Respuesta (desde ultratumba) a Mario Silva García

Mario, hermano: este es uno de esos extraños casos en los cuales provoca
hacerse la víctima y dejar que la lástima de los nuestros nos bañe. Los seres humanos a veces nos sentimos de pinga cuando los demás nos pintan como
corderos deglollados: "Verga, pobre Matías, lo jodieron". Tengo un pana
minusválido que, a cuenta de su carencia física, postrado ahí en una silla de ruedas, tiene en su cuenta personal más culos que los que tú y yo hemos
podido acumular. ¿Y ese prodigio qué? Nada, es que nosotros tenemos las
piernas sanas, así que no contamos con ese recurso irresistible que consiste en explotar la compasión y la sensibilidad de ciertas niñas. En serio, la lástima puede ser una aliada del carajo incluso en esos menesteres de la seducción y el manoseo. Es más, deberías decirles a los lectores jóvenes de Aporrea que las niñas sensibles son mejores opciones para el desahogo que las burras, las gallinas y las culebras.

Pana: qué ruda y valiente confesión te lanzaste. Te admiro que jode. Yo que pensaba que era perverso. Pero no, socio, yo dudo que Carla Angola vaya a
venir a consolarme porque decidí autosuicidar al perro del Matías, así que mejor déjame serle fiel a mi viejo código: "Sucio, chismoso y propenso al malditismo, todo lo que quieras; embustero, nunca". Quiero entonces aclarar algunos conceptos para que tú y los lectores de aporrea no vayan a interpretar mal el cuento ese de la salida de circulación de la columna "Muerde y no afloja" de Temas.

El asunto va así: creo que Matías Jáuregui fue víctima de la mentira que tu
tocayo Mario Villegas soltó en El Mundo, pero no en la forma que sospechas.
Es decir, nadie en Temas me dijo "Tienes que eliminar la columna porque estás muy grosero", o cosa por el estilo. Lo que sucedió fue que la falsa acusación de Villegas fue tan grave y encontró tanto eco en algunos círculos, que me vi en la obligación de quitarme la máscara y aclarar las cosas con mi nombre verdadero. Y luego Temas se vio en la necesidad de decir que en ese semanario no se amenaza de violación a nadie... y que el Matías sale de escena para no seguir perturbando a las almas sensibles. Fue una decisión personal, pana mío, aunque por supuesto comparto contigo lo esencial de tu reflexión: en este país, metido hasta las cejas en un proceso que queremos llamar revolucionario, todavía hay quienes no detectan la diferencia entre lo honesto y lo obsceno. Carlos Andrés Pérez es un carajo excelso y noble porque nunca se le escuchó decir "culo" en público. Pedro
Carmona es una oda a la nobleza porque sus pañuelos de seda son capaces de
reducir a un silencio perfumado sus eructos. Por eso Matías resulta insoportable, y por eso Mario es visto como un bicho peligroso, azote de la moral y compañía incómoda si uno es habitué de fiestas de gala y colegios de monjas: tiene que haber un severo desajuste moral en un país que eleva a la categoría de héroe mediático a un mojón de mierda como Orlando Urdaneta, pero reacciona indignado cuando alguien dice que le quedaron bien lindas las tetas a Carla Angola. Algo muy maluco está pasando, chamín, algo nos está escoñetando desde el alma y tal vez no nos estamos dando cuenta.

Por lo demás, Mario el Bueno, lo que está sucediendo con Temas es que está
cambiando, y apuesto a que es para mejor. Tendrá en breve un director de
alta credibilidad en el ámbito periodístico, y es importante que en esas
circunstancias el hombre encuentre el camino libre, es decir, despejado de la estructura que le dimos los fundadores a ese semanario. No estoy autorizado para revelar quién es ese nuevo director, éste no ha querido que trascienda la noticia y yo respeto mucho esas decisiones. Está en manos de Jesús Romero Anselmi la potestad de decir públicamente cuándo asumirá la jefatura de Temas-Venezuela. Ah vaina, se me salió. Bueno, qué coño, ya todo el mundo sabe que yo soy un chismoso de mierda.

Queda entonces aclarado: no estamos en presencia de un caso de censura sino
de asunción forzosa de una realidad. Y, por supuesto, de caballeros es reconocer cuando a uno se le pasa la mano al coger a alguien de sopita, por eso mi disculpa pública a la periodista Carla Angola. Por eso, y porque deben sumar millones los personajes de este país que se merecen, mucho más que esa muchacha bonita, un aplique como el que el Matías le montó durante todo un año.

Es todo, man. Nos seguiremos viendo por ahí. Agradecido siempre por la
preocupación que sientes por el "caso" Matías.

PD: ¿Es en serio lo de las burras? ¿No te hicieron un video por ahí? Sería
otro tubazo del carajo de Aporrea. En serio.



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Matías Jáuregui o José Roberto Duque


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