La Seguridad
Alimentaria, surge como concepto, por una organización llamada Vía
Campesina, quien irrumpe con el tema en 1966 a propósito de una Cumbre
de la FAO, señalando que se entiende como facultad de cada Estado para
definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a
objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria. Ello implica
continúa la presentación de Vía Campesina, la protección del mercado
doméstico contra los productos excedentarios que se venden más barato
en el mercado internacional y contra la práctica del dumping (Ventas
por debajo de los costos de producción). Sin embargo hasta ese momento
la FAO insistía en la disponibilidad de alimentos como título de las
políticas gubernamentales.
La Vía Campesina
como organización propuso siete (07) principios fundamentales que deben
regir para implementar o aplicar una política de Soberanía Alimentaria,
por posible casualidad o por el manejo de dichos principios concebidos
de manera universal, en nuestra Constitución Bolivariana del año 1999,
se recogen cada uno de estos principios, unos más taxativos que otros,
pero manteniendo la definición en términos de la Política de Estado
y alcances de dichas políticas.
En política
la definición de Soberanía Alimentaria choca contra el neoliberalismo
de manera frontal y le otorga un carácter que lejos del nacionalismo
chauvinista, le da visos de proteccionismo nacional y la independencia
necesaria para la elaboración de políticas nacionales alejadas de
los centros de poder mundial.
Es bueno destacar
que la soberanía alimentaria debe ir acompañada del desarrollo sostenible,
es decir que la producción nacional debe fortalecerse a como de lugar
y algo sumamente importante es que el concepto de soberanía alimentaria
llega hasta los límites de lo que el país puede producir, es imposible
pensar en un Estado autárquico con niveles únicos de autosuficiencia.
En el caso de Venezuela, por ejemplo, no puede pensarse en producir
trigo, sino por el contrario trabajar en un producto sustitutivo como
es el caso del maíz, aunque que se reconoce que hay que acabar con
la dependencia del primero.
Los principios
delineados son los siguientes:
Concepto
de Alimento: Como bien necesario para el consumo humano, es ineludible.
Concepto de Reforma Agraria: Agilizar el reparto de la tierra y devolver a los originarios indígenas las tierras de posesión ancestral.
Concepto de Protección de los Recursos Naturales: Verbigracia
Concepto de Reorganización del Comercio Alimentario: Este concepto es de suma y vital importancia dadas las implicaciones que existen en su seno, el principio se basa en que primero es el suministro de alimentos, contra el hambre y luego la comercialización que se haga de ellos o con ellos, en contra de la especulación.
Concepto de la Globalización del Hambre: Este otro es fundamental para entender una política de seguridad alimentaria que atienda a los excluidos y sobreponga las necesidades humanas a las ambiciones del mercado en la comercialización de alimentos.
Concepto de Paz Social: En la medida que los niveles de pobreza se reduzcan, se reducirán las luchas que atenten contra la paz social de los pueblos.
Concepto
de Control Democrático: Obedece a la necesidad de garantizar la
distribución de alimentos de manera equitativa y democrática a la
población.
Como pueden
observar los principios descritos están contemplados de manera sabia
en nuestra Constitución Nacional del año 1999, desde la obligación
del Estado de velar por la salud alimenticia de la población en materia
de salud, hasta el derecho humano concebida la población en su totalidad
y en especial a los más débiles económica y socialmente, el derecho
a la paz a partir de la satisfacción de las necesidades humanas más
sensibles a romper con la paz social y el entendimiento entre los ciudadanos,
las políticas de Estado que garanticen a través de la eliminación
del latifundio la entrega de tierras, principio fundamental en nuestra
Constitución Nacional, en fin todos los principios establecidos por
Vía Campesina, consignados en la Carta Magna, garantizan al pueblo
venezolano la viabilidad de la Soberanía Alimentaria.
Ahora bien,
el aspecto más resaltante de estos principios que coinciden plenamente
con los postulados del gobierno nacional en la materia alimentaria,
el es de plantearse el requerimiento de fortalecer la producción interna
de los bienes alimenticios que nos son propios y depender cada vez más
de ellos y reducir sistemáticamente las importaciones, allí debe comenzar
una política correcta de seguridad alimentaria, se han adelantado algunas
cosas pero aún estamos lejos de esa autosuficiencia en materia alimentaria,
lo que nos hace vulnerables siempre y cuando no avancemos en la consolidación
de la producción interna.
Una política de Estado para la población colocando el énfasis en las clases más desprotegidas, debe ser el eje central de una política de Seguridad Alimentaria, pero aún estaría incompleto si el contexto de la política económica no contemplara los aspectos más importantes de financiamiento y la definición de planificación estratégica necesarios para cumplir los objetivos de una política alimentaria orientada hacia la independencia de la producción de alimentos con el fin ulterior de estas políticas.