Definitivamente el gobierno bolivariano no pega una en materia policial, a pesar de tener un Ministro que demuestra tener voluntad en hacerlo bien y sabe por donde deben ir los tiros (Hacia la derecha subversiva y desestabilizadora), sobre todo en materia de reforma policial, en donde el pecado mayor, es querer hacer una policía nacional; decisión correcta, pero lo quiere hacer partiendo de las policías corruptas y contaminadas, en otras palabras Hooverianas, de los Estados y Municipios, con ello lo que hace es enchiquerar una idea nueva, como es la de crear una policía nacional de nuevo tipo, metiéndoles agentes corrompidos que harán el papel de manzana podrida dentro de un saco, pudrirá a todas las demás manzanas y habrá que botar el saco.
El problema de la inseguridad-seguridad publica y personal, no debe verse solo desde la óptica policíaca que es la visión de la derecha, para ella el problema de la delincuencia que solo es visto desde la óptica de los “delincuentes pobres”, se resuelve a plomo y cárcel, exterminando y aislando a esos delincuentes pobres; por eso para la derecha lo principal, y casi único, de la problemática de la seguridad es netamente policial, inclusive las fiscalias y los tribunales están subordinadas a la acción policíaca no solo en importancia sino también en presupuesto.
La inseguridad debe tratarse de manera integral, empezando por el problema económico-social, alimentación, empleo y educación de la población, para que la vida en las urbes no se convierta en una ley de la selva en donde sobrevive el “mas apto”, como lo plantea el capitalismo. El mas apto, es el mas matón, el que tiene menos escrúpulos y el menos éticos, el anómico, el sin reglas.
Con respecto a la parte económica-social, ya el gobierno bolivariano esta trabajando en ello, a través de los programas casas de alimentación, madres del barrio, empleo joven, banco de la mujer y las misiones mercal, barrio adentro, Robinsón, Ribas, Sucre, etc., aunque eso esta muy desordenado y falta control y mano dura para acabar con la corrupción y la impunidad, para que esos programas puedan llegar de forma eficaz y efectiva al pueblo.
Pero la falla mayor y es el “hueco” de la revolución bolivariana, esta en la materia penal vista en su integralidad; Tribunales, Fiscalia, Defensorias, Participación Ciudadana, y por ultimo policías.
Como base de la pirámide o piedra angular de la casa, se deben reformar, o más correctamente hablando, adaptar a la Constitución Bolivariana, el código penal, el código procesal y la ley de magistratura; en base a la nueva ley orgánica penal y ley orgánica procesal penal, reformar la ley orgánica de la fiscalia, las defensorias y la participación ciudadana; y una vez reestructuradas o readaptadas todas estas leyes, y una vez definidos cuales son los delitos mas importantes a combatir por el estado bolivariano revolucionario; se conforman los tribunales especiales para las materia de los delitos graves o mayores y otros inferiores para delitos menores o comunales. Y en base estos esquemas se organizarán la fiscalia, la participación ciudadana y por ultimo, como techo de la casa, las policías, incluyendo dentro de este renglón las cárceles.
¿COMO SE COME LA REFORMA PENAL INTEGRAL?
El gobierno bolivariano no debe escuchar mucho a los micros criminólogos que son policías “operativos” que dan recomendaciones (Malas) sobre el accionar inmediatista, para combatir a los pobres que transgreden la ley. El gobierno socialista debe usar, en primer término, para reconstruir el edificio penal, la macro criminología; es decir una política criminal macro.
Ubiquémonos; primero hay que precisar al estado bolivariano y socialista en el contexto global. La principal amenaza de nuestra carta magna no viene de los pobres que delinquen en nuestros barrios marginales, la principal amenaza para la vigencia de la constitución del 99 es la derecha pro-imperialista subversiva y conspiradora, cuyo plan especifico, es el mal llamado “Plan Colombia” que no es un plan ni contra la guerrilla ni contra el narcotráfico, es un plan en contra de la revolución bolivariana, es un plan anti-Chávez. Es decir que el principal peligro para el estado de derecho de nuestra vigentísima constitución son todos aquellos delitos que puedan ser cometidos por los imperialistas y sus lacayos nacionales y las arremetidas que provengan de la Nueva Granada como sargento de Washington. Estos delitos son, la conspiración propiamente dicha, y las diversas modalidades conspirativas de la derecha, tomando en cuenta 50 años de agresión imperialista yanqui a los pueblos del mundo: Implantación de la subversión armada (Contras Nicaragüenses, paramilitares Colombia y Chiapas-México), subvencionada, entrenada y armada por el mismo imperio por intermedio de “acciones encubiertas”; La conspiración económica, el Chile de Allende y la Venezuela de hoy, dan para sacar varios tomos sobre la conspiración económica instigada por New York, para derribar gobiernos progresistas, desabastecimiento, acaparamiento, huelgas y paros provocados (Caso paro petrolero golpista 2002-2003, aquí), buscando provocar a la población por hambre y carestía, igualmente conductas como la del “dollar paralelo” y la desconfianza monetaria y economía son acciones desestabilizadoras. Y por ultimo tenemos la conspiración mediática; ya hay elementos suficientes, en base a la experiencia venezolana de los últimos 9 años, para diferenciar la libertad de información, necesaria y sana, de la información desestabilizadora o instigadora a la rebelión y a la desobediencia de un gobierno legitimo. Pregúntenles a los Gringos porque persiguen tanto en Irak y sus gobiernos lacayos de nuestra América a las emisoras y TV rebeldes clandestinas y a los sitios alternativos en la WEB, precisamente porque llaman a la rebelión, y en nuestro país unas TVs y decenas de radios con señales abiertas llaman a la rebeldia permanentemente y aquí no pasa nada. Los Gringos si están bien ubicados, y saben del poder desestabilizador mediático. ¿Nosotros no podemos también estar ubicados?.
Otra conducta que atenta en contra de nuestra constitución proviene de nuestros funcionarios que no cumplen su rol eficientemente y se apropian de los fondos que son del y para el pueblo; por ello la corrupción y la traición a la patria, así como la deslealtad, deben ser combatidas por tribunales nacionales, con jurados con penas largas y fiscalia y policías especiales.
Estos tipos de delitos anteriores, del género conspiración y la corrupción, aunados a los económicos corporativos y los de la delincuencia organizada, su combate debe absorber el 80% del presupuesto represivo y preventivo delictual.
Solo de la forma descrita, muy a grosso modo arriba, podemos construir un edificio penal coherente con nuestra constitución socialista y estaremos meando en el mero centro del perol.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar