Descentralizar un país desigual bajo el sistema capitalista

El terrible daño de una descentralizacion desigual en el país, es lo que en parte, ha desencadenado el esquema de desarrollo desigual y urbanocéntrico, si cabe la palabra, que limita el ejercicio de actividades económicas equilibradas y dasarrolladas, en lugares alejados de las grandes ciudades. y, también, fuera de la lógica industrialista y desarrollista que prevalece en las capitales de los países latinoamericanos, en su mayoría.

Bajo el modelo imperante descentralizador, los benefiados directos no fueron las comunidades apartadas de la geografía nacional, sino que se concentró, en los nucleos urbanos que se habían constituído mal que bien, en los estados rurales, principalmente, y previo a la avalancha de los petrodólares, de los años 70. Creciendo tambien, el capital de los terratenientes (y de los ex), quienes se apropiaron buena parte de los recursos naturales para si, además de los medios de producción (como la tierra), dejando pequeñas y dispersas porciones de hactáreas a los campesinos, dejándonos prácticamente sin producción real, de alimentos. Es decir, los mismo que poseían grandes extensiones de terreno, les creció más aún los latifundios, hasta el punto de controlar casi toda la tierra disponible para la siembra y la cría, pese a las aplicaciones de la reforma agraria, iniciada en los sesenta.

Pero aunado a esto, nos encontramos con la dramática realidad de las instituciones descentralizadas, específicamentes las de gobernaciones y alcaldías, que solo están allí para chupar, si no todo, buena parte del presupuesto correspondiente a estas administraciones, lo que engendra, de su lógica, una clase de trabajadores parasitarios, cuya justificación es cada vez menos expuesta, dada las constantes denuncias, que a veces se convierten en tormentosos gritos del pueblo.

No obstante, es necesario abrir un nuevo proceso constituyente que parta desde los estados y, sobretodo, de los municipios, a fin de impulsar el poder popular, através de las comunas. Quizá, pueda ser una manera de reactivar el quinto motor constituyente. No obstante, es necesario que los movimientos revolucionarios, partidos políticos, en especial el PSUV, por ser un partido de masas, los colectivos políticos, sociales y culturales, nos movilicemos abiertamente, por construir un modelo distinto de desarrollo, dentro del socalismo que nos estamos dando, y sobretodo, para aplastar a la canalla proimperialista. digamos sí a la integridad de nuestra patria, sí a la soberanía de los pueblos, y sí a la integración del Sur.

*Estudiante de Comunicación Social de la UBV

agnosticodg@gmail.com



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