El rescate de activos hoteleros

Ha comenzado con fuerza en este trimestre el rescate de activos del Gobierno Nacional todavía en manos privadas, acción totalmente legitima, además ejemplarizante para muchos que simplemente en la IV Republica con créditos oficiales blandos, invertían el 40%, se llevan al exterior la diferencia en dólares baratos y lo que daban al pais era pobreza laboral y en muchos casos inmensas ganancias en jugosas concesiones, como era el ejemplo de muchos hoteles cinco estrellas. Se debe acentuar que este movimiento no puede ser calificado como EXPROPIACION alguna; simplemente es un proceso de rescate, tal como lo llevaría a cabo el sistema bancario si algún crédito no fuese cancelado a tiempo y se hubiesen agotados los esfuerzos para su cobro. Es el caso, por ejemplo, del HILTON MARGARITA, hoy en manos de FOGADE en virtud de la quiebra de CAVENDES, quien en sociedad con Fucho Tovar, fallecido, financiara el Proyecto, muy merecedor de la isla, pero jamás cancelado al Gobierno Nacional los avales recibidos para la consecución del crédito internacional. También se puede mencionar, lo escribía frecuentemente el periodista, ABELARDO RAIDI, durante gobiernos anteriores, que el contrato de administración del inmueble, asi como el de otros hoteles en manos de la INTERCONTINENTAL, excluyendo el TAMANACO por ser de capital privado. Los MELIA, los HILTON, etc. Solo favorecía a las hoteleras contratantes internacionales y poco le dejaban al propietario, el pueblo. Es cierto que el turismo internacional de masas se mueve mediante el aporte de las Agencias de Viajes y la hoteleria mundial, pero también se debe de tomar en cuenta que, en muchos países, caribeños por ejemplo, estas concesionarias aportan mucho mas que lo que representaban para Venezuela.

Ahora bien, rescatados estos activos nacionales se llega al gran problema: la gerencia de estos establecimientos. En manos del Estado ya se tiene como experiencia funesta la antigua CONAHOTU, donde miles de politiqueros bebían, comían y dormían sin pagar. Era, según ellos, su derecho. ¿Pasará esto nuevamente en manos de la creada VENETUR? Es que, de un momento a otro el Estado venezolano esta preparado profesionalmente para la compleja tarea de la industria hotelera? Se debe recordar que la hoteleria es una carrera universitaria y si bien existen en Venezuela excelentes profesionales y muchos en vías de su preparación académica, lo importante es la autonomía total de directrices estatales, asi como el esfuerzo mancomunado con la hoteleria nacional privada con excelentes resultados y profesionales de gran talla y experiencia. Los hoteles STAUFFER, CUMBERLAND, HESPERIA, PESTANA y muchas otras Organizaciones locales se superan en momentos difíciles para el pais y aportan grandes beneficios sociales y de divisas al Fisco. ¿Qué razón existe para no combinar esta experiencia con el Despacho de Turismo y lograr una firme Revolución hotelera nacional, además agregando representantes laborales en cada Junta Administradora?

Por otra parte esta el capital requerido para la construcción de docenas de nuevos hoteles 4 y cinco estrellas que requiere el pais para los próximos 20 años. Se tiene que aceptar que solo con confort, seguridad y buen servicio se puede atraer al turista internacional, mientras el recreacionista nacional, por su experiencia, exige cada dia mas también de su industria hotelera. Si bien es cierto que se ha hecho un gran esfuerzo en posadas a lo largo y ancho del pais, no es menos cierto que una COPA AMERICA se logró, no solo con el apoyo del Gobierno Nacional, pero también con la extensa colaboración del la hoteleria privada. Se merece éxito el Despacho de Turismo en el Rescate de Activos, pero tiene que estar muy pendiente del manejo y gerencia de estas propiedades.

andresdechene@cantv.net


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4015 veces.



Andrés de Chene


Visite el perfil de Andrés de Chene para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Andrés de Chene

Andrés de Chene

Más artículos de este autor