En el Referéndum aprobatorio de la Reforma Constitucional en Venezuela, triunfó por un estrecho margen el “no” de la oposición de derecha y la abstención llegó a más del 44%, es decir, por encima de los 3 millones de votos.
Estos resultados son interpretados falsamente por los sectores de la burguesía, como “la forma intuitiva de decir no” al Referendo Constituyente, por parte de un grueso número de votantes que manifiestan así su miedo al “socialismo totalitario” que Chávez intenta imponer en el país, según difunden los propagandistas de derecha. Pero esa derecha calla el hecho de que, en tal caso, más del 50% de los electores votó por el sí o la abstención, es decir, que la mayoría, están de acuerdo con la propuesta “hacia el socialismo” por diversas interpretaciones de él: porque dicho sistema es justo, porque representa el fin de la explotación capitalista o porque sería el comienzo de un sostenido desarrollo social y nacional etc.
Algunos sectores del sector chavista, por su parte, catalogan los resultados como revés político electoral, causado por la “inmadurez de las masas” al no comprender éstas el proyecto socialista del presidente Chávez, entre otras razones. Otros sectores del movimiento bolivariano minimizan estos resultados.
Por nuestro lado creemos que estos cambios no son puntuales, que hay que analizarlos con una mayor profundidad para tomar previsiones correctas y avanzar con buen pie en las futuras luchas populares, pacíficas o no pacíficas, que se avecinan.
En los procesos electorales pasados, la abstención era catalogada de “histórica” y nos hacían creer que siempre sucedía, que se mantendría en el tiempo como algo natural, algo que siempre estaría allí, invariable sin reflejar los cambios de las fuerzas ni la lucha de clase existente. Lo cierto es que durante 25 años, a partir de 1958 hubo una alta participación en las elecciones, que fue mermando en la medida que se multiplicó el clientelismo, la represión burguesa y la corrupción, lo cual sucedía a la misma velocidad que las ganancias provenientes del petróleo garantizaban una actividad económica boyante.
Los beneficiarios de esto fueron los sectores tradicionales de la burguesía venezolana, las empresas trasnacionales y una amplia élite política, que ajustaba las estrategias del gobierno de turno a los designios del FMI y del Banco Mundial, conduciendo al país a un progresivo endeudamiento y a un agravamiento de la descomposición económica-social. Todo esto alimentó un inmenso rechazo a las cúpulas socialdemócratas y socialcristianas que alternaron en el poder hasta 1998.
A partir de 1999, el gobierno de Hugo Chávez abordó planes sociales de salud, educación, vivienda etc., impulsando una serie de medidas que a través de las Misiones constituyeron paliativos alentadores para el momento. En estos planes, el gobierno bolivariano contó con la solidaridad fraterna de la Revolución Cubana.
Sin embargo, el pasado 2 de diciembre apareció de nuevo la “abstención histórica” ¿Cuáles fueron las causas?
El presidente Chávez ha mantenido un discurso radical anticapitalista, en el que habla de las necesidades e intereses de las grandes mayorías pobres de Venezuela, revelando su intención de transitar al “Socialismo del siglo 21”, que es su manera de ver el Socialismo. Pero en la práctica su tesis se queda a medio camino, denuncias sin romper con los marcos estructurales del Capitalismo, algunas de sus políticas estratégicas fortalecen más bien las bases capitalistas existentes, reafirmando la razón de ser de la propiedad privada sobre los medios de producción, incluso sobre la propiedad privada de los grandes medios de producción monopolistas, condición explícita en los artículos de ambos proyectos de Reforma Constitucional que tratan sobre la propiedad y el fortalecimiento del Capitalismo de Estado.
