Hoy termina el año 2007 y sólo nos queda un tiempo de reflexión que no puede definirse en el azar porque, precisamente, es un tiempo para considerar nueva o detenidamente una cosa. Por ejemplo, los que no llevan un rumbo seguro o no saben a dónde van, necesitan de ese tiempo parentético para la reflexión, porque de lo contrario no habrá viento favorable a su favor. Sigo, por supuesto, esa figura metafórica de Séneca. Pero más grave es la desesperación, no tanto la religiosa como la que muchas veces abruma a la política.
En lo religioso, la desesperación es enfermedad mortal. Lo dijo Sören Kierkegaard hacia 1845 en un sentido especial, algo así como un mal que consiste en una desesperación de no poder, incluso, morir. Y eso sucede con el desesperado que no es consciente de tener un yo, o el desesperado que no quiere ser él mismo, o el que quiere serlo. Ahora, en lo político no sabemos si la desesperación es enfermedad o simplemente desesperación vulgar, pero en términos del Drae es alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo, como cuando el opositor que ansía derrotar a Chávez, dice: "Chávez fuera o nada" y se desespera al no poderlo sacar de Miraflores y se lanza por otras vías.
En el caso del proyecto socialista, más que desesperación por lo que pasó en el referendo, el planteo es de crítica y autocrítica para evitar un proceso de engaño y autoengaño en la conducta revolucionaria. Sería interesante, en este punto, la lectura y discusión del Informe de Clase Media Revolucionaria sobre la penetración ideológica en los barrios por parte de organizaciones de oposición, como "Liderazgo y Visión", "Sinergia" y "Radar de los Barrios", sustentada en viejos miedos y prejuicios sobre el socialismo, con mensajes que vienen de la perversión y la mentira, como cuando dicen esta frase: "nos quitan nuestros sueños", o se hacen pasar por pueblo, diciendo: "a los integrantes del poder popular no los vamos a elegir nosotros". Esto pudiera ser una forma aislada de antichavismo, pero préstenle atención porque esa penetración en los barrios viene orientada y financiada desde adentro y desde afuera.
Así lo digo.
Feliz Año Nuevo, sin desesperación.
bhaddad@cantv.net