El Tribunal Supremo de Justicia ha dicho la última palabra sobre la constitucionalidad de las inhabilitaciones de la Contraloría General, lo cual nos satisface, porque esta decisión es un paso bien importante en la lucha contra la generalizada corrupción que se ha venido viendo históricamente en las instituciones del Estado y que, a decir verdad, muy poco se ha hecho para enfrentarla con una mayor disposición para, al menos, disminuirla a su mínima expresión.
Felicitamos con nuestro mayor regocijo al Contralor Clodosvaldo Russian por este espaldarazo jurídico que ha recibido de nuestro más Alto Tribunal del país. Más allá del carácter legal del mismo, constituye, sin duda alguna, un formidable apoyo para que el órgano Contralor arbitre otras estrategias de lucha en contra ese terrible flagelo, como tiene que ser aquella que se apuntale en la investigaciones por “notitia criminis”, pues debemos entender de una buena vez que los ladrones de cuello blanco no dejan huellas, pero si muestran su nueva riqueza, como sabemos de muchos venezolanos que ayer nada tenían y hoy danzan en millones, viviendo en mansiones y degustando las mejoras comidas y bebidas en los restaurantes más lujosos no solamente del país, sino del exterior sin que nada les ocurra. Me refiero, obviamente, no sólo a quienes hoy roban, sino a los que amasaron fabulosas fortunas al amparo de los gobiernos puntofijistas.
A esos sujetos hay que seguirles la pista. No solamente están sus declaraciones juradas de patrimonio a buen resguardo en el Organismo Contralor, sino denuncias sobre sus andanzas por miles, de manera que abrirles expedientes es una sana y sabia decisión de control, pues sólo así será posible verificar si lo que tanto se rumora es cierto y si no lo es, pues muy bueno y nada se ha perdido, pero el país todo puede dormir tranquilo porque sabe que sus instituciones al fin han comenzado a funcionar y ya no es posible que un ladrón de cuello blanco siga haciendo de las suyas con los dineros y bienes de todos los venezolanos.
Sobre ese tema hemos venido insistiendo porque nuestra experiencia en el área por haberle servido al Organismo Contralor por muchos años, nos indica que no todo rumor es falso y que más bien muchos son los que nos muestran donde y quienes son los zánganos que se aprovechan de sus posiciones burocráticas para cobrar comisiones sin medida alguna. Los casos que se manejaron entonces por esa vía, en más del 90% resultaron positivos, de manera que invitamos al ciudadano Contralor para que incorpore a sus armas contra la corrupción las investigaciones de oficio, para lo cual a la Contraloría General le sobran las competencias y por seguro estoy, la capacidad técnica para llevarlas adelante con el mayor éxito.
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