Los que reclaman que el CNE use las escuelas para el registro de los que desean conformar el Partido Socialista creen, como siempre, que los demás somos idiotas. Tratan de posicionar la idea de que esto es un abuso o una ilegalidad, pero están claritos que no es así. Lo que hay en el fondo de toda esta situación es su temor de que al CNE se le ocurra usar esta metodología para legalizar a todos los partidos venezolanos.
MÁS CLARO NO CANTA UN GALLO
¡Qué bueno que hoy en día existe un ejemplar de la Constitución en cada casa! Cualquiera puede buscar el Artículo 293, y leer el numeral 8, que dice que el Poder Electoral tiene por funciones “organizar la inscripción y registro de las organizaciones con fines políticos y velar porque éstas cumplan las disposiciones sobre su régimen establecidas en la Constitución y en la ley. En especial, decidirá sobre las solicitudes de constitución, renovación y cancelación de organizaciones con fines políticos, la determinación de sus autoridades legítimas y sus denominaciones provisionales, colores y símbolos”.
Por si acaso, todavía queda alguien que, después de leer este artículo tenga alguna confusión, relea particularmente la parte que dice “en especial decidirá sobre las solicitudes de constitución”. Ojo: el PSUV o como quiera que se llame definitivamente este partido se está constituyendo en este momento. Es decir, esto no es un invento de Tibisay Lucena por petición de Chávez, no señores, esto es un mandato constitucional.
El Poder Electoral debe regular las actividades de los partidos políticos, desde su nacimiento hasta su disolución. Y si el Poder Electoral determina que los partidos políticos deben tener un registro de militantes que se compagine con el registro electoral, y que para cruzar esas datas es necesario utilizar las captahuellas y las computadoras del CNE, ¿qué mejor lugar que las escuelas, que siempre se han usado como centros electorales, para salvaguardar la seguridad de estos equipos y garantizar la comodidad de los operadores y de aquellos que quieran ejercer sus derechos políticos? ¿No son ustedes los que viven rasgándose las vestiduras por defender los derechos políticos?, pues entonces ¿por qué se molestan porque los demás los ejerzan?
Además, para algunos de mis amiguitos periodistas que viven preocupadísimos por el financiamiento de esta actividad, debo insistirles nuevamente que lean la Constitución. Es facilito, miren: lo que deben pagar las organizaciones políticas es lo establecido en el numeral 6 del 293, es decir “las elecciones de organizaciones con fines políticos en los términos que señale la ley”, ya que este numeral taxativamente señala “las organizaciones aquí referidas cubrirán los costos de sus procesos eleccionarios”. Por lo tanto, cuando el PSUV elija sus autoridades, sí deberá cubrir los costos de dicho procedimiento, pero mientras tanto, de acuerdo al numeral 8 del 293, la inscripción y registro sobre las solicitudes de constitución de esta organización política, es costeado por el Poder Electoral como parte sus funciones, ya que en dicho numeral en ningún momento se habla de realizar ningún pago por parte de los partidos.
¡ATRÉVANSE PUÉS!
Ahora bien, imagínense que el CNE diga, por ejemplo, que para recoger las firmas para a legalizar a AD, también deben usarse las captahuellas y los operadores del CNE, o que ahora el registro de militantes de todos los partidos políticos del país debe hacerse de la misma manera que lo está haciendo el PSUV. ¡Qué vergüenza!, quedarían en evidencia.
Por eso digo, no se trata de que estos señores no sepan leer, sino que están asustados.
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