitaciones de la ideología gremial y de su manera de pensar, aportando a la República, cuadros y dirigentes políticos de la talla del Maestro de América, Luis Beltrán Prieto Figueroa, entre muchos otros.

En ese sentido las luchas y las propuestas continuaron durante y después de la muerte de Juan Vicente Gómez, muy a pesar que en 1935, el Ministro de Educación emitió un decreto ordenando a los maestros que renunciará a la Sociedad Venezolana de Instrucción Pública, bajo la pena de perder su cargo, quien no lo hiciera. Los maestros, pese a la amenaza, a la coacción y el chantaje de una política de golpear el estómago, de hambre, continuaron en la lucha organizativa, fortaleciendo y aportando en su lucha política las mejoras sociales en general de la sociedad, así fue como presentaron el proyecto de Ley Orgánica de Educación Universitaria y Media, cuyo objeto era cambiar la estructura jurídica del sistema educativo, mediante la cual consagra el ESTADO DOCENTE, la OBLIGATORIEDAD ESCOLAR DESDE LOS 4 HASTA LOS 16 AÑOS Y LA ENSEÑANZA GRATUITA.

PROPUESTAS Y AUTONOMÍA

Otras propuestas y luchas, de la SVMIP, fueron la ayuda para los estudiantes: en asistencia para alimentación, vestido, vivienda, transporte y útiles escolares, sus exigencias y sus luchas tuvieron protagonismo político de primer orden en los programas y creación de Jardines Infantiles, el Consejo Venezolano del Niño, la Dirección Nacional de Puericultura, luego convertida en la Dirección de Higiene Materno Infantil, se crea la tabla de los derechos del niño, los comedores escolares, las colonias vacacionales, el INCE (hoy INCES).

La Sociedad Venezolana de Maestro de Instrucción Pública (SVMIP), fue protagonista de primer orden de esas luchas, convertida, en 1936, en la Federación Venezolana de Maestros (FVM), cuyo primer presidente fue el MAESTRO de América, Luis Beltrán Prieto Figueroa, próximo a su muy merecido reposo en el Panteón Nacional.

En ese proceso y por años la SVMIP y la FVM cuidó con celo SU CARÁCTER AUTÓNOMO, INDEPENDIENTE, NO SUBORDINADO, NI SER APÉNDICE DE PARTIDOS O AGRUPACIONES ELECTORALES.

La política de ambas organizaciones fue de puertas abiertas a todos los docentes del país, así creció y se fortaleció aportando a las mejoras del sistema educativo, al logro de mejores condiciones de trabajo y por la democratización de toda la sociedad, con objetivos políticos y sociales acorde al momento histórico y a los requerimientos del magisterio venezolano, de sus familiares, de los niños y jóvenes, hasta conquistar el derecho a la contratación colectiva y a la huelga, alcanzando la categoría de trabajadores amparado por la ley laboral, contribuyendo a la formación de organizaciones sociales y políticas, de manera resuelta y decisiva más allá a la muerte del dictador en 1936, siendo faro, luz y brazo del desarrollo de todas las luchas post gomecistas, estelar y relevante el liderazgo y el carácter de preboste del magisterio venezolano para la sociedad entera, inclusive, más allá de nuestras fronteras patrias, especialmente en los países de nuestra América, como el poeta cubano Martí la llamó. La patria grande.

El protagonismo de la SVMIP y de la FVM, de sus líderes y del magisterio en su totalidad, formados en la resistencia gomecistas, aún hoy día, pasados noventa (90) años se siente, se percibe, no únicamente en la maravillosa pluma del Gran maestro de América, Luis Beltrán Prieto Figueroa, en sus propuestas y realizaciones, sino también en la capacidad de lucha del magisterio venezolano, en su pasión y disciplina por la enseñanza, por encima de las dificultades y por el grandioso aporte al liderazgo político y social de muchos maestros, revestidos de una indiscutibles fuerza moral, por ejemplo, entre muchos otros, Aristóbulo Isturiz.

