Tradicionalmente, nosotros los venezolanos, habíamos confinado el sentido del amor solo a algunos (muy poquitos) aspectos de la vida: la mujer, la novia, la familia.
Jamás creímos que seriamos capaces de extender el brazo del amor hacia
otros espacios, otros ambientes, otras cosas. Desde la llegada del
comandante Hugo Chávez Frías, se ha pregonado por toda Venezuela el "amor por la patria",
y nosotros que nos creíamos capaces de amar solo a la mujer, la
familia y los hijos, nos sorprendemos de poder experimentar el placer y
el orgullo de amar al país. No creíamos que podíamos tocar con nuestro
amor a una cosa , hasta hace unos 5 años, tan abstracta como la patria,
que no tiene `piernas, ni boca, ni brazos, ni labios, y a la cual no podemos "tocar", ni amar, ni besar!! Por
favor, ¿Cómo amar a la Patria? El presidente se encargó de enseñarnos a
todos los venezolanos que la Patria se siente, se quiere, se valora, y
que aunque no se "besa", ni se toca, también se puede amar (como se ama
a una mujer), y tenemos la obligación de amarla. Nosotros habíamos
siempre relacionado la palabra amor con un sentimiento de afinidad
entre dos seres, observen bien, entre
dos seres, y siempre asociamos аel amor con una relación
romántico-pasional; y ese amor al país que el presidente con tanto afán, todos los días, inculca en cada uno de los venezolanos, era
impensable para la gran mayoría.
Chávez nos enseño que ese amor por la patria usted puede expresarlo de múltiples maneras: defendiéndola
de los ataques internos y externos, cuidándola en su crecimiento,
desarrollándola para que sea una patria grande, "adulta", vistiéndola
bonito para que se vea agradable a todos, etc. La
patria, amigos, es el país en el cual se ha nacido, o el cual usted ha
adoptado, y al cual lo unen vínculos jurídicos, históricos, afectivos.
El amor a la PATRIA también despierta pasión, romanticismo, frenesí. Lo
demostrado por el querido pueblo venezolano, y muy especialmente el
pueblo de Mérida, no ha sido sino el resultado de la aplicación de una
pedagogía-andragogía que constantemente el gran maestro Chávez ha dado
a su mejor alumno: el soberano, quien ha asimilado sus enseñanzas. Ni
los niñitos manitas blancas "guardianes del voto" del movimiento 13, ni
los dinosaurios políticos al mejor estilo cuartorepublicano como
William Dávila Barrios, lograron destruir el amor sólido de los
Merideños, ni lograron desplazar el frenesí que aviva el sentir
venezolano de los Merideños. Hubo Sol radiante, el sol de la patria.
Hubo amor a chorros en todos los ambientes locales. Hubo frenesí ante
la grandeza de nuestra gente. Hemos vestido a la patria con el mejor
traje que ella acepta y que la hará agradable a la vista de los demás:
el traje del amor. Ahora, los demás querrán amar también a Venezuela y
sentirán envidia de no tener una patria tan bella como la nuestra. Pudo
más el amor, amor a la patria, que las amenazas fallidas.
Viva nuestra patria Venezuela! Patria, Socialismo o Muerte! Hasta la victoria siempre! Venceremos!