Actualmente se cita y recita con inusitada frecuencia la extensa obra escrita de Simón Bolívar, compuesta por centenares de discursos y cartas, muchos de ellos dictados a sus amanuenses bajo las más disímiles e incluso contradictorias circunstancias.
Lo mismo ha ocurrido con muchos personajes históricos, lo que no implica ligerezas conceptuales. Por lo general se trata de diversos avatares frente a los cuales había que elaborar respuestas que variaban según el momento.
Visto así, no me inclino a utilizar ningún símil bolivariano o de cualquier otro género para comparar la actual situación venezolana que nos pone en la alternativa de recurrir a una enmienda constitucional para hacer posible la reelección del actual Presidente de la República.
Desde hace rato se veía venir esta coyuntura, ya que Hugo Chávez es un líder único en su estilo y actualmente no existen condiciones para que otro dirigente revolucionario lo releve en la jefatura del Estado, en un proceso al que aún le faltan décadas para cumplir sus objetivos básicos.
A comienzos de su segundo sexenio parecía más lógico esperar que la fecha de la elección presidencial estuviese más cercana, pero el resultado de las votaciones para gobernadores y alcaldes animó al Primer Mandatario a plantear de antemano la alternativa de marras.
Tendremos pues referendo constitucional en febrero, ya que Chávez evita las idus de marzo, quizás recordando al César romano a quien Bruto le asestó la puñalada trapera en compañía de otros parlamentarios.
El quid del asunto consiste en gobernar con suficiente habilidad y eficiencia el resto de un período presidencial que estará signado por el actual descenso de los precios del petróleo, cuyas consecuencias son impredecibles, pero hacen presumir tiempos difíciles.
La aprobación de la reelección múltiple, que no es ningún pan comido, poco importará si durante el tiempo que todavía queda del presente mandato no se realiza una obra de gobierno cuyas bondades resulten indiscutibles.
Más allá de las políticas sociales, que son indispensables, la gente clama porque se ponga freno a la delincuencia y la seguridad impere en todos los estratos de la población.
augusther@cantv.net