Los planes de lucha de la SVMIP y de la FVM, si bien no olvidaron aspectos reivindicativos para sus afiliados en el orden salarial, condiciones de trabajo y derechos en general del maestro, iban estrechamente vinculados a planteamientos de avanzada, se pudiera decir, revolucionarios, en la búsqueda de la transformación social y política del país, para lo cual concebían cambiar el modelo educativo propio de una dictadura, por un modelo democrático y de derechos ciudadanos.

La SVMIP y la FVM, centró entre sus preocupaciones, el mejoramiento académico del docente y entre esto, publica una REVISTA PEDAGÓGICA, primer órgano de divulgación del pensamiento, enfoque, propuesta y análisis docente, mediante el cual evidenciaba, desnudaba se contraponía a la institución educativa de la dictadura, proponiendo nuevo modelo dentro de la propuesta del Estado Docente, de sus obligaciones, a fin de superar el gran atraso educativo, la falta de una educación democrática, igualitaria, donde la población en general y especialmente la de más bajos recursos (excluida totalmente de la enseñanza), tuviera el derecho a acceder al sistema educativo y se pudiera superar el existente y generalizado analfabetismo.

LA LUCHA DIALÉCTICA SOCIAL

Las civilizaciones no están condenadas al fracaso, no son inmóviles, no dejan de avanzar aún amarradas y sometidas. La SVMIP y la FVM caminaron al ritmo dialéctico de la historia de la humanidad, sus dirigentes, haciendo honor a su carácter de educadores y maestros, entendieron que siempre, a lo largo de toda la civilización humana, las sociedades rompen las cadenas, he allí, que la sociedad esclava fue sustituida por una superior, la sociedad feudal, y ésta por otra mayor y mejor, la capitalista, la cual, por imperativo humano, civilizatorio, de avance y búsqueda del bienestar, una vez agotado, como lo está, el decadente modelo de explotación y miseria, será sustituido y superado por otro, como modo de producción y organización social en beneficio de toda la humanidad, será un nuevo modelo de sociedad, distinta, diferente a la actual, ya que "Hay momento que la casa no se puede remendar y exige ser demolida", como dijo el poeta de hojas de hierbas. En ello, los maestros no tenían ninguna duda en su lucha contra el régimen gomecista. Los días de la sumisión y el silencio estaban contados al inicio de la cuarta década del siglo XX.

La SVMIP y la FVM no aceptaban la condena al oscurantismo, a la proscripción, al confinamiento de la ignorancia, cansados del rezago, de la tardanza, de ver casi terminar la primera mitad el siglo XX, a sólo cuarenta (40) años de la separación de la era espacial, (finales de los años 60 e inicio de los 70 del pasado siglo), de la llegada del hombre a la luna, de estaciones espaciales acondicionadas para la permanencia de astronautas, del descubrimiento del código genético, en plena revolución tecnológica que cambió el mundo, a cuatro décadas de inventado el email, el teléfono celular, el VHS, el betamax, el disquete, el microprocesador, la tomografía axial computarizada, época de las operaciones de corazón abierto y su trasplante, de las luchas triunfantes, de pueblos débiles militarmente y con infinita moral, sobrantes en nacionalismo y patria, como Vietnam, ante el todopoderoso imperio, del vanguardista Mayo Francés, lucha estudiantil que conmocionó a Europa y al mundo, particularmente a Venezuela, dónde arreciaron, cual "cuero seco" protestas, luchas estudiantiles y obreras en todo el territorio nacional, días de paros, huelgas y días de perdida de la autonomía universitaria y del allanamiento de la casa que vence la sombra, días de la desaparición y muerte del soñador por un mundo mejor, Noel Rodríguez (29/6/1973), cuyos resto, a más de cuarenta años, aparecen acusadores, días del golpe de Estado en Chile, contra el primer presidente socialista electo democráticamente y mediante el voto libre y popular, días de campaña y disputa electoral en nuestro país. Dentro de ese espacio corto, separado apenas por cuarenta años, la SVMIP y la FVM emprendía, iniciaban una lucha intensa, UN COMBATE POR LA VIDA y forma un POLVORIN DE IDEAS MARAVILLOSAS, con toda su carga explosiva, para conquistar derechos ciudadanos y transformar el sistema educativo y producir nuevos saberes y nuevas propuestas políticas para superar la dictadura y su ostracismo.

