Está a la vista la anunciación de un nuevo mundo. El capitalismo, tal como lo conocemos, en su forma imperialista, ya no cabe en el planeta, le falta espacio, le faltan mercados y le sobran mercancías. La crisis profunda anuncia el nacimiento de un nuevo mundo.
¿Cómo será ese nuevo mundo?
Las crisis del capitalismo, cuando alcanzan al nivel político se han solucionado con guerras mundiales, cambio de los paradigmas gobernantes. De una crisis nació la Unión Soviética y de forma similar nació el nazismo. Las crisis pueden significar avance de la Humanidad o la inmersión en la barbarie.
La crisis que hoy vivimos tiene dimensiones inéditas, abarca a todo el planeta, es una guerra mundial, que, por ahora, se desenvuelve usando como armas los aranceles. Los gringos comandados por trump, triste personalización de la arrogancia del imperio, su agresividad y falta de escrúpulos, pero también de torpeza, abrieron fuego con los aranceles en un intento por destrabar las cadenas que aguantan el malestar de la compresión planetaria del capitalismo imperial, detonaron la crisis. Será difícil detenerla, el rumbo es hacia una guerra que amenaza con ser final.
Los gringos, al principio mostraron sus intenciones, como en un ensayo, amenazaron a México, Colombia, Panamá, Canadá, con su arma arancelaria. De una forma agresiva mostraron su intención de comprar al mundo, dominarlo, revelaron lo que entienden por un “usa grande again”. La guerra ha ido escalando, China responde, Europa se incorpora a la contienda, hoy no sabemos qué pasará, pero las bolsas de valores mundiales, que son el pulso del sistema, se estremecen, ellas son expertas en oler los problemas, esa es su esencia.
¿Y Venezuela?
Ironías del destino, después de tener a un Gigante como el Comandante Chávez, la crisis nos agarra en malas manos y sin confesión. Con un gobierno que no tiene la altura ni por asomo para enfrentar a la crisis que se desarrolla ante sus miopes ojos, sólo atina a pelear como si de una riña de vecindario se tratara, no consigue ir más allá de lo personal. Y no tiene más plan que vender al país al mejor postor, no sabe qué hacer, no tiene estrategia, ruega a los capitalistas que le digan que hacer, los de aquí y los extranjeros.
Esté país tiene los líderes capacitados para hacer frente a la crisis: para separarse de los imperios en conflicto, convocar a la construcción de un polo alternativo a los imperios, nuclear a los países en la defensa de la paz mundial, y la salvación del planeta. Ese nuevo polo, debe tener como meta un nuevo orden mundial alterno al capitalismo, la guerra es la naturaleza del capitalismo, con capitalismo no puede haber paz. Sólo habrá paz con el Socialismo.
Este país tiene a los líderes, pero ironía del destino, las fuerzas capitalistas internas se confabularon contra ellos, ahora están exiliados, perseguidos, secuestrados. La Patria necesitándolos, la Humanidad necesitándolos, y ellos en el ostracismo impuesto en el olvido forzado. ¿Qué esperamos para llamarlos? Y sí, nosotros nos atrevemos a poner nombre a esos líderes, allí está el Ministro Ramírez. Sabemos que la oferta no es un regalo dorado: encargarse de un país devastado en medio de una crisis mundial inédita. A él y a los otros sólo se les puede ofrecer, como una vez dijo Martí, la gloría de luchar por su Patria y la ingratitud de los hombres.
¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!