Es indudable que toda persona tiene el derecho irrenunciable a una vida digna, lo que implica el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda, a la recreación sana, etc.. Lo que es inaceptable, es que para que esa persona tenga una vida digna, se someta a una mayoria de otras personas a llevar vidas indignas.
Hago esta introducción para referirme al caso de los transportistas públicos. Los autobuseros como mejor se les conoce; tienen la creencia de que los usuarios del servicio que ellos prestan, los necesitan a ellos, para nada se les ocurre pensar que ellos deben su razón de ser a los usuarios.
¿Qué sucedería con estos transportistas si todos los usuarios tuvieran su vehículo propio?, cosa que se puede considerar una locura sin duda alguna, pero partiendo de ese principio, sencillamente esos transportistas no existirían.
Ellos son siempre las víctimas, nunca hablan de sus maltratos reiterados a los usuarios, igualito que los motorizados, viven cometiendo cualquier cantidad de abusos y al final son siempre las víctimas. Estos si que tienen riñones, el gobierno tiene que darle todo lo que pidan, ellos en cambio no dan nada, ni siquiera el respeto mínimo que se merecen los usuarios. No hace falta entrar en detalles en cuánto a los abusos que permanentemente están cometiendo, pués la gente en su gran mayoría los conoce, igual insisto, que los motorizados, que lamentablemente son la gran mayoría de estos personajes.
En medio de todo esto, es lamentable que en las conversaciones que se llevaron a cabo entre estos gremios y el gobierno, no se convocó a los consejos comunales o a los usuarios de estos servicios, que alguien los llamó por allí, los "beneficiarios" de estos servicio, que yo los llamaría con mayor propiedad, los "perjudiciarios".
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