Pretender un caso por los recursos que recibieron un grupo de periodistas venezolanos para viajar a Estados Unidos se convierte en show que provoca insultos entre chavistas y risas en la oposición. Por supuesto que es una ridiculez la denuncia de Eva Gollinger si la misma se limita al hecho de haber aceptado recursos del gobierno norteamericano. Como ridícula es la “carretilla” de la corrupción del Padre Palmar, quien hace gala del escándalo con frases como “si digo todo lo que sé, este gobierno se cae”. Más de un diputado a vociferado tales amenazas y nada pasó. Por otro lado, si la CIA penetra un país a través de los medios de comunicación no es precisamente de esa manera caricaturesca como la dibuja Eva, es de una manera más compleja y es por ello que su superficial investigación, lejos de ser cuestionada o aplaudida, debe ser profundizada o corre el riesgo de elucubrar en lo abstracto, en pocas palabras, hablar paja. Es como decir que todos los militares que fueron a la Escuela de las Américas en Estados Unidos son dictadores sanguinarios.
En lugar de hacer tanto bochinche se debe trabajar más en áreas más concretas. Ejemplo, la salida de RCTV solo fue posible con el regreso de Jessi Chacón como Ministro de Telecomunicaciones, precisamente el mismo funcionario que impulso la Ley de Responsabilidad Social de los Medios, lo que deja mal parado al evangélico que conducía CONATEL. Son pocas las personas las que trabajan y obtienen resultados concretos. Otro logro concreto fue la creación de TEVES, un hecho histórico sin precedentes, pero que debemos apoyar más porque la producción nacional independiente en el país no existe, es pésima y eso se refleja en la TV pública y privada. En el país no existe formación audiovisual de calidad. Lo que es peor, las escuelas de comunicación social han desmejorado. Una educación anacrónica, desvinculada a la realidad y que desconoce los rápidos avances de las ciencias de la comunicación. La UBV es un experimento interesante, y debe ser una lucha permanente la de su directiva para no dejarla caer en los vicios de la educación superior.
Allí trabaja la CIA, en los vacíos que produce la ignorancia, en el poder que producen los monopolios entregados a intereses norteamericanos. Interviene en sistemas de difusión cultural alienada, una ingeniería social a través de universidades, iglesia, medios de entretenimiento. ¿Alguien se ha preguntado por qué el cantante Alejandro Sanz exigió firmas contra Chavez en un concierto?, ¿por qué el escritor Vargas Llosa arremete con disciplina contra el presidente desde su posición de intelectual?, ¿cómo funciona el oligopolio de los dueños de medios?, ¿por qué un periódico funciona más como una oficina de relaciones públicas para obtener contratos que benefician empresas, cuyo dueño es el mismo del periódico?.
Una cosa es el debate público para imponer matrices de opinión, defender ideas y desmentir a quien difama e injuria. Podría entenderse incluso la guerra mediática entre el “mataduras” y el conductor del programa la Hojilla, ambos programas tienen el mismo objetivo, solo que los motivan ideas e intereses distintos. Pero al pan, pan y al vino, vino. Ni el Padre Palmar, ni Eva Gollinger, están asumiendo con seriedad y responsabilidad la denuncia, permitir el show mediático los deslegitima. Si alguien se beneficia de estas payasadas es la CIA.
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