Había que imponer la voluntad, hacer realidad la aspiración negada, el derecho natural de la ciudadanía a 121 años de la declaración de la independencia, de la formación de la vida Republicana y a 107 años del Decreto de Simón Bolívar en Chuquisaca, en 1825, donde con claridad providencial afirmó, para que más nunca se nos olvide que el gobierno tiene como primer deber darle educación al pueblo.

Deber de dar educación incumplido. Llegando a las puertas del siglo veintiuno, para 1999 la educación seguía siendo notablemente excluyente: "la tasa de escolaridad sólo alcanzaba al 59%, con un millón 500 mil analfabetos, más de dos millones de adultos sin el sexto grado y otros dos millones sin haber podido terminar la educación media, a ello se le suma alrededor de 500 mil bachilleres sin cupo en la educación superior, el presupuesto en educación alcanza en 1998 apenas un 2,8 del PIB. (Germán Sánchez Otero).

Transcurrido dos años, es decir entre 1999 y el año 2001 el presupuesto en educación aumenta a más de 5%, se crean dos mil escuelas bolivarianas con doble turno y desayuno, almuerzo y merienda, se prohíbe el cobro de matrícula en las escuelas públicas, se amplía el ingreso en preescolar.

Llegado el año 2003 se produce un gran impulso educativo, se inicia en todo el territorio nacional una política de incorporación masiva a la educación, los eternos excluidos, ahora eran el centro de atención de la política del Estado Venezolano, convertidos en sujetos de derecho, los eternos invisibilizados. Se convertía en realidad el precepto constitucional que la educación es un derecho humano y es un deber social fundamental, democrática, gratuita y obligatoria, siendo una función indeclinable del Estado, es concebida como un servicio público, siendo obligatoria en todos sus niveles y quedando establecido que toda persona tiene derecho a una educación integral.

En respuesta a esa realidad de exclusión educativa, en la novel Constitución se crean las misiones Robinson I y II, Ribas y Sucre, impactantes modelos para América Latina, el Caribe y resto del mundo. En año y medio se alfabetizaron un millón 500 mil personas y así del "Yo sí puedo" trajo el "Yo sí puedo seguir" y Robinson II, en escasos meses suman un millón 200 mil alumnos.

Dos misiones educativas que incorporó a la educación a la gran población ausente de ese derecho, no era suficiente con alfabetizar y cursar la educación primaria hasta titularse en el sexto grado, por tanto se creó la misión Ribas que posibilitó a más de un millón de personas adultas para graduarse de bachiller, semanas después de haber arrancado esta misión llega a la cifra de dos millones de personas estudiando en dicha misión, a quienes se le garantiza una carrera universitaria, titularse profesionalmente a través de la Misión Sucre.

RESULTADOS Y APORTE TEÓRICOS

Dentro de esa realidad a más de sesenta (60) años de luchas correspondientes al siglo pasado, miles de gente del pueblo, convertidos en estudiantes, han pasado por las aulas, se han graduado y son profesionales. Han transcurrido nueve décadas desde la formación o creación de la SVMIP, de una realidad educativa excluyente, discriminatoria, hemos alcanzado el cenit de la protección educativa establecida en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hecho éste, por fin logrado, mediante las misiones educativas en la presidencia de Hugo Rafael Chávez Frías, con sus fallas, pero con el mayor mérito, indiscutible, la democratización del sistema educativo venezolano, que inserto en el espacio nacional, no escapa de la dinámica geopolítica internacional y se ve afectada por esa inseparable inserción territorial.

