En la primera parte hacía algunas consideraciones de la interpretació n del resultado del referéndum y lo más importante, recomendaba que sí la intención es mejorar el comportamiento electoral, veamos hacia adentro y busquemos allí las causas con espíritu crítico para poder establecer las conductas que permitan corregir errores, dejando e lado supremacías y soberbias, debemos hacerlo con humildad, para que encontremos en verdad causas que puedan ser corregidas. Debemos dejar de lado esa mala costumbre que tenemos muchos de buscar la culpa en otros y no en nosotros como si fuéramos infalibles, perfectos, debemos recordar esa advertencia de ver la viga en el ojo propio antes de ver la paja en el ojo ajeno.
Es muy importante considerar por qué la merma en la participación, y en particular, buscar la solidez de los principios que permiten a las bases, y muchos de los llamados dirigentes, sustentar el apoyo al presidente y al proyecto de cambios que él representa. Nos podríamos encontrar con que hay mucho de pasión en algunos casos, en otros acompañados con algo de interés personal, que no soportaron una campa muy bien orquesta de la oposición desprestigiando los cambios propuestos, lo cual no se consideró en su justa medida, por muchas razones entre las cuales podemos destacar el considerar que no se había hecho una campaña por el no, y considerar menos inteligentes a los verdaderos dirigentes de la oposición, por no hacer una campaña tradicional, craso error, en la oposición hay mucha gente de muy alta inteligencia, y ello le permitió ganar el referéndum, quizás hay quien diga que por muy poco margen, pero habían venido de derrota en derrota y ese logro significa un cambio en sus posibilidades si las saben canalizar.
Cuando la oposición cambió las reglas del juego no se comprendieron, se le dejó que siguieran haciendo libremente su juego y les dio resultado. No hubo quien organizara y desarrollara una campaña capaz de eliminar el temor sembrado en la colectividad, y eso le permitió lograr sus objetivos. El crecimiento de la votación d la oposición no experimentó un aumento significativo, pero si se mantuvo pero en el apoyo al presidente se mostró un decrecimiento o falta de respaldo cercano al 40% que no se debió permitir pero hubo un adormecimiento que no permitió ver esa posibilidad aunque quienes patearon la calle debieron sentirlo porque era muy evidente que por el temor que se planteó se produjo un deseo de votar en contra en los chavistas, y en el caso más favorable de no ir a votar. Al hablar con la gente eso se percibía, incluso por personas que no se ocupan de la política. Sumemos a esto el desabastecimiento, sin importar quien lo causó, y las confrontaciones del presidente con países como Colombia y España, justificadas pero que por el manejo publicitario de la oposición se aprovechó para causar más temor aún, lo que pudo haber potenciado la apatía del pueblo. Hay que entender que las estrategias políticas no son las mismas de los años 70, y que hay que adaptarse a las nuevas realidades.
La campaña estuvo débilmente organizada, en algunos sitios no se veía a la gente tratando de llevar el mensaje a las comunidades, y en algunos casos quienes llevaron el mensaje no lo hacían de modo adecuado, le mentían al pueblo y eso pudo causar desinterés por haberle mentido… se pensó que el respaldo era automático, lo cual no ocurrió, habrá que revisar la actuación y participación de muchos que tenían la responsabilidad de atender la planificación y la realización de las actividades de promoción de la reforma.
Es importante considerar la derrota como el efecto de una falta de respaldo popular, ese mismo respaldo que se dio en otros eventos electorales y ayer no se dio. El análisis no puede ser superficial, debe tener profundidad y buscar las causas adentro.
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