No ha habido cambios de estructura en la política económica del gobierno bolivariano, que sigue siendo la misma, a pesar de la adquisición en dólares por parte del Estado, de ciertas empresas importantes, privatizadas por el punto fijismo, caso de la electricidad y de la CANTV. Compra nacional que se mueve junto al refuerzo del modelo rentista de importaciones, asistencial y de apertura liberal a las empresas mixtas petroleras, que es una sociedad de acciones entre el Estado y los capitales imperialistas petroleros, en una proporción promedio de 60-40 a favor del primero de los socios, esto es, del Estado; proporción que ha corrido igual para las inversiones en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Aunado a lo dicho, se observa con preocupación, la permanencia de importantes problemas sociales que aquejan a los venezolanos, desde los tiempos de la “cuarta república” e incluso desde los tiempos de la colonización monárquica española. La falta de una política nacionalista integral que liquide los monopolios capitalistas, redistribuya socialmente su propiedad y arranque una industrialización nacional en gran escala, que solucione permanentemente el asunto de desempleo, la inflación y las importaciones desmedidas; la incapacidad manifiesta de importantes funcionarios del Estado en puestos claves de la economía, y la acumulación de capitales en forma de “corrupción”, entre otros problemas, no permiten dar respuestas acertadas a dichas calamidades, incluso dentro del propio Capitalismo, a pesar de los formidables ingresos petroleros que entran diariamente a las arcas del país.
Es innegable, que muchas de las causas abstencionistas del Referendo pasado, están en el corazón de estas contradicciones políticas. No se pueden explicar estas cosas, cargándole posiciones políticas equivocadas a las masas que pasarían a ser los chivos expiatorios del problema. El tal “totalitarismo”, atribuido por la derecha a Chávez, no es esencialmente una crítica contra Chávez venida “de abajo” sino de los laboratorios imperialistas. El pueblo más bien clama por medidas enérgicas, duras, contra la derecha golpista y ha condenado permanentemente la impunidad por parte del gobierno.
Errores Estratégicos.
En el ánimo de una crítica revolucionaria constructiva pero a fondo, de los errores y vicios que se han ido acumulando a lo largo de los ochos años del gobierno nacional democrático, que preside Hugo Chávez y la alianza bolivariana, nuestro Partido luego de una serie de reuniones analíticas sobre el tema del Referéndum Constitucional, de los resultados electorales obtenidos entre el no, el si y la elevada abstención del 2 de diciembre pasado, llega a la consideración de puntos concretos que fallidos, a nuestro entender, influyeron fuertemente en los resultados de dicho evento.
De alguna manera estos resultados, indican al movimiento revolucionario los vacíos y límites políticos de la ideología nacional democrática venezolana, debilidades de una ideología no proletaria que actúa en medio de una fuerte confrontación nacional antiimperialista, cuya base histórica es una encarnizada y polarizada lucha política entre el capital como ente explotador y el trabajo como ente explotado. Los primeros y en general identificados para el caso con el “no”; los segundos, también de conjunto, con el sí y la abstención.
Dada la alta sensibilidad social de la situación política venezolana, del interesante momento en que se encuentra el proceso revolucionario y su gente y especialmente por la particular posición a asumir por el movimiento marxista leninista en esta contienda, debe considerarse en profundidad todos y cada uno de los aspectos que influyeron en dichos resultados, para evaluar con prontitud en el marco de la mayor objetividad posible, las causas reales que motivaron la perdida o derrota en el mencionado Referendo Constitucional del 2007.
Paso básico y elemental si en lugar de la crítica formal, hecha para salir del paso y evadir las responsabilidades propias, la idea es buscar soluciones reales y tangibles, ahondando los hechos por muy crudos que estos sean, aplicando con igual sentido quirúrgico, las medidas correctivas necesarias para avanzar y curar las heridas. Es decir, para dar con la salida exacta para la necesaria transformación de la sociedad venezolana, en una sociedad sin explotadores e independiente como nación, no sometida al vasallaje del imperialismo anglo-norteamericano, ni a ningún imperialismo y la explotación del capital. Manteniendo ese espíritu presentamos la parte II de nuestro análisis.