Existieron destacados maestros, que le aportaron a la Sociedad Venezolana de Maestro de Instrucción Primaria, y a la Federación Venezolana de maestro, los elementos teóricos y conceptuales, y así, superar las simples propuestas políticas gremialista, superándose y así adquirir una práctica y una conciencia política en la formación teórica de pensadores, de luchadores sociales, que les permitió ir más allá de la limitada concepción política gremial, que enarbola como objetivo supremo y único, el logro de beneficios para sus afiliados, en salario, salud, vestido, vivienda, siendo indiferente al contexto social, a la vida política, declarando falsamente, a los cuatro vientos ser entes "apolíticos", "imparciales" y "neutrales", mediante lo cual contribuyen a fortalecer un incierto y mentiroso apoliticismo que beneficia el status quo, imposibilitando cambios, transformaciones y esperanzas, mediante la corta mirada y la indiferencia individualista, por todo aquello que pueda significar transformaciones sociales y políticas, compromiso y militancia social, con el país, con la patria, con la sociedad entera, educando, con el concepto y desempeño de la política gremialista, para la apatía, la indiferencia y hasta para desdén por todo lo que pueda significar mejoras y transformaciones del sistema educativo.

La SVMIP Y LA FVM nacen, se organizan para ir más allá de las limitadas aspiraciones gremialistas (para la época). Hoy día es otra la cosa, así se inscriben y participan, como un órgano coherente de clara visión y metas políticas, dentro de las luchas para mejorar la educación pública y ser vanguardia para derrocar y salir de la dictadura gomecista, pero también, desde esas trincheras institucionales, diseñar un gobierno democrático al servicio del pueblo y no de las privilegiadas élites. Fue un sujeto protagónico de primer orden en el combate contra un sistema educativo discriminador, elitista, castrador, exclusivo y excluyente, no democrático, negador del proyecto del Maestro Simón Rodríguez, de las ideas de Simón Bolívar sobre su afirmación que "el primer deber de un gobierno es darle educación a su pueblo" y de las ideas escritas sobre el Estado Docente del gran educador latinoamericano, Luis Beltrán Prieto Figueroa. Combatieron un sistema educativo diseñado para que las personas tuvieran "los ojos detrás de la cabeza" (Walt Witman).

La SVMIP y la FVM., nacieron en el combate contra la dictadura y acompañando los derechos del pueblo, con las ideas más avanzadas en la protección social y en el diseño de un sistema educativo no excluyente, democrático y fundamentado en el deber del estado con sus ciudadanos en brindarle educación y atender al los trabajadores de la educación, pero luego, posterior al golpe de Estado, contra el Presidente Isaías Medina Angarita, deviene la contaminación partidista, la pérdida de horizonte, la extinción de la autonomía, de la independencia, aparece, se arropa institucionalmente en el sectarismo, en el carnet partidista, en el clientelismo, el favoritismo en su vida institucional, a punto que mediatiza los ingresos y ascensos docentes y sus luchas limitadas, mediatizadas, desfiguradas, al estar circunscritas, al convertirse en apéndice de partidos políticos, su voz queda subordinada a los gobiernos de turnos, perdiendo así su principal rol de conductor y sujeto de transformación social; con altos y bajos, marcados por circunstancias históricas, o por cualidades y convicciones excepcionales de algún dirigente magisterial, que imponen un retoñar combativo, para retornar a la originalidad como instrumento de lucha social, ante la presencia de nueva dictaduras o gobiernos sectarios y excluyentes de la llamada era "democrática", pero de manera general, luego del derrocamiento de Medina Angarita, comienza un acelerado proceso de desnaturalización, y se convierten las organizaciones magisteriales en instituciones política contaminadas del cáncer del gremialismos y del virus mediatizador, de la mortal subordinación a los intereses grupales y de los partidos políticos, tiñéndose de color y de siglas, abandonando su naturaleza de instrumento de lucha clasista en la confrontación trabajo capital.

Ya, un poco antes de 1932, habían ocurrido en Venezuela importantes sucesos políticos, la lucha estudiantil de 1928, que frontalmente denuncian la dictadura y exigen libertades. Se destaca José Pio Tamayo, ideólogo, MAESTRO DE TESIS POLÍTICA, conductor de sociedades y forjador de conciencias. UN MAESTRO para una nueva generación pedagógica y política, poeta de "IDEALIDAD AVANZADA". Preso en el Castillo de Puerto Cabello, hasta pocos días antes de morir, único de la generación del 28, contra el cual el dictador, Juan Vicente Gómez, se ensañó y le negó darle la libertad, por considerarlo el ideólogo del comunismo internacional y seguir directrices de la política anticomunista imperial.

