¿Estaban planificados los apagones?

Hace cinco años, exactamente, escribí un artículo intitulado ¿APAGÓN EN VENEZUELA? (Puede verificar esta información en Aporrea.org/Autores/Rangel, Luis). Para demostrar que mis conclusiones de entonces no eran producto de una “imaginación febril”, considero necesario su reproducción. Llevo diez años advirtiendo al gobierno sobre la problemática del sector eléctrico, y planteando soluciones concretas y viables; pero sólo he logrado dos cosas con ello: recibir continuas amenazas de despido –por quienes dicen respaldar este gobierno– y alertar a los conspiradores –para posponer sus acciones de sabotaje–. Saque usted mismo sus conclusiones. El artículo decía así:

“Los gigantescos apagones que afectaron recientemente a Estados Unidos y… a Italia, dejando millones de dólares en pérdidas, pusieron de manifiesto la fragilidad de los sistemas de electricidad de los países ricos y la mala administración de algunas redes eléctricas, señalaron los expertos. / Este tipo de apagones se registra en países donde la administración de la red de electricidad no es independiente, y donde la gestión de las redes eléctricas y de los flujos no las hace el mismo organismo.”

La red italiana depende del suministro eléctrico de Suiza y Francia y el apagón tuvo su origen en el primer país. Francia posee un solo administrador de la red de transmisión de electricidad. “Este organismo fue creado tras una ley promulgada el 10 de febrero del 2000 para modernizar y desarrollar el servicio público de electricidad, que organiza la apertura del mercado francés… / Suiza… debería aplicar la directiva europea que llama a la independencia de los operadores de redes, para aumentar la fiabilidad de su sistema eléctrico.”

“Según las conclusiones de una delegación de congresistas franceses que viajó a los Estados Unidos tras el apagón de agosto, la seguridad y fiabilidad del suministro de electricidad depende de la regulación de los mercados y de la capacidad del sistema de garantizar las inversiones necesarias y no de la apertura de los mercados.”. Según el ex secretario de Energía de ese país, Bill Richardson, Estados Unidos es una superpotencia con una red eléctrica del Tercer Mundo.

La Reforma a la Ley Orgánica de Servicio Eléctrico (LOSE), de la República Bolivariana de Venezuela, fue promulgada el 23 de octubre del 2001, y en su Artículo 125: “Se deroga El Decreto con Rango y Fuerza de Ley del Servicio Eléctrico, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela, N° 36.791, de fecha veintiuno (21) de septiembre de mil novecientos noventa y nueve (1999)…”; por lo cual, pareciera que con esta reforma se pretendiera adecuarla a la ley francesa. En su Artículo 3 establece que: “El Estado promoverá la competencia… y fomentará la participación privada en el ejercicio de las actividades que constituyen el servicio eléctrico”; además, crea el Centro Nacional de Gestión del Sistema Eléctrico (Artículo 33).

La LOSE constituye el instrumento legal para facilitar la privatización de las empresas eléctricas del estado venezolano; de acuerdo con el plan establecido, cuyas dos primeras fases fueron la creación de las empresas filiales de distribución y la casi nula inversión en ese sector. Se estima que para recuperarlo, el gobierno actual debería invertir unos dos (2) mil millones* de dólares; de lo contrario, deberá privatizarlo, con las graves consecuencias que ello produciría sobre las finanzas domésticas.

Sin embargo, aunque todo pareciera conducir a esta decisión extrema –gracias a quienes, por omisión, o comisión, contribuyen a ello–, se deberían analizar las conclusiones de la delegación de congresistas franceses; porque, con sólo lograr la cancelación de un mayor porcentaje de la energía suministrada por las empresas del sector eléctrico del estado, ellas serían rentables, la inversión pública se justificaría y se evitaría su privatización; pero, para ello se requiere un mayor esfuerzo de los trabajadores de estas empresas, y la colaboración de sus usuarios.

Sólo la obstinación de Chávez ha evitado que la “panacea neoliberalista” se aplique en nuestro país. Entonces; ¿cómo quiebran la resistencia de aquellos gobiernos que se oponen a la privatización, o la desregularización del sector eléctrico? ¡Con extensos y prolongados apagones, cuidadosamente planificados para que parezcan fortuitos, y que ocasionen grandes pérdidas capaces de justificar las propuestas de privatizar y/o desregularizar! Primero fueron los Estados Unidos; luego, Italia. La “lógica neoliberalista” –es decir, sus manuales de procedimientos– permite suponer que el próximo apagón se producirá en un país latinoamericano. Dadas las circunstancias políticas que vive Venezuela, están dadas las condiciones para que sea el siguiente. ¿Para cuándo estará programado? ¿Precederá al vuelo de las águilas?

Miércoles, 29 de Octubre de 2008

*Para el momento de esta republicación, el gobierno ha anunciado la necesidad de invertir trece mil millones de dólares; sin contabilizar lo invertido hasta la fecha.

luiserangel@hotmail.com


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Luis E. Rangel M.


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