1. 1.- Sin duda es imposible hacer Socialismo en el marco de las relaciones de producción monopolistas del capital, que son las que predominan en FEDECAMARAS-VENANCHAM y que es la fase buscada por los sectores del mediano capital de CONSECOMERCIO y FEDEINDUSTRIA, mientras que se echa a un lado el papel motriz y dirigente de la clase obrera en la construcción del socialismo revolucionario.
2. Mantener presente este principio, es fundamental para la profundización, desde el punto de vista de clase del proceso revolucionario en Venezuela. Sin esa consideración de hecho el Antiimperialismo y el Socialismo no pasarán de ser caricaturas electorales. En el mejor de los casos, no expresaran más que las buenas intenciones de algunos revolucionarios, que como bien se sabe, de buenas intenciones están empedradas las calles del infierno.
3. Sin embargo los proyectos de reforma no tomaron en cuenta estos fundamentos, y así fue, previamente advertido por los marxistas de aquí y del exterior, sus propuestas no rebasaron el marco capitalista, que era la novedad necesaria para avanzar, no digamos que hacia el Socialismo revolucionario sino hacia una visión antiimperialista del momento.
2.- Después de los resultados del Referendo del 2 de diciembre de 2007, el punto quedó más claro para los revolucionarios y las masas avanzadas del proceso, en disposición de seguir los ejemplos históricos de la Comuna de París, de la revolución bolchevique, de la revolución cubana y otras experiencias históricas del proletariado. Tomando como lección que en las revoluciones donde la lucha de clase, la dictadura democrática del proletariado y el partido de clase no fueron tomados en cuenta, estas fueron aplastadas y ahogadas en sangre por la dictadura burguesa del imperialismo mundial y las clases dominantes internas. Han sido los desafortunados casos de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, de Bolivia cuando el mandato radical del nacionalista de Velasco Alvarado; también sucedió en los procesos armados de Nicaragua y El Salvador en la experiencia del Frente Sandinista y el Farabundo Martí respectivamente. De una forma o de otra, en esas experiencias revolucionarias influía el liberalismo de izquierda y las posiciones reformistas.
3.- En los aspectos internos de los nacionalistas democráticos, la disolución oficial de la alianza de los partidos políticos, que se estructuraron durante 10 años en el bloque Bolivariano ( MVR-PODEMOS-PPT-PCV) y la desintegración de los movimientos y partidos revolucionarios populares forzados a entrar al PSUV unos semanas antes del Referendo, su humillación y descalificación pública fue un error estratégico elemental del Presidente, que, aunado a la ineptitud innegable de unos cuantos ministros y a las improvisaciones electorales del Comando Zamora, actuaron también en contra del buen estímulo revolucionario necesario para la votación a favor, debilitaron el esfuerzo común del movimiento bolivariano que ha sido garantía de los triunfos anteriores, causando una notable dispersión y divisionismo entre las fuerzas patriotas lo que sin duda tuvo efectos negativo en el evento.
4.- Otro aspecto político-estratégico negativo de los bolivarianos, fue la improvisación y no concreción del PSUV. Sus carencias político-ideológicas, su ambigua definición del Socialismo y el Antiimperialismo, la contradicción entre discurso y práctica, así como el no reconocimiento por su jefatura, de la polarización política de clase que se libra en Venezuela, definiendo con claridad los objetivos a corto y mediano plazo de dicha Reforma.