Pio Tamayo, quien "tomaba al pueblo como primer elemento de acción social" y había hecho historia proletaria en Centroamérica y el caribe, activo en la época de la huelga de inquilinos en Panamá, así como presente en Nicaragua cuando Augusto Cesar Sandino y en Cuba cuando Julio Antonio Mella, luchador antimperialista, quien aspiraba "infiltrar las dudas en las almas sencillas y vestir su calavera con una sonrisa para ahuyentar el temor que hace a los hombres malos", Privado de libertad, siguió siendo un floricultor de hazañas, dentro de la mazmorra de la prisión, creó una aula, la denominó la carpa roja, fueron sus alumnos, más bien sus discípulos, los insignes educadores y maestros de la vida, Rodolfo Quintero, Miguel Acosta Saigne, Juan Bautista Fuenmayor, Kotepa Delgado, Antonio Arraiz, Ángel Márquez (la bruja), entre otros destacados e ilustres ciudadanos, de relevancia política y combatividad en la militancia por la civilidad ciudadana.

La SVMIP y la FVM, nacen y se van constituyendo dentro de un escenario de debates de alto contenido político, de protagonismo y militancia social para la transformación, luchadores, filósofos e ideólogos que concebían la labor magisterial, más allá de dictar una cátedra para la instrucción pública, lo cual es importante pero no lo es todo, entre ellos destacamos a PIO TAMAYO, al maestro del Libertador. Don SIMÓN RODRÍGUEZ y al maestro de América, LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA, quienes, en su militancia filosófica, política y social, contribuyeron a posicionar un pensamiento que ha sido luz y guía en las luchas magisteriales y sociales, así tenemos que:

PIO TAMAYO desde el Castillo de Puerto Cabello, le escribe una carta a su hermana Magdalena Tamayo, el 21 de septiembre de 1930, dos años antes de la creación de la referida sociedad de maestro, la cual revela el gran significado de la condición o cualidad del MAESTRO, su alcance, su sentido y su gloria, expresando textualmente:

"....Cada día estoy más convencido de lo que, mejor por intuición, que por convicción, insinué por primera vez en Cuba a otros compañeros de andanzas: si queremos cumplir la misión revolucionaria que la vida nos impone y la conciencia pide, debemos ser maestro de escuela. Maestro de escuela en la acepción amplísima del vocablo, que en ellos radica la verdadera revolución; forjadores del alma infantil, en esa forja de hombres, sobre cuyo yunque tan mal se ha martillado en Venezuela. Maestro de escuela en la cátedra, en el periódico, en el campo, en las ciudades y los pueblos, dentro de los talleres y en medio de los salones. Generación pedagógica para poder hacer la Venezuela libre y amplia cuna de humanidad civilizada. No olvides esto en tu tarea. Lee busca la guía en cultura para tu formación espiritual. NO OLVIDES POR LO MENOS QUE SE ES MAESTRO ES POR ESE TRABAJO TONTO DE ENSEÑAR SEGUN UN TEXTO, CUATRO PRINCIPIOS GRAMATICALES O ARITMÉTICOS; SE ES MAESTRO CUANDO JUNTO CON EL LIBRO DEL TEXTO SE DA LA ENSEÑANZA QUE DESPIERTA AL NIÑO A LA BELLEZA, A LA JUSTICIA Y AL AMOR..."

Es evidente la nitidez, la meridiana claridad de Pio Tamayo, de su pensamiento político sobre la función y misión del maestro, en su inseparable actividad de forjador de patria, "GENERACIÓN PEDAGÓGICA PARA HACER A VENEZUELA LIBRE Y AMPLIA CUNA DE LA HUMANIDAD CIVILIZADA". Magna es la tarea política la del maestro, que trasciende la limitada y opresiva ideología gremialista y a la propia y limitada función de instruir.

