Ahora están preocupados, antes solo los dejaban morir de mengua,
pero ahora se preocupan porque hay quienes atiendan a los pobres y a los no tan pobres sin que tengamos que pagarles a ellos.
Carola Chávez (28-7-7)
No solo eso Carola, el sistema ambulatorio y hospitalario está fuera de tono, hay que sustituirlo, no sirve, el modelo es malo, el paradigma fracasó. No podemos seguir en la parálisis paradigmática. En nuestro país el hospital es como la banca universal de los tiempos de Caldera: hacen de todo y no funcionan, encima hay que darles más dinero para que sigan funcionando mal.
Estos modelos de atención los han reforzado con planes monetarios gubernamentales centrales, es decir el ministerio del poder popular para la salud, verbigracia Barrio Adentro 3, creo, de dotación a los hospitales. Eso vale decir que con un modelo malo, errado, evidentemente fracasado, así le inyectes ingentes cantidades de dinero, no lo vas a poner a funcionar con calidad (eficiencia, efectividad, eficacia, oportunidad, cobertura, oferta, etc.).
Ahora que tiene que ver esta afirmación con la noticia de la preocupación de profesores de medicina de universidades públicas preocupados por "el paralelo" de la medicina comunitaria: la educación universitaria de pregrado y de postgrado cultiva los conceptos errados del modelo de atención actual, creando un paradigma errado y operativamente una atención errada por consiguiente, al servicio de la proliferación de la tención privada. Si pones a dar clase en medicina comunitaria a los profes de la tradicional, conservarás el paradigma a través del contagio a los estudiantes formados en la nueva esperanza de cambio de modelo de atención, el nuevo paradigma, la nueva operatividad asistencial, con funciones de promoción y preservación de la salud, planificación tomando en cuenta a la comunidad y la familia como niveles de organización y no la frialdad de la persona individual, que sea un modelo para los usuaios y no solo para cumplir las demandas individuales y colectivas del personal y los directivos (institucionales, regionales, nacionales), y que definitivamente enterraría el fraudulento y nocivo modelo de campañas y jornadas médicas y quirúrgicas, expresión última del fracaso de la planificación, pantalla para la campaña politiquera y excusa para crear corrupción solapada.
Muchas veces me han reprochado que por qué yo no he hecho el curso medio de salud, el curso superior de salud o el postgrado de administración sanitaria. Mi respuesta siempre es la misma: yo no voy a hacer un curso de postgrado que me enseñe a operar con un mal modelo de atención, que no tome en cuenta a la salud (higiene, seguridad, buen pacto social y ambiental), sino solo a la enfermedad (prevención, curación y rehabilitación), que tome en cuenta a la población como una suma de personas de diferentes grupos de edad y no a la familia y a la comunidad, y que finalmente lleve al desastre de atención lo cual es la atención sanitaria pública como todos la conocemos y de la cual todos tenemos cuentos que lamentar. Yo no estudio sabotaje.
El otro día discutían sobre las clínicas, estas instituciones y los segurs HCM son arrogantes por este modelo sanitario público, cuyo planteamiento, cuyo paradigma, cuya operatividad está basada en principios errados, errados porque la consecuencia es que tengamos que correr a una clínica para podernos atender con calidad. Cómo acabar con el desangre que tiene la comunidad de la RB de Venezuela en gastos de atención sanitaria privada: cambiando el paradigma de la atención sanitaria pública, lo cual no se basa en la inyección de dinero en forma unilateral, el personal tiene que cambiar, la atención también.
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