5.- Amplios sectores de la clase obrera y de los trabajadores no se vieron identificados con artículos de la Reforma y así lo expusieron a la Asamblea Nacional y al público. En el documento del Partido en el que antes del 2 de diciembre, analizamos a través de las páginas de El Proletario ( época 4, No.12, noviembre-diciembre de 2007) desde el ángulo de las propias incoherencias de los artículos propuestos en los dos proyectos nacionalistas presentados sobre la Reforma Constitucional -que de hecho es el programa de los bolivarianos- recogimos algunas opiniones adversas sobre el tema de los Consejos laborales y los Sindicatos (artículo 70) y de las Asociaciones de empresas mixtas petroleras, del Estado con el gran capital privado (art. 303) difundidos por importantes Sindicatos de la Constituyente Sindical, de los trabajadores petroleros y de las Empresas Básicas etc.,
En el caso del artículo 70 sobre los Consejos laborales y otros vinculantes con el tema, los trabajadores cuestionaban que tales Consejos suplantaban constitucionalmente y de hecho –por la actividad contractual del Ministerio del Trabajo- la vigencia de los Sindicatos, vulnerando el artículo 90 de la propia Constitución bolivariana, que los reconoce como organización de la clase obrera.
En el caso del 303, por su carácter privatizador de la industria petrolera, al impulsar las empresas mixtas con el capital imperialista en varios niveles claves de dicha industria. Nuestra proposición aquí es que se reconozca constitucionalmente la validez histórica de los Sindicatos como instrumento de lucha de la clase y que se elimine la segunda parte del 303 por su apertura privatizadora hacia las filiales y Asociaciones estratégicas petroleras.
La Asamblea Nacional no solo no la eliminó sino que las reconoció explícitamente en su Proyecto de Reforma, Esto causó un gran malestar en amplios sectores petroleros y del proceso.
6.- El hecho del Presidente haber propuesto 33 artículos a reformar y que posteriormente la Asamblea Nacional agregara 36 más, sin debate serio ni participación y enriquecimiento real de las comunidades y sindicatos, tomando un tiempo insuficiente, que no tomó en cuenta algunas consideraciones hechas, haciendo de la propuesta un simple plan informativo, sin una suficiente difusión y tiempo necesario que ameritaba tan importante acontecimiento.
Fue este otro factor negativo influyente en los resultados de esa especie de “voto castigo” de las masas, que dejo abierta la sensación de que el Ejecutivo ni la Asamblea Nacional, están cumpliendo realmente su papel como poderes autónomos, que esta última no tiene voz y que camina porque ve al Presidente caminando.
7.- El protagonismo de las comunidades, de los grupos, movimientos sociales y populares, ha sido confiscados por la burocracia. La autonomía popular se ha visto mediatizada por los paracaidistas, por el mandato del dedo y la burocracia a todos los niveles. Desde algunas esferas gubernamentales se inmoviliza políticamente a las masas, distrayendo su acción en un tareísmo vacuo, apolítico y necio, dirigido a llenar los record administrativos de los funcionarios y no para consolidar la conciencia revolucionaria, ni para hacer de las instituciones del Estado organismos funcionales del proceso revolucionario.
Cualquier crítica inmediatamente, el sectarismo y los triunfalistas bolivarianos, la califican de opositora, de salta talanquera y “escuálida”, con el respaldo automático de los seguidistas en el seno de algunos batallones. No se investigan los hechos ni se hace un debate ideológico necesario. Solo se califica. Esto ha hecho perder el espíritu revolucionario de calle de las grandes masas, que en sus inicios acompañaba siempre al gobierno bolivariano, permitiendo a la derecha penetrar en los barrios, caso de la entrada de los bandidos de Primero Justicia y la Embajada norteamericana en algunas populosas barriadas de Petare, con los resultados vistos.
8.- Mucho se denuncia la conspiración, los atentados, el magnicidio, pero se observa una aptitud timorata con la oposición golpista que promueve dichos actos ¿dónde están las acciones concretas contra los conspiradores y terroristas paramilitares?¿dónde están los presos por los atentados y asesinatos terroristas como los del fiscal Anderson o del asambleísta Braulio Álvarez y una centena más de luchadores sociales y sindicalistas?¿dónde están los capitalistas presos que financian y protegen actos vandálicos y terroristas extendidos ya a muchos barrios y estados del país? ¿Qué pena se le ha impuesto a los conspiradores banqueros confesos en el golpe de abril-diciembre, Mezerhane, Granier, Cisneros, Salvatierra, Súmate, la banca española y norteamericana etc.? Ninguna y sin lugar a duda que esa posición ambivalente del Estado ha reagrupado y fortalecido a la derecha oposicionista, ha creado desmoralización en las grandes masas y obviamente a redundado negativamente en el voto electoral.
