La propuesta de beligerancia para las FARC y el ELN, hecha por el presidente Chávez con el propósito de abrir posibilidades al intercambio humanitario, es muy similar al “Manifiesto de Legalización de las Drogas”, firmado en 1993 por un grupo de intelectuales con el premio Nobel de literatura García Márquez a la cabeza, como fórmula para menguar el poder del narcotráfico. A continuación el texto del Manifiesto:
“La prohibición ha hecho más atractivo y fructífero el negocio de la droga y fomenta la criminalidad y la corrupción a todos los niveles.
“Sin embargo, los Estados Unidos se comportan como si no lo supieran. Colombia, con sus escasos recursos y sus millares de muertos, ha exterminado numerosas bandas y sus cárceles están repletas de delincuentes de la droga. Por lo menos cuatro capos de los más grandes están presos y el más grande de todos se encuentra acorralado.
“En Estados Unidos, en cambio, se abastecen a diario y sin problemas 20 millones de adictos, lo cual solo es posible con redes de comercialización y distribución internas muchísimo más grandes y eficientes.
“Puestas así las cosas, la polémica sobre la droga no debería seguir atascada entre la guerra y la libertad, sino agarrar de una vez el toro por los cuernos y centrarse en los diversos modos posibles de administrar la legalización.
“Es decir, poner término a la guerra interesada, perniciosa e inútil que nos han impuesto los países consumidores y afrontar el problema de la droga en el mundo como un asunto primordial de naturaleza ética y de carácter político, que solo puede definirse con un acuerdo con los Estados Unidos en primera línea.
“Y por supuesto, con compromisos serios de los países consumidores para con los países productores. Pues no sería justo, aunque sí muy probable, que quienes sufrimos las consecuencias terribles de la guerra nos quedamos después sin los beneficios de la paz. Es decir: que nos suceda lo que a Nicaragua, que en la guerra era la primera prioridad mundial y en la paz ha pasado a ser la última.” (El Fantasma del Valle. León Moraria. Editorial Alfa. Merida 1998. Pág.182. Tomado de la Revista Cambio 16. Nº 1150. España 6.12. 93).
García Márquez no se libró del vituperio por escribir este Manifiesto, cuyas razones son muy parecidas a la propuesta del presidente Chávez de darle beligerancia a las FARC, el ELN y movimientos armados que luchan por la liberación de sus países invadidos por ejércitos extranjeros (Saharaui, Palestino, El Líbano, Irak, Afganistán, Colombia y otros más). Como dice el periodista Pascual Serrano (Rebelión.org), “no se trata de sacar a unos de la lista, sino, de romper la lista”, por cuanto, ¿Quién fabricó la lista? ¿Una lista de terroristas fabricada por terroristas?. Ni la ONU ni la OEA han colocado a las FARC y el ELN en esa lista. Los gobiernos colombianos –a excepción de Uribe - las han considerado Fuerzas Beligerantes. De igual manera, lo han hecho organizaciones internacionales que se sentaron en el Caguán a la mesa de conversaciones para buscar salida al conflicto como ocurrió con el IRA (Irlanda) o con El Salvador y Guatemala para buscar la paz en Centroamérica..
leonmoraria@cantv.net
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