Las provocaciones oposicionistas y la estupidez humana

Razones suficientes tuvo Albert Einstein al calificar la estupidez humana como una característica inherente al ser, ilimitada como el universo, sus dudas formaron parte de la validez científica y social que lo condujeron a tal reflexión. Es una historia sin fin, no el fin de la historia, es relevante la adquisición de la conciencia para descifrar el estupidismo como condición de vida atada a un sistema socioeconómico injusto, perverso y capaz de alienar a cuanto ser permee el mensaje y lo acepte como “normal”.

Prestarse para una causa que en todo caso beneficie a otros de manera ostensible forma parte de la prestancia política para alcanzar el poder real, los hechos reflejan la vida del payaso más allá del circo mundano capaz de convertir al ser en una mercancía de compra y venta al mejor postor, escribíamos sobre esto en el caso de Jhon Goicoechea extensivo a otros personajes del mundo universitario.

La provocación en materia política tiene dos aristas o dos lados, el provocador y a quien se provoca, la sindéresis en este último revestida de una gran paciencia cambia o destruye la intención del primero. Es importante descifrar a tino de perfección la intención solapada, encubierta de quien ejerce la provocación manifiesta, prevenir bajo la teoría de los juegos la posibilidad u opciones que se le permiten al provocador es tarea de primer orden de quien es potencial provocado y en función de que ejercicio ulterior se quiere practicar la provocación, creemos es la mejor manera de estar atentos ante tan eventual acecho.

Para una autoridad revestida legalmente como tal, la provocación debe ser un acto de digerimiento inteligente en una democracia verdadera. La manifestación ante el CNE cuyos elementos primarios contravienen las intenciones de profundizar la revolución, no es otra cosa que la oposición a tales cambios y transformaciones en el orden político, económico y social. La metodología utilizada por los provocadores a partir del uso indiscriminado de parte del movimiento estudiantil forma parte de un plan mucho mayor que busca destruir la construcción socialista a como de lugar por cualquier vía distinta a la electoral porque de sobra conocen que esta última no le es posible alcanzar.

La estupidez humana es sinónimo del adolecimiento de las argumentaciones válidas y coherentes, las cuales no pueden presentar y conforman parte estructural del oposicionismo venezolano. Del escualidismo regular se pasó al estupidismo normal como manera de concebir cualquier oposición a cuanto provenga del chavismo en general.

De igual manera podríamos convenir que la necesidad perentoria, es la forma como la revolución se defiende de los ataques del oposicionismo, una de ellas es la advertencia preliminar de la intencionalidad, ya sabemos que a partir de lo que ocurrió en el acercamiento al CNE, no existe inocencia alguna, por el contrario, es una clara demostración de las intenciones desestabilizadoras de los autores intelectuales de tales movilizaciones, cuyos planes deben ir de menor a mayor, al menos es lo que se preve dado el conocimiento de los personajes y de la política sustentada en el imperio y sus lacayos nacionales.

Que les importa a ellos, los razonamientos y argumentaciones sobre la reforma constitucional si en el fondo ese no es el asunto, se trata entonces de las contradicciones inmersas en la lucha de clases e intereses que están en juego para ellos, la profundización de la revolución cuyo mandato en la reforma contiene elementos legales más expeditos para ello, es lo que realmente les preocupa y tratarán de jugarse el pellejo, no el de los oligarcas de turno, ni de la clase política azufrada hasta los tuetanos, ni de la cúpula de la iglesia católica, el pellejo de esos muchachos y muchachas que como carne de cañon son lanzados a la vanguardia de lo que intentarán en el momento que ellos consideren decisivo antes de la fecha del aprobatorio.

Para los revolucionarios lo esencial es adelantarnos a las provocaciones, de esta manera neutralizar cuanto intento se les ocurra, esto por una parte, la otra tener el discernimiento necesario para evaluar el desarrollo de los acontecimientos a medida que las acciones oposicionistas evidencien actitudes más radicales, la vigilancia sobre los medios y en especiales televisivo primordialmente Globovisión, no se debe permitir ni el más mínimo llamado aún subliminal a romper con la revolución socialista bolivariana, el estupidismo ya lo sabemos quienes lo ejercen, no hay que dejarse colar las estupideces que a veces hablan más que un comentario serio.

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Rafael Febles F.

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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