(Especial). Ramón Centeno. Delegado del PSUV y vocero del CC Los Telegrafistas. Recorriendo comunidades me he percatado de las lágrimas de pobreza que todavía se deslizan por los rostros a veces muy pálidos, otras veces casi sonrientes de los tantos niños que sumergidos en la inocencia no logran explicarse la desigualdad de un helado, de la ropa, de la comida y a veces hasta la de sonreír. No ver más allá del significado de un rostro sonriente de un niño, es no saber disfrutar de la vida y es que sólo con ver plasmados en los juegos, en el caminar, en los estudios y en la alimentación la felicidad de los hogares venezolanos que albergan niños y niñas es saber que Dios esta presente, pero ¿que pasa cuando creemos ser el sumo hacedor?
Pues bien, los gobiernos pasan y siguen caminando, unos dejan esperanza, otros tristeza, otros saldan a medias las deudas sociales, pero seguimos teniendo jóvenes sin hogar, sin sonrisas, sin esperanza y mientras tanto nosotros discutiendo candidaturas, sentados por largas horas y comiendo cómodamente, mientras muchos deambulan por nuestras calles sin orientación y otros simplemente esperan que caiga el sol para olvidar la embestida del día. Hoy más que hace 40 años, cuando se nos han dado las herramientas para luchar contra la pobreza, pongámoslas al servicio de los que necesitan del socialismo, de la revolución e iniciemos lo que por tantos años han querido nuestros antepasados patriotas, a los cuales debemos patria y libertad y enarbolemos la bandera de la seguridad alimentaría, de la salud, de la vivienda y de la educación para todos los niños y niñas que por su edad necesitan ser llevados de la mano, de los cuales muchos no la tienen, seamos, entonces ese bastión que impulse el andar del futuro de Venezuela y busquemos allá, donde el sol no llega, aquí, en el alma, el pedazo de bondad que se nos ha entregado y pongámoslos al servicio de esos hijos de la patria.
Más allá de las elecciones de Noviembre, espera por nosotros un trabajo que desde hace bastante tiempo debió iniciar y en especial en el estado Guárico, y es que la desidia que agobia a muchos de nuestros sectores, va más allá de las políticas que pueda aplicar un gobierno, nada hacemos con que se nos den sumas de dinero para ejecutar obras y que se nos digan que hagamos obras sociales, el asunto es cuestión de humanidad personal, de solidaridad, mientras no entendamos que el problema de la pobreza es de todos, jamás podemos lograr la mayor suma de felicidad posible, de la cual habla el Presidente Chávez.
Así pues, ayer decía en asamblea de ciudadanos del por qué los Consejos Comunales, así como esperan del gobierno, nosotros no le damos esa ayuda a ellos, en pocas palabras vamos a ayudarnos nosotros mismos, entonces en vez de esperar que nos lleguen millones y millones a una cuenta, también hagamos esfuerzo por crear actividades, quizás, diría yo, Misión Adán y Eva, el cual sería agrupar ropa y llevarla a los niños y niñas que no tienen como salir, así pues, diversas actividades donde nosotros seamos los verdaderos artífices de la voluntad de Dios, amaos los unos a los otros.
Finalmente a pocos meses de ver las calles colapsadas de propaganda y de escuchar miles de promesas, seguro estoy, de quien asuma la responsabilidad de dirigir al Guárico debe entender que los sectores Brisas del Valle, La Morera, Castrero, Valle Verde, Aguacates, Pinto Salinas, Junín, Santa Rosa, Pedro Zaraza, Fermín Toro, Pariapan, Telegrafista, Pueblo Nuevo, Eleazar López Contreras y muchas, necesitan ser escuchados, porque allí también existen manos inocentes, llamados niños y niñas.
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