En anteriores oportunidades he sostenido que el sistema político que más se acerca a la práctica del sistema económico capitalista es el sistema político autoritario, el cual actualmente es sostén fundamental del sistema político español, es por eso que no extraña la reacción realista, en conjunto con las del Sigüí del Rey, Zapatero, jefe del gobierno español, y su aporte interesado en defender la hegemonía neoliberal mundial, durante la Cumbre Iberoamericana.
Juan Carlos de Borbon, rey de la monarquía española, uno de los personajes mas ricos del mundo, forma parte activa de lo que se puede denominar hoy en dia el autoritarismo globalizado, el cual se hace notorio porque día a día estamos en contacto con éste, es el autoritarismo del dinero. Es el poder financiero el que marca los ritmos en la economía capitalista global. La dinámica de este capital financiero permite manipular la vida cotidiana de la población en general, en todas sus fases.
Todo este poder ejercido por las elites de poder mundial tiene su representación más palpable en las grandes corporaciones mundiales, como Union Fenosa, Repsol, EFE y otras grandes empresas españolas, y que también controlan la mayoría de los mas grandes e importantes medios de comunicación del planeta, controlan todo el flujo de la información, por lo que la gran mayoría de la población mundial conoce solo lo que quieren mostrar estos medios, y solo lo hacen verazmente si está acorde con sus intereses económicos y políticos.
Los valores democráticos, el igualitarismo, la solidaridad y los derechos humanos, son desdeñados en el sistema económico capitalista, aflorando entonces inevitablemente la dictadura de la burguesía, la represión a los sectores mas desfavorecidos y la complicidad con las corporaciones nacionales satélites de las corporaciones mundiales, lo cual finalmente constituye el semillero de la dictadura mas perversa que ha creado el hombre, el fascismo, dictadura a la que hizo referencia el Presidente Chávez, practicada por ese oscuro personaje José María Aznar y en su momento practicada ferozmente por Hitler.
Todavía hoy recordamos como los banqueros e industriales de Alemania apoyaron y financiaron el ascenso de Hitler. Por ello el nazismo nunca se opuso al gran capital y en cambio sí combatió con saña todas las formas de socialismo. El fascismo ejerció un gran atractivo para la clase media, una burguesía que acarició metas de prosperidad, adquisición de propiedad y vio en el fascismo el vehículo para alcanzarlas. Por ese motivo, ya antes he sostenido que la economía de mercado y la democracia son contradictorios y el fascismo es la demostración más fehaciente de esa incompatibilidad.
El Regímen español caracterizado principalmente por el autoritarismo capitalista, bien pudiera significar el regreso al fascismo europeo, momento en que el neoliberalismo se ha vuelto más despótico y opresor en esta época de agresiones terroristas, que sirven para justificar la represión a pueblos enteros. Cada vez mas podemos verificar las denuncias de maltratos a latinoamericanos por militantes de los falangistas españoles, casta fascista apoyada por el Partido Popular de la ultraderecha española y en el que hace militancia José María Aznar.
En ese contexto se entiende muy bien el interés de la realeza española, en conchupancia con el Imperio, de mantener el estatus de explotados de los pueblos iberoamericanos, para beneficio de estas elites de poder mundial y particularmente de la monarquia y el gobierno español, de mantener las empresas multinacionales españolas en la dinámica económica de los paises latinoamericanos, que les permita seguir gozando de los groseros privilegios que han usufructuado por siglos.
De alli entonces la soberana reacción de Chávez y Ortega, quienes de manera digna defendieron los intereses supremos de los pueblos latinoamericanos, durante la clausura de la Cumbre Iberoamericana.
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