Chávez y la Alianza Patriótica

La suma en política no es una operación matemática. Dos más dos no son cuatro. O, al menos, no son cuatro en revolución, ni en socialismo. La política revolucionaria no es una ciencia exacta. No sucede lo mismo con el capitalismo. La acumulación de capital puede dar resultados matemáticos exactos, no así el trabajo humano, ni la justicia social, ni el desarrollo económico sustentable. El neoliberalismo define el bienestar social desde las matemáticas: el sistema educativo con base a la suma de los graduados o el sistema de salud pública con base a la suma de las operaciones realizadas. Si en el capitalismo prevalece lo cuantitativo, en socialismo debe prevalecer lo cualitativo. Estas consideraciones no son ajenas al tema electoral.

La construcción socialista debe utilizar herramientas electorales distintas a las que son propias del capitalismo. Esto no parecen entenderlo nuestros amigos de la Alianza Patriótica. La única operación pertinente era sumarse al PSUV y luchar desde adentro del PSUV y desde la unidad. Es lo que estamos haciendo desde Clase Media Revolucionaria. Se requiere tiempo, paciencia y perseverancia. Ellos han optado por la “cuota parte” que no es más que la fracción o la división. Esto es lo que se desprende de sus declaraciones y sus actuaciones. El Presidente Chávez ha optado, interpretamos nosotros, luego de evaluar nuestras debilidades, resumidas en la falta de respuesta de muchas instituciones, la mala gestión de gobiernos estadales y municipales, y la falta de compromiso revolucionario de muchos dirigentes (esto último difícil de solucionar), por la suma que significa la elección abierta con la participación de las bases del PSUV. Era la mejor opción posible. Otra suma como la del diálogo con los empresarios, que ha generado algunas críticas, pudiera no dar iguales resultados positivos, aunque esto no debería preocuparnos. Es una variable más de la ecuación política y así debe entenderse.

Ahora se nos presenta un nuevo dilema. ¿Sólo buscaremos sumar usando el recurso tradicional de la maquinaria electoral? En otras palabras, ¿sólo haremos uso de la tecnología electoral que es un instrumento propio del capitalismo? El capitalismo sólo puede enfrentarse desde la “conciencia” adquirida. A la suma cuantitativa de la maquinaria electoral, todavía imprescindible, es necesario agregarle la suma cualitativa de la “conciencia revolucionaria”. Tarea difícil. Camaradas y amigos, no perdamos la perspectiva.

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Reinaldo Quijada


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