A mediados de año, la economía, no solo la estadounidense, pero la de muchos países desarrollados, está sintiendo una centrífuga financiera que amenaza con la estabilidad económica y social que han disfrutado de años aprovechando la compra de materias primas baratas, el petróleo, por ejemplo En USA, mientras los precios inmobiliarios se hunden, los dueños se están atrasando en los pagos a sus hipotecas y mientras mas de esto sucede, la banca tiene que ajustar Estados Financieros, de tal forma que reducen sus prestamos. A la par con este fenómeno el sistema financiero se ve inhabilitado (al igual que Leopoldito en Venezuela) de extender o ampliar el crédito, con lo cual se dificulta aun más la compra de la vivienda o la expansión del negocio. Una verdadera centrifuga que se sabe cuando empieza, pero es difícil determinar cuando termina. Esto tiene asustado al mundo, especialmente desarrollado, al punto que las bolsas de valores han caído hasta un 15% en el primer semestre del año actual. Y todo esto se sucede a mas de una año de haber empezado esta crisis.
Se recuerda que en la década de los setentas cuando entonces los precios obligaron a mayores salarios, todo lo cual causó una espiral inflacionaria. Al aumentar los salarios, se incrementó el desempleo causándose brava inflación. Hoy es distinto, el aumentar los salarios no resuelve los problemas de cada quien. Si se tiene que pensar en alternativas energéticas y reducción del consumo per capita en los grandes centros consumidores, tal como lo ha expuesto frecuentemente el Presidente venezolano, reto que tiene por delate el próximo Presidente de Estados Unidos, seguramente Barak Obama. De una vez portadas, se tendrá que enfrentar a esta problema energético, tanto dentro de USA, como fuera, claro sin el empleó de la violencia, como su actual Presidente, pero mediante un dialogo constructivo que asista a países en desarrollo, en especial el poderoso UNASUR, donde sobra la energía, el agua y la tierra para la producción de alimentos. De allí la opotuna sugerencia del Presidente venezolano en Argentina, hace unos días, cuando habló de un dólar por cada barril vendido por encima de cien dólares para constituir un Fondo que ayudase a la SIEMBRA DEL PETROLEO, no solo en Venezuela, pero en todo el Continente. Una proposición que debería de arrancar de las manos todo MERCOSUR, a la par con el próximo nuevo Presidente de Estados Unidos. Internamente en USA es importante que se descongele todas esas áreas petrolíferas en donde se prohíbe la exploración y castigar judicialmente las ordenes de compras a futuro que representan hoy mas del 32% del total movimiento bursátil sobre el tema, además de muchas otras sobre otros minerales y alimentos.
Es prudente tomar en cuenta que para el americano común el aumento de los precios al consumidor es muy importante ante el bajo porcentaje que representa a la familia el gasto en combustible, especialmente donde no existen las épocas invernales. El consumidor en ese país siempre fue alertado de un galón a cuatro dólares; hoy puede llegar a seis, pero no se produzca inflación, después de décadas que no ha pasado de un tres por ciento. Esa es su gran preocupación, al igual que en nuestro país, con la diferencia que allá no existe, pero acá juegan importante papel los golpistas de FEDECAMARAS y sus satélites que desean hambrear al Soberano, pero esta vez lentamente. En resumen, la situación al cruzar la meta de la primera parte del 2008, no es fácil resolver la problemática mundial, pero solo la cooperación y el dialogo entre países desarrollados y Organizaciones como UNASUR, MERCOSUR y otras que se desarrollan en África y Asia ayudaran al GRUPO DE LOS OCHO en el alivio de la ansiedad y angustia de sus medios productivos y sociedad en general.
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