Tuve que recurrir al diccionario-o como diría Roberto Hernández Montoya-al cementerio de palabras; para poder cumplir con algunos requisitos, que últimamente le están exigiendo a los que apoyamos este proceso y somos ultrosos, o mal hablados.
Los que han leído mis escritos o los que se han arriesgado a leerlos saben que no poseo ninguna avaricia por la intelectualidad, y mucho menos por los modismos y formas de decir las cosas; pero en esta oportunidad me toco ser más grosero de lo normal; y en esta oportunidad he tenido que sucumbir ante su majestad. LA ELEGANCIA.
Actividad Normas del buen oyente y buen hablante
Lee en voz alta, frente a tus padres el siguiente texto
Normas del buen oyente
¨ Mirar a los ojos al hablante.
¨ Atender a lo que dice.
¨ Evitar interrumpir al hablante.
¨ Esperar que el hablante termine, para responder.
Normas del buen hablante
¨ Expresarse en forma clara y sencilla.
¨ Mirar a las personas con quien se habla.
¨ Utilizar un tono de voz adecuado.
¨ Pronunciar correctamente las palabras.
Algunas fórmulas de cortesía
¨ Tratar a los adultos con “usted”.
¨ Pedir siempre “por favor”.
¨ Dar siempre las “gracias”.
¨ Saludar diciendo “buenos días”, “buenas tardes”...
Desafortunadamente para mí, empecé a conocer de algunas normas de conductas muy tarde, yo diría que demasiado tarde y desgraciadamente para muchos, no tengo dentro de mi vocabulario marginal, palabras tan elocuentes y tan agradables a los tímpanos tan educados de los recién vestidos revolucionarios del proceso o para los acomodaticios socialistas por encargos.
Las cosas que algunos quieren que seamos todos eso jamás podrá ser, porque de ser todos lambiscones, de ser todos Rodicallosos se nos pierde la REVOLUCIÓN; pero al parecer, muchos ven esta Revolución-y de hecho creo que eso es así-como la forma y manera de conseguir una mejor forma de vida, y una vez alcanzada su meta se olvidan que mas allá existe un mundo muy distinto a la opulencia.
La adulancia y la lambisconería solo pueden tener un fin, la miserable vida de la sumisión y el servilismo, y juro por DIOS y mi MADRE que ni SUMISO ni SERVIL.
Cuando el enemigo nos ataque ¿Qué vamos hacer con las palabras bonitas?
Hasta la victoria; siempre
CHAVEZ, SOCIALISMO O MUERTE
(Con manual de Carreño o sin el)
¡VENCEREMOS!
jesuschua59@yahoo.es