Eficientes, Asequibles y... Seguros

Banca y servicios al usuario

La tecnología en la banca es una herramienta estratégica
que permite tomar decisiones oportunas y mejorar la calidad del servicio.

José Grasso Vecchio
Ultimas Noticias 4.01.2004 –

Sin lugar a duda alguna, el economista y analista financiero autor de nuestro epígrafe de hoy, es la referencia más dedicada y objetiva de que disponemos en Venezuela en relación con las actividades de nuestro Sistema Bancario, componente esencial del desenvolvimiento cotidiano de nuestro quehacer económico y social. Su tema de la fecha indicada: La Tecnología, y más específicamente la Tecnología Informática, por ser nuestro campo de desempeño especializado, nos compromete a una reflexión para ustedes.

Junto con sus panacéicos elogios a la tecnología, Grasso, en el escrito en referencia, implica la prevalencia de pobre calidad en los servicios al usuario por parte de nuestra banca, lo que, siendo tal sector uno de los más informatizados de nuestra economía, parecería una incongruencia paradójica..., pero no lo es, como trataremos de explicar.

Además de una poderosa herramienta tecnológica presente hoy en casi todas nuestras actividades vitales y preponderantemente en nuestras transacciones económicas, la informática en su uso – frecuentemente abuso -, conlleva también efectos – secundarios (¿?) - poco deseables.

Entre tales, tal vez el más pernicioso sea el de la impersonalización, efecto éste que cuando ejercido sobre servicios de suma importancia para el ciudadano, como lo son los que conciernen a su economía y sus ahorros, parece evidentemente erróneo el pensar que la persona, con su contacto, sonrisa y consejos – que tradicionalmente fueron importantes para el pequeño y mediano usuario de los servicios bancarios – pueda ser sustituida valederamente por ninguna tecnología en la que necesariamente intermedia una máquina.

Como la prensa nos revela cotidianamente, lo comentado cobra especial importancia cuando se trata de procesar diferencias, errores y..., más y más cada día, transacciones dolosas, frecuentemente perpetradas por hampones tecnológicos que siempre parecen estar – tecnológicamente hablando – una generación por delante de la tecnología propietaria en uso legítimo, tanto por el sector privado de la economía como por las autoridades responsables de su salvaguarda.

Pero todo esto poco parece importarle a la Gran Banca la que, pese a recibir más del 25% de la totalidad de sus depósitos de pequeños ahorristas – a los que les cobra más por servicios que lo que les paga en intereses – parece haberse dispuesto a acabar con la banca personal y todo parece pensarlo en función de la banca corporativa - en declinación – y, sobretodo, a la tan lucrativa y distorsionante “intermediación” con el sector oficial. (Léase: Reciclamiento de depósitos de las Instituciones del Estado que regresan al Estado bajo la forma de Deuda Interna, ciclo de operaciones – altamente cuestionadas – en las que todos los agentes ganan a costa de la sociedad. Pero éste es otro cantar...).
Hablábamos de la contribución de la tecnología a la despersonalización de los servicios y de las relaciones interpersonales...

En su sonado bestseller, Bowling Alone, los sociólogos Robert D. Putnam y Lewis Feldstein nos reportan que: “(...) La sociedad civil en los Estados Unidos se está resquebrajando en la medida en que los ciudadanos desminuyen sus contactos con sus vecinos, familiares, comunidades y hasta con los órganos de gobierno (...)” y le asignan una alta cota de responsabilidad a la disminución de los contactos interpersonales “in vivo” a la manía digital. Según otros autores, tal proceso se ha exacerbado malignamente después del 11S01, tragedia también en gran medida atribuible a fe excesiva en la tecnología.

La implantación desmedida de procesos informatizados telecomunicados trae consigo (para la banca, la economía y la sociedad en general – esto es, para la Seguridad de la Nación -) vulnerabilidades desconocidas antes del uso generalizado del Internet, contra las que, si bien hay algunas defensas, éstas no siempre son tan efectivas como los infoyuppies quisieran hacernos creer. Es notorio y ya de del dominio casi general en nuestro País, que la principal arma del ataque a que fue sometida nuestra Industria Petrolera durante Diciembre del 2002 fue cibernética (Informática y Telemática) usada en forma intencionalmente no-destructiva... pero profundamente lesiva. Kurt Schneier, uno de los grandes expertos a nivel global en Seguridad Informática, nos reporta (su “newsgram” del 15.12.03) no estar persuadido de que el reciente apagón en el Noroeste de USA “no haya sido causado por un ataque informático.”

Adicionalmente, la inversión en tecnología informática desplaza nómina en Recursos Humanos; tal inversión hoy se dirige primordialmente hacia tecnologías propietarias externas que pagamos con divisas... Si bien existen en el país ingentes recursos tecnológicos disponibles y una cuantiosa oferta nacional de productos informáticos basados en SL (Software Libre) con potencialidad de producirnos cuantiosos ahorros, ni la banca, la economía general ni el Estado parecen “pararle” a tal disponibilidad... ociosa o condenada a sobrevivir sirviendo a las grandes “Marcas Propietarias”. (Hasta los “Infocentros”, semilleros de talento informático para el futuro, están montados sobre una “plataforma” propietaria globalmente omnipresente... cuando existe un Decreto-Ley orientando a la Administración Pública hacia el “Software Libre”...).

Si los recursos humanos desplazados por la informatización de la banca – y otras actividades transaccionales – encontrasen oportunidad de trabajo en el desarrollo endógeno de la tecnología misma, se produciría una modernización de la economía y la sociedad en forma natural y sin traumas; al no ser así – por lamentable miopía de algunos/as – lo que sucede es que estamos capitalizando todos los aspectos adversos de la Nueva Economía Tecnológica sin beneficiarnos de sus potencialidades, lo que determina nuestra condición de economía, sociedad y... Nación colonizadas.

Comoquiera que, como dicen, “No hay mal que por bien no venga”, nuestro reciente gran trauma, íntimamente ligado a nuestra inocencia tecnológica, nos ha hecho el favor de despertar conciencias en algunos sectores vitales de nuestro quehacer; tal el caso de PDVSA, en el que voluntaria y responsablemente nos hemos involucrado. Quiera la necesidad que otros sectores sigan el buen ejemplo y que la Banca no sea excepción.

Moraleja: En tecnología, no siempre lo que puede ser hecho debe necesariamente ser hecho.

Paulino Núñez
Experto en Seguridad Informática
Altamira, Enero 6, 2004-01-07


Lectura recomendada: Technology and Development, Carlota Pérez


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Paulino Nuñez


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