La revolución de los hipócritas

El gran telón de estas reflexiones lo constituye la enorme preocupación del
inmenso problema que se ha aferrado al movimiento revolucionario en sus
propias entrañas y que día a día, aparentemente, sin muchos darse cuenta, se
convierte en una hegemonía para el imperio y la oligarquía domestica
opositora, la cual a pesar de todos los esfuerzos, no hemos podido vencer,
subestimándola de tal manera, que ella por el contrario, todos los días
agazapadamente toma fuerza y se prepara para asestarnos el “coñazo”.

Se tiene la obstinación de creer que todo está controlado y todo marcha a
paso de “vencedores” y nadie, absolutamente nadie, se preocupa por lo que
paralelamente está ocurriendo dentro del gobierno y como muchas cosas se
conducen abiertamente a espaldas del proceso y de frente al mismo señor
Presidente. Pareciese que ningún organismo, ninguna institución, se
responsabilizará y luchará contra esos fenómenos que heredamos de la cuarta
republica y que nos azotan, porque están conducidos por los seudo
revolucionarios bien infiltrados, quienes manejan como un “jueguito” dentro
de la sociedad toda esta táctica. Tenemos que estar alerta y el Comandante
Chávez, hacer una revisión muy especial sobre la conducta y el compromiso de
“ciertos funcionarios” que hasta en su forma de hablar la “cagan” sin
importarles el daño que pueden causarle a la causa. Error tras error, se
vienen cometiendo. Muchos dirán que es cuestión de humanos, pero no lo es,
esa despreocupación y esa falta de corrección. La consigna es llevarnos al
terreno de enfrentamientos internos y que todo fracase.

No es posible que el enemigo se de el lujo de restregarnos en la cara, que
dentro de la causa ellos mantienen una “causa desestabilizadora” y
“contrarrevolucionaria” que es paralela y que la tienen con el fin de
escoñetar las políticas socialistas que ordena el señor Presidente. Que éste
está sólo, porque la mayoría no tienen los “cojones” para imponérseles y
menos para responderle a los requerimientos políticos o a sus ideas
revolucionarias.

Aunque paradójicamente esta investigación informativa, pueda resultar
dudosa, entre los escépticos “aduladores” y “jala bolas” que siempre están
alrededor de el señor Presidente, pasemos simplemente la visión preventiva a
las actuaciones de varios alcaldes, gobernadores, ministros, el CNE, al TSJ
y a ciertos y determinados diputados, que en su conformación se pronuncian
en contra de sus mismos trabajadores contra-revolucionariamente y hoy están
totalmente entregados a un poder ilegal, que conocen, pero que no señalan. A
ciertos militares de alta jerarquía que se pronuncian “descontentos” y que
se lo pasan visitando cuarteles y trabajando en pro de la traición y esta no
es que sea una información tipificada como “confidencial y de estado”, esto
lo conversan y se lo notifican a uno, oficiales que sabemos leales, pero
cansados de que nadie los escuche y preocupados porque los quieren poner al
borde de la orilla del abismo para empujarlos. Este movimiento paralelo se
esfuerza por acorralar a Chávez y de ahí que descaradamente se mantenga con
ese rasgo antidemocrático (antagónico) falseando la conducta revolucionaria
y confundiendo con “equivocaciones” o haciendo “nada”, las políticas que se
hacen en beneficio del pueblo sobre todo en muchos servicios públicos, como
son la inseguridad, la delincuencia, el contrabando, los secuestros, el robo
de vehículos, la corrupción que carcome a todos los organismos, al escape de
las cárceles de los verdaderos enemigos de la causa y la falta de justicia
para los “bolsas” o “Juan bimbas”. Tenemos una justicia ciega y por eso los
corruptos y traidores andan como “Pedro por su casa” con el escudo protector
de “héroes y dentro de la revolución”. Es un flanco que nos ataca libremente
y directo a la destrucción de todo lo que con el mayor esfuerzo se logra.
Denunciar estas atrocidades, estas actividades que se mantienen como un
cáncer dentro de la revolución, es ser digno, es cuidar el proceso
bolivariano que es de todos los venezolanos, pero dejarlo en silencio, es la
mas alta traición, es permitir que evolucione esa reacción imperialista, con
los lacayos domésticos que han logrado infiltrar. Chávez no está solo, está
su pueblo, su FAN, su reserva y movilización nacional, estamos nosotros, que
con nuestras plumas y nuestras ideas hacemos un solo contingente
revolucionario. No hay que temerle a las consecuencias que significa decir
las verdades, tampoco por ellas, esperamos bendiciones, cargos o premios,
nuestros principios, nuestro socialismo bolivarianista, nos hace un
terremoto en estas tierras revolucionarias de Dios y porque es necesario
confesar la angustia, la impotencia que produce todo esto que nos está
cercenando, socavando, para que caigamos. Es bueno ya que estos gritos no
lleguen a oídos sordos o que se me vaya a responder con la “ingenuidad” de
que no se puede hablar, ni menos criticar a los hombres que hoy están en el
gobierno, pues, creo que las “pendejadas” tienen que cesar, que esta
anarquía tiene que terminar, porque está revolución no es “made in bobos”.

O hacemos la revolución como lo decimos, o seguimos el camino de la vieja
cuarta república.

vrodriguez297@hotmail.com



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Víctor J. Rodríguez Calderón


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