9.- Internamente y bajo el disfraz de “rojo-rojito” se aprecia el fortalecimiento de una corriente militarista anticomunista, o conocida como derecha endógena, también como chavismo sin Chávez, corrientes de derecha que se han fortalecido, incluso desde los altos cargos ejecutivos caso reciente de Isaías Baduel y anteriormente de otros como Guaicaipuro Lameda, Urdaneta, Rosendo etc.
10.- Otro elemento cada vez más grotesco y criticado por las bases, es la dedocracia aplicada desde el Ejecutivo y otras esferas del Estado, casos evidentes de los alcaldes, gobernadores y ministros apoyados por arriba, pero muy criticados por la mayoría del pueblo, casos de F. Bernal, de Rangel Avalos y Juan Barreto, de Ramón Martínez. y Didalco Bolívar (ambos en la oposición), de Porras, Reyes Reyes, Ronald B La Cruz, y muchos otros, si profundizamos a nivel de la Asamblea Nacional, de los concejales y una cuantas juntas parroquiales..
La mala gestión pública, no ha llenado las expectativas de las reivindicaciones de fondo del pueblo venezolano, contribuyendo al incremento de la abstención. Se dice que algunos de ellos jugaron a favorecer el “no” en silencio.
Mucha gente tiene la sensación que los planes no arrancan, no se ejecutan lo programas o no se ejecutan debidamente los proyecto; los recursos del estado están en los banco privados alimentando a los banqueros apátridas y golpistas. Esto lo aprovecha por mampuesto, la derecha local y el imperialismo
11.- El caso de Caracas es emblemático, basura, anarquismo comunal y buhonería descontrolada, la ineptitud del control urbano produce una terrible sensación de abandono e inseguridad a pesar de ser el asiento de los poderes nacionales. Los poderes públicos y la administración parecieran estar en manos de gente que no tienen el más mínimo criterio gerencial.
12.- La corrupción y la impunidad, no se puede ocultar, todos hablan de ella, pero no hay la acción decidida del Estado, del Poder Moral, de los jueces, tribunales y cuerpos de seguridad contra ese flagelo capitalista.
El desabastecimiento, el acaparamiento y la Inflación, que continúan golpeando el bolsillo de la población pobre, se ha convertido en una táctica preelectoral muy útil a la derecha, y su efectividad se comprobó como nunca en la votación para el referendo constituyente. Cualquier ciudadano sufre en carne propia el ataque violento por la falta de alimentos como la leche líquida y en polvo, las caraotas, el arroz y la subida de los precios que no se detiene, bajo la mirada complaciente del INDECU.
Se baja el IVA pero la burguesía monopolista sube los precios a su antojo; aumenta el salario mínimo, pero igualmente suben los precios; llega diciembre y de ñapa con el Bolívar Fuerte y los precios por las nubes; aparece una lista de precios regulados y va la estampida de precios. Los capitalistas simplemente se burlan de la falta de autoridad existente.
Un sentido crítico constructivo sobre el Referendo, sus resultados y tareas.
Como hemos dicho, las causas y los resultados del evento del 2 de diciembre, tiene mucha tela que cortar, pero no resulta correcto, como hacen algunos jefes del PSUV, comenzar lanzando toneladas de acusaciones contra la abstención de masas y el Socialismo. Esta falsa crítica que se la hemos oído a unos cuantos bolivarianos, no tiene asidero y mueve a sospechas. Críticas como estas: “de que el pueblo no comprendió la política socialista de los proyectos”; que los resultados revelan que “el socialismo es extemporáneo” o que las masas “le deben una a Chávez”, están más cerca del revanchismo que de la crítica objetiva.
