Vuelvo con mi presencia única y personal, ya me cansé de las posturas rebuscadas que lo que me causan son pesadillas. No había querido expresarme como lo que soy para no causar escozor en los frágiles tímpanos de, los muy educados señores recién vestidos de intelectuales, pero que va pana esta vaina de tener que estar buscando e investigando, libros y documentos de épocas pasadas, para poder precisar algunas cosas me arrecharon; y es por eso que vuelvo a mi léxico natural de pueblo humilde, de pueblo llano, de pueblo, pueblo.
Y regreso por ese camino porque, en estos últimos días, he podido comprobar que muchos de los pajúos, que se dicen intelectuales son más brutos que yo; o por lo menos eso es lo que han dado a conocer. Si no les voy a recordar algunos hechos-y todavía no he dicho un coño- como por ejemplo el señor Rector de la Universidad Central de Venezuela; ¿Cómo es posible, que un rolo de gûebon como ese, esté dirigiendo un espacio tan vital para la revolucion como ese.? Yo he hecho en dos oportunidades, escrito en relación a la disciplina, pero coño; en ocasiones provoca, agarrar algunos carajos, y mandarlo a la mismísima palabra.
En estos momentos; lo que esta de moda es hablar de los estudiante que se cagaron, de los estudiantes Bolivarianos y del debate mediático que se le ha dado a la gueboná; sin preocuparnos, de la estrategia del enemigo. No faltaran los pajúos de este bando revolucionario, que me tildaran de intrigante; que me llamen y me digan lo que les de y venga en ganas; pero estoy obligado por mi conciencia, a ser critico como condición inexorable de mi rebeldía comunitaria.
Yo; admiro y aplaudo la actitud, el aplomo y la claridad de nuestros camaradas estudiantes Bolivarianos, respeto la actitud adoptada, por lo no tan estudiantes que sin ser convocados se presentaron a brindarle su apoyo a los estudiantes revolucionarios.
Pero es necesario que seamos críticos, no podemos permitirnos, que nuevamente se nos cuelen por la baranda algunos picos de platas, por cuestiones de coyuntura.
No nos dejemos ilusionar, con palabras lindas y bellas, no nos dejemos encantar, con las imágenes frescas, de la oportunidad mediática, por que a decir de IGNACIO RAMONETT y de otros estudiosos de la materia; que manifiestan que los mensajes subliminales son mucho mas efectivos, en las horas de la mañana y de la noche, cuando somos mas vulnerables, psicológicamente hablando y presas fáciles de la sublimidad; debido a que en esas horas picos nuestras mentes son mas débiles. Pero yo diría que; en las coyunturas emocionales políticamente hablando somos mas propensos al juego de las estrategias, que muchas veces no nos damos cuenta, que estamos siendo victimas, de las manipulaciones.
Observemos con mucho cuidado lo acontecimientos recientes, y después de analizarlos, procuremos tomar las decisiones, que debamos tomar en el momento que tengamos que decidir, lo que haya que decidir.
No midamos las distancias del tiempo, con el metro de las pasiones, ni remarquemos las esperanzas con el lápiz de la injusticia.
Mi comandante en jefe HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS; ha demostrado en mas de mil ocasiones que no necesita, analistas como este gûebon que les está haciendo este escrito, pero buena parte de nuestro pueblo aun necesita un poco de orientación política, sobre las estrategias utilizadas por el enemigo, que son mas subliminales, que los mensajes mediáticos, porque esta estrategia le permite al enemigo, vendernos sus productos como “Made in the Bolivarian Revoluction”; y resulta que son productos de una muy bien diseñada estrategia, de cómo ser del gobierno revolucionario de Venezuela, sin ser CHAVISTA.
Esta teoría, suena como muy traída por los pelos, pero yo les recomendaría, a los que no crean en mis análisis, que leyeran un documento titulado: Las huellas de la C.I.A en CHILE. O la CIA en Venezuela de JOSE SANZ ROZ; para no ir muy lejos.
“Por si acaso yo no vuelvo me despido” a lo mamarracho.
“Pongale el color que quiera a esa culebra; que como ustedes quieran yo quiero”
Hasta la victoria; siempre
CHÁVEZ, SOCIALISMO O MUERTE
¡VENCEREMOS!