El mes de julio, aquí y más allá, ha sido un manantial de sucesos impresionantes, algunos de influencia decisiva en la conformación de sociedades y naciones. Entre nosotros se liga al nacimiento o la muerte de personas egregias, incluyendo al mayor de los aquí nacidos, y a hechos que nos marcaron para siempre. Héroes militares y civiles, que blandieron la espada o la pluma, o entrelazaron ambas, para dejar su impronta inmortal y testimoniar en pensamiento y obra la calidad de la materia prima que los procreó, el pueblo de Venezuela; hechos en que este mismo pueblo, guiado por los mejores de esos hijos, fue el gran protagonista y trascendió en ejemplo y acción solidaria hacia los ámbitos de los pueblos hermanos.
Si bien los sucesos relevantes deben de estar presentes en la memoria de todos --aunque a veces uno se sorprende de que no sea exactamente así--, no temeré pecar al recordarlos de nuevo, junto con otros que no debemos dejarnos arrebatar por el paso del tiempo. También mencionaré tres o cuatro de los que llenaron de relámpagos los julios en los escenarios del mundo.
Personajes nacidos en nuestro suelo, o ligados a él: el día 3 de 1810, Rafael María Baralt, polígrafo y militar, zuliano y español --como Andrés Bello, buscó para su producción la serenidad de otros horizontes--, pero venezolano esencial, como lo demuestran sus dos reconocidas obras “Adiós a la Patria” y “Resumen de la Historia de Venezuela”; el 4 de 1918, Pedro Elías Hernández Figueredo, periodista, poeta, jurista y líder de luchas democráticas; el 8 de 1766, José Cortés de Madariaga, chileno venido desde Europa por encomienda de Miranda, uno de los protagonistas centrales del 19 de abril y participante luego en los combates; el 12 de 1872, Pedro Emilio Coll, fino prosista del Modernismo venezolano; el 15 de 1919, Argimiro Gabaldón, revolucionario comunista, fundador del Frente Guerrillero Simón Bolívar en las montañas larenses, muerto allí tras un malhadado accidente; el 17 de 1937, José Ignacio Cabrujas, maestro del sarcasmo político, el teatro de vanguardia y la televisión decente; el 19 de 1898, Gustavo Machado, líder histórico mayor de los comunistas venezolanos, quien renunció a fortuna y privilegios de clase para ponerse al lado de los de abajo; el 24 de 1783, Simón Bolívar, el genio americano en su más alta expresión, padre supremo de libertad, puntero de pueblos redivivo, líder de las luchas que no cesan; el 24 (según) de 1857, Juan Vicente Gómez: no todo ha sido brillo, también hay simas de oscuridad y tragedia, con él comienza la entrega al imperialismo yanqui; el 25 de 1788, Santiago Mariño, prócer que a veces rivalizó con Bolívar, pero primordialmente fue su colaborador; el 28 de 1954, Hugo Chávez Frías, huracán barinés que está sacudiendo revolucionariamente a Venezuela y echando a andar por los caminos de América y el mundo el pensamiento y la espada de Bolívar.
Los muertos: el 8 de 1881, Cecilio Acosta, notable humanista, maestro esencial, cuyas “Cosas sabidas y cosas por saberse” debería ser lectura de todos; el 14 de 1816, Francisco de Miranda, “el venezolano del fuego sagrado”, |forjador de la visión continental de la libertad y embajador de Latinoamérica en el mundo; el 17 de 1983, Gustavo Machado, mencionado antes.
Los hechos: el 5 de 1811, Venezuela se levanta y dice “¡Soy patria!”, y nos da el mandato obligante, con el compromiso de la vida, de no amoldarnos jamás a otro yugo; el 14 de 1789, toma de La Bastilla, inicio de la Revolución Francesa, gran salto histórico que liquidó el orden feudal y legó a los pueblos la imperecedera consigna “libertad, igualdad, fraternidad”, sólo realizable en una sociedad sin explotadores ni explotados; el 17 de 1936, inicio de la guerra civil española, en la cual el pueblo, con la solidaridad de los libres del mundo, escribió páginas inolvidables hasta sucumbir en manos del fascismo hispano, italiano y alemán; el 21 de 1867, Carlos Marx fecha el tomo I de “El Capital”, obra que diseccionó el sistema capitalista de producción y armó a los revolucionarios del mundo para la empresa de suprimir la explotación del hombre por el hombre; el 25 de 1567, fundación de Caracas, ciudad procera que se convirtió en ejemplo a seguir, vientre que concibió a Bolívar, Miranda, Rodríguez, Bello y otras glorias imperecederas; el 26 de 1953, asalto al Cuartel Moncada, inicio de la etapa decisiva de liberación de Cuba, principio del fin del imperialismo yanqui en América y revelación del liderazgo excepcional de Fidel Castro.
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