Argumentar de esa manera, no solo es apresurado e incorrecto sino prepotente. En verdad el pueblo “no le debe” al gobierno bolivariano, ni al PSUV, ni a nadie. Ha pagado “sus facturas” con sangre durante cincuenta años. Pero en cambio ciertas políticas de este gobierno nacionalista, si “les deben” algo al pueblo, por lo menos unas cuantas reivindicaciones de fondo que no ha cumplido y algunas otras cosas de las que ya hablaremos.
Recordemos por ejemplo que las masas obreras, comunales y campesinas derrotaron toda una cadena de conspiraciones contra el proceso y el gobierno, incluyendo el terrible golpe cívico-militar de abril-diciembre del 2002-2003, que derrotó y secuestro por 48 horas al Presidente Chávez. El Presidente y el proceso revolucionario volvieron a la escena gracias a la poderosa insurrección popular del 12 y 13 de abril, faena nada pacífica que costó al proletariado más de 130 muertos y 300 heridos, aparte de un millar de agresiones, decenas de asesinatos, de acciones terroristas y el infame paro petrolero y empresarial de larga duración, animado, organizado y dirigido por FEDECAMARAS-VENEMCHAM codo a codo con los últimos adecos y copeyanos de la CTV y los retoños fascistas de Primero Justicia, entre otros.
Consumada y derrotada la ofensiva del fascismo criollo ¿cómo respondió el gobierno nacional democrático?
Perdonando a los terroristas y golpistas burgueses, respetando la propiedad monopolista de la burguesía implicada en dichos actos, incluso la banca –muy activa en tales menesteres- declaró excelentes ganancias durante los meses del paro empresarial (¡!). La burguesía no pagó pues sus culpas, por contrario siguió desestabilizando y conspirando impunemente hasta el mismo 2 de diciembre, día del Referendo Constituyente, envalentonadas sus hordas con el “no” al Referendo Constitucional.
Valga advertir al lector desprevenido, que se trata de la misma burguesía y los mismos líderes reaccionarios y golpistas del 2002-2003, de los mismos acaparadores, los persecutores de revolucionarios en el efímero gobierno de Carmona Estanga, los ejecutores intelectuales de más de seis mil muertos en los años sesenta y de otros miles en las masacres del Amparo, Yumare, el Caracazo y otras matanzas, es decir, de los miles banqueros, comerciantes, curas, militares e industriales reaccionarios, infiltrados hasta los tuétanos en el Estado nacionalista, desde donde se burlan en la cara de las bases populares. ¿No es ese un factor de indignación en las grandes masas que “algo” tuvo que ver con la abstención y algunos casos con el no?
También es oportuno traer a colación ahora en esto de las “críticas a tiempo”, que desde hace mucho, se exige la presentación clara y coherente de un programa político integral dentro del proceso revolucionario; que contemple la abolición de los monopolios privados acompañada dicha medida de la redistribución de dicha propiedad entre el Estado popular y el movimiento obrero-comunal, así como la estatización de la banca, una rigurosa congelación de precios y otras medidas nacional democráticas de vanguardia, que abrirían la lucha al programa estratégico, al Socialismo. Reivindicación política que tiene en pié de lucha casi medio siglo, cuya respuesta en el pasado punto fijista fue de plomo y peinilla, pero en el presente, de concordia y reconciliación con los explotadores y opresores golpistas, aduciendo los colaboracionistas de que Venezuela es otra y que en el Socialismo también cabe el Capitalismo.
El movimiento revolucionario debe buscar las causas de que se hayan abstenidos 3 millones de votos en un año, más adentro del proceso que “fuera” de él. Debe además hacerlo con modestia y profunda autocrítica, sin amenazas ni autosuficiencia fuera de lugar, actuando a tiempo. A los marxistas leninistas y al movimiento proletario en general le toca un gran papel en esa dirección, diríamos que el papel principal y no hay mejor manera de entender esto, que comenzar por la crítica en nuestras propias filas, en las filas de los socialistas.
