Reflexiones en torno al rechazo a la reforma constitucional

¿Qué Hacer?

Los acontecimientos de las últimas 24 horas han demostrado que es necesario profundizar la revolución hacia lo mas profundo de ella, de tal manera que descubramos los errores cometidos, la falta de constancia y lealtad con el proceso, la negligencia, las omisiones y lo mas perverso, no entender que la revolución es un proceso colectivo, colaborativo, sin mezquindades de ningún tipo y fundamentalmente un acto de amor y dignidad con aquellos que han creído en un líder y su propósito de darnos una Patria soberana, antiimperialista y revolucionaria, construida al calor de los mas hermosos sueños y templada con el acero voluntario de millones de seres humanos que creemos firmemente en un nuevo despertar con la dignidad incólume por encima de las dificultades.

Es desarrollar una Ruptura Creadora que conduzca a la purificación de las filas revolucionarias, con el propósito de redimensionar las estructuras del país sin importar quienes y cuantos se queden en el camino. Es un salto cualitativo, endógeno, revolucionario, identificar al enemigo interno y encarar el proceso revolucionario sin titubeos.

Es una Ruptura con el pasado, con la forma de hacer las cosas, de concebir los cambios, de entender que se nos va la vida en la misma medida que se nos vaya la revolución; es no defraudar a ese pueblo que lo da todo, sin pedir nada a cambio; es salir de los oportunistas, del amiguismo, de lo subalterno, de las miserias humanas, del nepotismo y del entregarse a los intereses particulares por encima de los colectivos; en fin, es construir desde una perspectiva creadora, al nuevo hombre revolucionario, que aún arrastrando los vicios del pasado, tenga la capacidad para cambiar y adaptarse a los profundos cambios que hoy pide a gritos desesperados la revolución bolivariana.

Ese es el ¿Que hacer? Sin titubeos, con el corazón en la mano, entendiendo que sin acerar el espíritu no tendremos Patria, Socialismo, pero si Muerte física y moral, ni mucho menos Venceremos, por el contrario tendríamos un rotundo fracaso y seríamos los mas grandes ilusos del mundo, que teniendo un pueblo civil, un pueblo armado, nos dejamos arrebatar el mas grande sueño jamás soñado.

¡Con toda la pasión revolucionaria, o es ahora o nunca!


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