No es tiempo de analistas ni de pensadores floripondios, es tiempo de la acción, por eso no se debe perder mas tiempo en buscar las causas del resultado de la consulta electoral del domingo pasado.
La iniciativa de reforma de la Constitución que fue rechazada por una mayoría cirscunstancial de los ciudadanos venezolanos el domingo pasado, correspondió al presidente Hugo Chavéz, en ejercicio de sus atribuciones como presidente de la república, de conformidad con los artículos 236 y 343 de la Constitución de 1999. Sin embargo, en ejercicio de los derechos que confieren los artículos 70 y 343 de nuestra maravillosa Constitución, el pueblo puede proponer también reformas al texto constitucional. Eso hay que hacerlo, y ahora.
Las reformas que el el marco de la Constitucón, puede proponer el pueblo soberano, se realizan de forma parecida como se propone una ley o un referendo; y es recogiendo las correspondientes firmas que establece el mandato constitucional. Una reforma a iniciativa del pueblo soberano propuesta hoy, es distinta a las que acaba de ser sometida a referendo el domingo pasado.
Todo el mundo en Venezuela sabe que la única garantía de respeto a los derechos del pueblo es el presidente Hugo Chávez, sin él en el gobierno no tenemos la certeza de que sean defendidos con la misma decisión y valentía los derechos mas fundamentales que jamas habían sido reconocidos por los gobiernos que pasaron en la epoca cuartorrepublicana en este país. El pueblo sabe muy bien que la burocracia estadal que rodea al presidente no sirve para nada, nada, nada. Y también todo el mundo sabe muy bien que todavía falta mucho para que las estructuras viejas sean definitivamente derribadas y se erijan las columnas que deben soportar al socialismo bolivariano.
Por eso es absolutamente imprecindible que el presidente Chávez pueda ser electo para otro período constitucional, por que sin el presidente Chávez al frente del proceso revolucionario, existe el peligro de una reversión de todo lo que hasta ahora se ha logrado.
Ayer en las inmediaciones del palacio de Miraflores, el puecblo reunido espontaneamente, coreaba las consignias de “Limpieza, Limpieza General” y “Fuera los Traidores de la Revolución”. Ese mismo pueblo debe organizarce hoy mismo, y empezar a recoger las firmas para proponer una reforma al artículo 230 en la forma como fue propuesto por el presidente, es decir una reforma en la cual el presidente pueda ser reelegido para otro mandato.
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