Porque también tiene su cuota de responsabilidad la confusión ideológica y el oportunismo activo que priva en el interior de importantes corrientes socialistas, del campo revolucionarios en su conjunto. La conducta vergonzante de unos cuantos marxistas y comunistas venezolanos prosternados y sin independencia alguna frente a los equívocos del gobierno nacionalista; el inaceptable culto de la personalidad presente en una mayoría revolucionaria; la improvisación y caricatura de los “marxistas legales” en relación al marxismo y el leninismo, con la vista gorda de un conjunto que ahora tras la apretada derrota del si -estrecha pero derrota al fin- busca el correspondiente chivo expiatorio para evadir las responsabilidades propias, influyó también en el voto castigo de las masas.
Nada dicen estos camaradas por ejemplo, de la incidencia en dichos resultados de los dobles discursos sobre el Socialismo, según los escenarios, de patriotas y marxólogos ganados por el pragmatismo, de su caricatura para amoldar la teoría y la crítica comunista al pragmatismo electoral empleando los viejos argumentos reformistas, mil veces oído a los renegados del MAS en los años setenta, acerca de los nuevos tiempos, de la revolución inédita, del “Socialismo a la venezolana” y a la vuelta de la esquina, de la revolución pacífica y democrática a lo venezolano y otros inventos, otras ridiculeces socialistas de aquellos papanatas del oportunismo de izquierda, que hoy refrescan algunos jefes chavistas.
La educación política y la organización de masas, que es una tarea de principios de los socialistas y comunistas, por desidia o por el pretexto de no “quebrar la unidad”, quedó al cuidado si no de los escaladores e infiltrados de la “cuarta”, entonces de los escaladores medios “del partido” o de la burocracia militante “de abajo”, que dicho sea de paso, es tan terrible como la de “arriba”. En su mayoría empíricos de la revolución con aires de próceres de la independencia, nombrados a dedo ya por el partido de gobierno, ya por las alcaldías o las instituciones del Estado, cada uno compitiendo con el otro, a costa de los militantes y cuadros legítimos de las zonas y sindicatos.
Esto indujo una mentalidad triunfalistas de las masas, un formalismo de marchas “rojas rojitas” inflamadas de un espíritu liberal, gente creída de que una revolución socialista contra el enemigo más poderoso y sanguinario de la humanidad del siglo 21, el Imperialismo anglo-norteamericano, es asunto de cocer y cantar, que para ello basta ir a la avenida Bolívar dos veces al año a pegar algunos gritos, bailar las canciones de Alí Primera y tomar cerveza.
Pero la mentalidad triunfalista frustrada puede conducir a su vez, a la desmoralización y el escepticismo, que son precisamente las condiciones que necesita el Fascismo para crecer en medio del proceso, por eso los publicistas de la derecha ¡y no hablamos solo de la ultraderecha externa, sino de la interna, del nacionalismo burgués y el reformismo!, que aprovecha la oportunidad para arremeter contra la viabilidad del Socialismo gritando ¡es extemporáneo! achacándole la causa de la abstención y el no.
Más de un destacamento socialista-comunista ha sido pues, victima del “triunfalismo” y del democratismo pequeño burgués que crece en nuestras propias filas, como consecuencia de un desastroso pragmatismo y una confusión ideológica que no sabe diferenciar entre la táctica proletaria precisa y justa y el tacticismo electoral, entre las consignas nacional-democráticas y las consignas socialistas.
En las entrañas de las organizaciones comunistas y socialistas, de los marxistas en general, ha ido tomando forma el viejo y nefasto etapismo de los años 57-60, que echó por la borda las condiciones del cambio revolucionario de la época y abrió las puertas a los aventureros foquistas, encabezados entonces por Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez y otros bandidos que luego fundaron el MAS.
