También en esa época existían muchos partidarios del Rey entre el pueblo mismo y enemigos de la independencia, tantos como lo que hoy siendo del pueblo son enemigos de la Revolución, lo que confirma que en Venezuela no hay 4 millones de oligarcas, según parece la historia se repite.
La grandeza y el genio de Bolívar, lo condujeron a trascender las fronteras de su propio país y conducir al único ejército que sale de su territorio a liberar naciones, la Revolución Bolivariana de nuestros días sólo podrá sostenerse logrando la unidad y el apoyo de los países suramericanos para garantizar la independencia económica y cultural, fundamentos de la verdadera independencia que después de 200 años anhelamos aún los venezolanos.
Así como Bolívar fue amado y odiado por muchos a la vez, el máximo líder de la Revolución en nuestros tiempos, Hugo Chávez, desata las mismas pasiones y aunque hasta ahora la mayor parte del pueblo venezolano lo quiere, al igual que a Bolívar tiene también entre el pueblo quienes lo odian a muerte.
La independencia venezolana en el siglo XIX estuvo signada por luchas intestinas en las que se enfrentó el ejército realista financiado por los colonialistas españoles y el ejército republicano promovido por Bolívar y quienes en nuestro continente apoyaron los ideales de libertad e independencia venezolana; en el siglo XXI la Revolución Bolivariana plantea alcanzar una independencia verdadera para los suramericanos que enfrentan el dominio de los imperialistas norteamericanos y capitalistas globalizados representados por minorías (oligarcas, empresarios, burgueses, beneficiarios del sistema, etc.) que se enfrentan a pueblos mayoritarios plagados de necesidades y miserias que sueñan con la libertad y la independencia para realizarse.
Bolívar fue acusado durante la lucha de la independencia de tirano, déspota, autócrata, reyezuelo, ambicioso, etc., por quienes representaron los intereses de los colonialistas y eran enemigos de la independencia; Hugo Chávez es presentado como un dictador, megalómano, loco, antidemócrata, asesino, etc., por quienes representan los intereses contrarios a los del pueblo y que sueñan con volver a la Venezuela de hace 40 años, donde sólo una minoría se beneficiaba de la riqueza petrolera a costa de las mayorías empobrecidas.
Aunque
la Revolución Bolivariana se ha desarrollado en el marco de la confrontación
pacífica y las diferencias se dirimen en las urnas, votando, los enemigos
de la revolución nos mostraron en el año 2002 cuán dispuestos están
a apelar a la violencia si las condiciones se lo permiten y a llevar
a los bolivarianos a las urnas pero no electorales sino preparados para
enterrarnos y con nosotros a la Revolución Bolivariana.