Para tan noble rol protagónico en la construcción permanente de nuestra patria, tiene el maestro la indispensable tarea y necesidad de PENSAR Y PENSAR, LEER y LEER para no ser un EUNUCO POLÍTICO, como bien lo definió el MAESTRO DE AMÉRICA.

DEBERES, DERECHO Y OBLIGACIONES.

El Estado, la República tiene la ingente obligación política de dotar a las escuelas de abundantes libros, de bibliografías, bibliotecas, con los más adelantados medios audiovisuales y técnicos, fomentar el amor por la lectura , la escritura, crear las condiciones para que en cada municipio haya una imprenta, se realice publicaciones y se editen los trabajos de investigación y puedan reproducirse los existentes para que lleguen a manos de los maestros, de los educadores y de la población en general, también velar por garantizar la salud, la vivienda, el salario, la protección social y el mejoramiento profesional, garantizarle su continuidad educativa incluyendo la de sus hijos y en general brindar protección, sin negarle nada, en ello, privilegiar sin mezquindades ni politiquerías, pues su función social es de la más elevadas y digna que pueda desempeñar humano alguno.

El maestro tiene la inmensa tarea de construir, de hacer la "Venezuela libre y amplia cuna de humanidad civilizada", para ello, requiere forjar una sólida formación cultural y espiritual, debe tener el gusto y el hábito diario de la lectura, practicar la escritura, indagar, investigar nuevos conocimientos, estar al día con el acontecimiento nacional e internacional, no ser indiferente a los ensayos, las novelas, las poesías ni las crónicas. SOLO PUEDE ENSEÑAR EL GUSTO POR LA LECTURA Y LA INVESTIGACIÓN QUIEN LEE, QUIEN DÍ A DÍA SE FORMA, SE EDUCA EN EL AMPLIO CAMPO DE LOS SABERES UNIVERSALES. De esa manera, se logra el más alto sentir de la dignidad, del respeto a sí mismo y se educa para ello con el ejemplo, la práctica diaria, así lo afirmó Don Simón Rodríguez: "ENSEÑEN…ENSEÑEN!! repítaseles mil veces ENSEÑEN!!! IDEAS!!, IDEAS! ¡DESEAR Y HACER que TODOS SEPAN LO QUE NO DEBEN IGNORAR!"

Se hace necesario, el auxilio del Estado, en el cumplimiento de su deber de formar ciudadanos, estimulando, creando y manteniendo una política educativa y cultural permanente en cada municipio, crear y sostener excelentes bibliotecas en cada centro educativo, que se fomente la lectura escolar, acompañada de una política editorial municipal, de reproducción y edición de libros y escritos de los maestros y educandos, así como de reconocidos autores sobre los más variados temas, sin descuidar la historia local, regional, nacional e internacional, la lucha de los pueblos. Fomentar los círculos de estudios, el teatro, la música, el baile, la pintura, la declamación, para ello se requiere sitios adecuados a tales fines (complejos culturales municipales), racionalizando el gasto o reconduciendo a la más mínima expresión, sobre todo aquellos referidos a gastos de representación, publicidad y propaganda, viáticos y traslados, para invertirlo en libros. Es un deber de un gobierno republicano, democrático y socialista. Ha de ser, "padre y maestro para dirigir y educar a los pueblos" en todas las esferas de sus instituciones. Es una de sus tareas esenciales educar al pueblo, en la búsqueda y formación de una CONCIENCIA CRÍTICA, que le permita tener los elementos conceptuales y de saberes para JUZGAR CON RECTITUD los acontecimientos de su entorno, no por lo que parecen ser las cosas sino por el conocimiento exacto que tenga sobre ellas, de su vida, del ejercicio de la ciudadanía, a escala local y planetaria. Se cumple así la doble tarea: la formación cultural individual y colectiva junto a una sana recreación, que invite a vivir en esos ambientes de conocimientos y del gusto por las artes, "cada pueblo de más de doscientas personas, necesita una biblioteca viva y no un hacinamiento de libros que se apolillan en los estantes… es necesario multiplicar las bibliotecas, bibliotecas circulantes, un carro biblioteca cargados de libros. Bibliotecas escolares y aldeanas que hagan nacer el hábito por la lectura…las bibliotecas deben ser vivientes, dónde el libro viaje en búsqueda del lector. Organismo viviente al servicio de la cultura, no museo donde todo permanece estático, sino más bien hervideros de ideas" (L.B. Prieto Figueroa. La Magia de los libros)

