Para el viejo Agustín Fue una sorpresa mirarme llegar en la tarde Bullanguera al terruño donde los dos hemos nacido, me comento que existe una gran diferencia entre las navidades del paro y las navidades de la enmienda. Poca cosa cuando aquellos bandidos hoy algunos de alcaldes y gobernadores nos pusieron a pedir cacao sin tenerlo, largas colas para comprar gas, gasolina y hasta el aguardientito de Carúpano no se conseguía, se agoto el cariño y fue el año donde las palabras felices: noche buena y feliz años, fueron sustituidas por la estrategia de donde hay menos colas para comprar algo.
Aquellos días de sangre y sangrita como le gustan a Leopoldo Castillo y el canal de embasuramiento nos quitaron las Navidades por el simple deseo de Vivir los oligarcas en un país vendido a intereses internacionales y lleno de desigualdades. Mostré silencio porque no es fácil visitar al viejo y recordar los caminos de nuestra infancia le comente que me alegra ver el nuevo rostro de Anaco, sus calles. Pero el viejo continuaba diciéndome de aquellos planazos que mandaba a dar un alcalde a los pensionados y los intentos de hacer comer las alfombras en la embajada del Cuba durante el 11 de abril. Le pregunte que si estaba un poco desesperado, se levanto del moriche y me dijo: Nunca había vivido unas navidades tan felices, por primera vez los raudales de libertad se notan acompañando una visión real palpable, seguimos a un líder con alegría ,hay un tremendo defectos de los pobres y es que en diciembre les brota el sentimiento aunque en su mesa solo este una modesta cena, el pobre cada diciembre soñaba con la utopía de cambiar su destino y el que próximo año seria mejor, sabemos que muchos se frustraron porque no es precisamente lo que hacen los gobiernos capitalista. Por vez primera tenemos una navidad distinta como regalos en esos humildes hogares están en la mesa Trabajadores, integrantes de misiones y alumnos de casas de estudios superiores: médicos, profesores trabajadores sociales y la calma que nuestro líder continuara al timón.
Las navidades con la enmienda presentan un panorama también ensombrecedor para los que sabemos que no tenemos una oposición sino un nido de apátridas que la dirigen: ello rezan por la caída del petróleo porque caería la economía y nos invadiría los EEUU acabando con las obras de la Revolución y como casi toda la estructura nacional se esta realizando nos dejarían sin nada en la miseria pero como en las épocas de moisés con una señal en las puertas de las casas de los pitiyanquis allí ni balas ni bombas entraran. Según la palabras de Rice.
Les funde el cerebro el zapatazo por lo simbólico y les funde el cerebro las firmas recogidas en unos días… Ahora la segunda etapa porque para los revolucionarios. Ellos desean que aumente la inseguridad, ellos desean el mal a la mayoría de los venezolanos. No es fácil entenderlos pero tenemos el deber de sobreponernos con el amor revolucionario, con la fe, con la construcción de estos nuevos Horizontes, tenemos que aceptar que esta oposición no la merecemos como pueblo, sin embargo debemos derrotarlos en los campos de las ideas, las convicciones y las acciones, es necesario la revisión interna de nosotros y evaluar el deber con el tiempo, yo tengo treinta años y doy gracias a mi pueblo por sentir lo que estos viejos en estos montes tan dentro de uno, nos dicen nos señalan cuando nos encontramos y no es otra cosa que el compromiso con Chávez, con la patria Con Nuestros Hijos.
Patria Socialismo o Muerte
Venceremos
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