Etapismo que ayer fue arrastrado por el democratismo representativo de los socialdemócratas y hoy por el revolucionarismo nacionalista partidario del capitalismo nacional; desviaciones liberales activas dentro de la dinámica de lucha de clases, que impide a los socialistas-comunistas colocarse a la vanguardia de la clase obrera, ponerse al frente de las luchas populares y desarrollar a fondo el partido de clase y el programa de los socialistas revolucionarios, premisas éstas, sin las cuales el proceso revolucionario venezolano jamás avanzará hacia el anticapitalismo que tanto se pregona. Este desorden también acarrea desorientación y desinformación en las masas.
En fin, muchos camaradas han perdido el norte, extravían su papel de dirección proletaria, carecen de autonomía embrujados por los discursos radicales del Nacionalismo, no saben diferenciar entre el Socialismo y el Nacionalismo, ignoran en los hechos el papel de la clase obrera pero sobreestiman el papel del “Capitalismo Nacional”, no pueden diferenciar incluso las contradicciones inter-burguesas deslizando una confusión descomunal en las masas y también en las tácticas electorales.
Esto es precisamente el quid del etapismo, una desviación de derecha en lo interno, que termina empujando las vanguardias históricas encargadas de apuntar la lucha política hacia el Socialismo, a la cola y retaguardia de los partidos nacionalistas, de los socialdemócratas y de los frentes patrióticos coyunturales, que fortalece a los oportunistas venidos “de la izquierda” o venidos del Nacionalismo burgués, cuya propaganda se basa ahora en acusar de sectarismo, de dogmático y de prisionero de las viejas formulas marxistas a los socialistas revolucionarios que instan a reconocer la lucha de clase, la defensa de la clase obrera como fuerza motriz de la revolución, la vigencia del partido y el programa proletario.
He aquí causas que igualmente tienen que ver ¡y mucho! con los resultados del 2 de diciembre. Que a nuestro entender, no indican atraso sino más bien una mayor madurez política en el seno de los partidarios socialistas del sí y de la abstención, camaradas que en general son del proceso revolucionario con diferencias más bien tácticas que ideológicas.
Nuestras tareas inmediatas.
Para atacar con tiempo y desde una visión marxista la nueva correlación, planteamos tareas a mediano y largo plazo:
1) Como tarea general del movimiento revolucionario y en especial de la clase trabajadora, redoblar los esfuerzos para la unificación y desarrollo del partido clasista, centralizar el partido de cuadros sumergido a fondo en las luchas populares y sus organizaciones reivindicativas y políticas. A tal fin, impulsar alianzas y acuerdos fraternos entre las diversas organizaciones marxistas, para adelantar objetivos comunes como la elaboración de un programa socialista y antiimperialista que sirva de plataforma general del proceso revolucionario; entrar con fuerza al corazón del movimiento obrero y de las masas para la construcción de un poder popular concreto y autónomo. Convertir estas tareas en tarea política central de la clase obrera avanzada tanto del campo como la ciudad.
2) Entendiendo que el poder popular no es una acción que depende de la legalidad burguesa, sino de la fuerza obrera y comunal políticamente organizada, el movimiento revolucionario el pueblo explotado y oprimido, no necesita permiso legal alguno para su construcción y desarrollo.
3) Estos poderes serán la base de apoyo real del Socialismo revolucionario y la liberación nacional en Venezuela. Los comunistas y marxistas en general, tenemos la obligación histórica de construir, politizar y orientar la organización y autonomía de dichos poderes, utilizando como palanca estratégica el programa proletario, introduciéndolo en el interior desarrollo de las organizaciones desarrolladas por el pueblo: círculos bolivarianos, mesas técnicas, comités de tierra, consejos comunales etc.
4) Proponemos que por su auto-reconocimiento como organización revolucionaria poli-clasista, el PSUV se transforme en un frente amplio de lucha nacional antiimperialista, donde quepan los sectores comprometidos con la liberación nacional, la independencia antiimperialista y el cambio social.
Únete Lucha Venceremos
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)
Diciembre 2007-enero 2008
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