Oportuno es traer, a título ilustrativo, las opiniones y preocupaciones expresadas por el expresidente Hugo Chávez Frías, gran lector, sus verdades superan la diatriba política, en este sentido, afirmó:

"Los gobernantes deben ser estudiosos. Un gobernante, un representante de cualquier nivel que sea, no puede andar sin un libro bajo el brazo. (un maestro también) No puede estar sin estudiar todos los días, todas las noches, en la madrugada, en el carro. Nosotros estamos obligados a estudiar mucho, a fortalecer nuestra visión del mundo, a enterarnos mucho más de la realidad mundial y nacional. Debemos iluminar la praxis con la teoría. Sólo así podremos continuar profundizando, fortaleciendo. Los libros son fundamentales, la teoría es fundamental, pero hay que llevarla a la práctica. La praxis es la que transforma al ser humano, finalmente. La teoría revolucionaria es fundamental para la revolución, para el impulso revolucionario, para el rumbo revolucionario, para el rumbo socialista. Estudiemos, leamos, impregnémonos de lo teórico, individualmente y en colectivo, en los consejos comunales, los círculos de lectores, el PLAN REVOLUCIONARIO DE LECTURA. Recordemos como dijo MARTÍ: "SER CULTOS PARA SER LIBRES". O como dijo Bolívar: "Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza".

Hay que ser culto, hay que leer. ¿cómo ayudar a ser cultos? ¿Cómo ayudar a que leamos masivamente y seamos un pueblo lector? ¿Cómo impulsar el plan revolucionario de lectura? Necesariamente es una labor de Estado, del gobierno en todas sus esferas, principalmente en los municipios, con infraestructuras, políticas y presupuestos decente para la labor formativa de lectura, práctica de las artes y publicaciones o ediciones previendo la existencia de las imprentas municipales; involucrando a los consejos comunales, las comunas y demás organizaciones de base. Evitando la ignorancia no seremos dominados.

Nuestra realidad, la que vemos hoy día, de forma preponderante y notoria en los representantes políticos, con cargos o no de elección popular, grave situación a lo largo y ancho de país, en las personas de Concejales, Alcaldes, Diputados, Directores y Gerentes de la administración pública, con sus reducidas excepciones, sin el menor asomo de amor por la lectura, no leen, no se preparan ni se forman en el hábito de la lectura, tampoco la fomentan, ¿Y cómo pueden hacerlo? Sin quien no lee no puede fomentar la lectura, el amor por ella, ausente en su pensamiento la creación de espacios para el conocimiento como lo son las bibliotecas y complejos culturales, están alejados de cualquier política editorial, pero eso si, inmersos en el "circo" para la ciudad pues ni siquiera es el pan su preocupación. en palabra escrita de Moisés Moleiro (+):

"…No hay tradición de pensamiento político… escriben poco y, salvo algunas excepciones, escriben mal... carente de la preocupación de trasladar al papel un análisis sobre la realidad que lo circunda...casi una proeza hacer análisis concreto de la realidad concreta."

Tal realidad no ha cambiado y quizás se ha profundizado en estos tiempos exigentes de nuevas ideas, de búsquedas para educar y educarse dentro de un conocimiento transformador, que libere a la persona del individualismo, del mesianismo, del trato y relación jerárquica en los poderes públicos, de la no democratización definitiva de todas las instituciones, del autoritarismos fundamentado en el poder de la investidura y del necesario impulso del protagonismo del pueblo organizado y de la superación de la superstición, que haga al hombre y a la mujer cooperativos, solidarios, apegados a valores esenciales de la vida, como lo son la decencia, la honradez, la superioridad de la justicia y la dignidad humana, que la preparación sea por obra del estudio para no permitir que nadie piense ni decida por nosotros. Para disponer con juicios sólidos fundamentados en la razón, en la racionalidad, en la crítica con el fin de construir un conocimiento libre, que permita "SABER LO QUE ES UNA LÍNEA RECTA Y TAMBIÉN SABER LO QUE ES RECTITUD".

