El Arado y el Mar

Lo que Chávez nos enseñó y ellos quieren que olvidemos

El mundo estaba sumergido en la lógica capitalista, fatalmente conducido a la extinción de la vida. No había nada que hacer, el llamado campo socialista se derrumbó en manos de sus hijos. Rusia, China, Vietnam, disuadían cualquier intento revolucionario, murió la esperanza, nos dijeron, llegó el fin de la historia.

El 4 de febrero, lo que parecía un intento de golpe normal, de los que sucedían en el tercer mundo, se transformó en camino de esperanza. Evolucionó, desde su nacimiento, pasó del Samán de Güere, al Libro Azul, en su viaje al futuro, y llegó a la concreción del Cristianismo, a fundir a Marx con Cristo, se hizo Socialista y estremeció al mundo.

Chávez Socialista se hizo Gigante, marcó el rumbo de la salvación de la Humanidad, de la Patria.

Y comenzó la redención. La economía de propiedad social sirvió de base a la conciencia del deber social. Se elevó la autoestima de los desposeídos con la organización social, los concejos, las comunas, el partido. El Socialismo nacía en el  esfuerzo de “todos por el bien de todos”.

El capitalismo, el pasado pertinaz atacó de mil maneras, confundieron a algunos, otros no resistieron el llamado de su inconsciente alimentado en la lógica del hombre lobo del hombre. Hubo golpes y sabotajes petroleros, todo inútil, se estrelló contra la voluntad de un pueblo dotado de metas altruistas, con un liderazgo gigante. El pueblo con ideas sagradas que creaban un nuevo mundo, un hombre nuevo, solidario, con un líder que se multiplicaba en miles, era invencible.

Ante aquel ejemplo increíble el mundo se estremeció, el Continente se unía, amenazaba con seguir el camino de la Esperanza que era Chávez, el ejemplo los iluminó, señalaba el rumbo: el capitalismo no era eterno, el Socialismo no estaba muerto, era una realidad posible.

Y el capitalismo, viejo astuto, confió en la siembra de su lógica en el inconsciente de los líderes que acompañaban al Comandante, esa era su última línea, su arma secreta.

Y lo asesinaron mil veces, abrieron las compuertas a los cancerberos que habían creado en silencio, y sus peones cumplieron sus planes, diluyeron el ejemplo que es Chávez, deformaron su imagen, ocultaron su verdad.

¿Triunfó la infamia?

Lo pudieron destruir todo, la economía, la organización social, la educación,  todo… pero no pueden borrar el recuerdo, el ejemplo, la idea, la certeza de que un nuevo mundo es posible. Por eso le temen a los ojos de Chávez, símbolos de rebeldía, por eso ocultan el color rojo, persiguen a los que insisten en seguir el Camino de Chávez, el Socialismo, esperanza de todos.

Y tal como los traidores temen, la idea comienza a concretarse, ya surge el PSUVCH, el Partido de Chávez, de la Esperanza, del Socialismo.

El Comandante nos enseñó que el Socialismo es el camino, no hay otro. El capitalismo es la perdición de la vida, es la barbarie. Quién se diga chavista y no sea Socialista, se refugie en el Libro Azul, retroceda a etapas del camino, o con cualquier excusa olvide, postergue la meta Socialista, no es chavista, un ingenuo, o un embaucador.

¡CHÁVEZ, SOCIALISMO!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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