HUELLA HISTÓRICA

La SVMIP y la FVM dejó una huella profunda en la sociedad venezolana, dio ideas, elaboró proyectos, impulso política, hizo adelantado y avanzados aportes en beneficio de la filosofía educativa, del estado docente, de los derechos de los trabajadores educacionales y de los alumnos y de la comunidad en general, impulsó luchas impregnada de adelantadas políticas sociales, preparó cuadros dirigentes de elevada formación y preparación, en todo el territorio nacional, que estuvieron al servicio de la República, a todo lo largo de la patria, por ejemplo, en Cagua, Estado Aragua, fue notable la presencia del liderazgo de maestras de la categoría de Amparo Monroy Power (miembro de la Constituyente de 1947), Amelia Miranda Orta (presidenta del Concejo Municipal), nombres que identifican a tres centros educativos en el Municipio Sucre de Aragua, Angelica Herrera Pozo (Presidenta del Concejo Municipal). Todas destacadas y nobles educadoras, insignes por honradas, dignas y comprometidas con las luchas políticas por la democracia en años de turbulencia dictatorial. Honorable recordar, entre otros tantos, a los educadores Samuel Eduardo Queza, escritor de aguda y combativa pluma, consecuente luchador social, a quien se le adeuda un reconocimiento para que su nombre haga brillar una institución educativa que se identifique con su cognomento; el incansable, duro, recio de convicciones y luchas, desprendido y solidario, ejemplo de vida y solidaridad, Maestro, Agustín Bompart López; el consecuente de por vida, honrado, humilde y entregado de corazón, Teodomiro Ramón Aguilar Bonilla; combativas y permanentes Lubia Laya y Olga Matute, también Teolindo Giménez, Isaac Olivera; y dentro del símil de abogados contemporáneos, con visión y práctica política que superaron el pensamiento, la ideología gremialista y acompañaron las luchas sociales, podemos mencionar Elio Gómez Grillo, Omar Meza Ramírez, Juan Isaías Sarmiento, Julián Isaías Rodríguez, Priscila López, Ángel Márquez (la Bruja), entre otros.

La generación de maestros aportada por la SVMIP y de la FVM, en la época referida, se educó en el campo de la lucha política y social y bajo las sabias enseñanzas de grandes pensadores en el área educativa, quienes con genialidad humanista educaban en el campo de la dignidad, para hacer sentir, pensar y reflexionar que el "maestro no puede ser sumiso, silencioso, estar arrinconado, incapaz de levantar la voz porque un pueblo que tenga maestros de esa categoría tendrá que ser necesariamente un pueblo de esclavo" tal como sentenció el maestro de América, Luis Beltrán Prieto Figueroa.

SUPERAR EL GREMIALISMO

Es hora de superar la desviación reformista, la trampa ideológica del GREMIALISMO, hay que retomar las enseñanzas de esas luchas políticas, impulsadas por las organizaciones naturales de los trabajadores, reivindicando y cuidado con sumo celo los principios de AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA de actuar y conducir las luchas. Hay que volver al protagonismo sindical y político de los inicios de la SVMIP, de la FVM y de las ejecutorias práctica de los abogados supra mencionados, que no fueron atrapados por una institucionalidad excluyente, privilegiada y agremiada en una inmensa dispersión que desfigura y desnaturaliza la función política y social transformadora, que es la esencia de la existencia del pensamiento autónomo, soberano del magisterio venezolano y del movimiento donde ha de agruparse unido para organizar y protagonizar, ser el sujeto histórico de las luchas que que en esta hora de bloqueo imperialista reclama la patria para su definitiva soberanía. ¡¡ Viva el maestro venezolano !!

¡¡Viva la patria soberana, independiente, libre y antiimperialista!! ¡¡Viva el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa!! ¡¡Viva el pensamiento de Simón Bolívar y Simón Rodríguez !!



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Eduardo Orta Hernández


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